4.000 afiliados de UPyD deciden al sucesor de Díez y la política de alianzas con Ciudadanos

4.028 militantes y cuatro candidatos. Por ellos discurre el futuro de una Unión, Progreso y Democracia ya sin Rosa Díez, de un partido esquilmado de afiliados, escurrido de recursos económicos, hundido en las urnas y también las encuestas. Una formación profundamente dividida que se debate entre el mantenimiento de su "autonomía" o la apertura a los pactos con Ciudadanos, la fuerza que la ha ido mordiendo hasta casi devorarla. 

Este sábado marcará un antes y un después en la corta historia, de menos de ocho años, de UPyD. Su fundadora, la exsocialista Rosa Díez, cederá el testigo de la portavocía durante el congreso extraordinario del partido que se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y en el que compiten cuatro aspirantes. O dos y dos. Dos con la posibilidad de ser elegidos: el abogado Andrés Herzog (San Sebastián, 1974), candidato oficialista, hombre de la absoluta confianza de Díez –aunque no le haya mostrado públicamente su apoyo– y cabeza de la lista Unidos por UPyD, y la diputada Irene Lozano (Madrid, 1971), referente de la corriente crítica y jefa de Renovadores, el grupo más proclive a las alianzas con la formación de Albert Rivera. Y dos con muchas menos opciones de convertirse en líderes: el exedil en Pozuelo de Alarcón José Antonio Rueda (Alianza Magenta) y el responsable de UPyD en Ceuta, Julián Domínguez (Refundación y Manifiesto, REMA).  

El cónclave extraordinario, que tiene como único punto en el orden del día la renovación de los 21 miembros del Consejo de Dirección, se abrirá a las once de la mañana. Lo inaugurará el secretario de Organización saliente, Juan Luis Fabo. Además, hablarán representantes de la sociedad civil y de plataformas que han colaborado con UPyD desde su nacimiento, en 2007 (asociaciones de bebés robados, Brigada Tuitera, la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, o los afectados por el accidente del Alvia), y 30 militantes elegidos por sorteo de los más de 90 que pidieron la palabra. Luego será el turno de Díez, su último discurso como líder de UPyD. Y a partir de las cinco, se conocerá la candidatura ganadora. Los 4.028 habrán podido votar desde la apertura del congreso en urna, en las agrupaciones territoriales del partido repartidas por toda España. No habrá votación telemática, por falta de recursos.

01. LOS CANDIDATOS, LOS PROYECTOS

Andrés Herzog e Irene Lozano representan las dos formas opuestas de concebir UPyD. Ambos reconocen la debilidad del partido y hablan de la necesidad de renovarlo, pero desde ópticas dispares. La gran grieta es la relación con Ciudadanos

El candidato oficialista, Herzog, al que Díez nombró portavoz adjunto el pasado marzo como respuesta a la crisis desatada tras el pésimo resultado en las elecciones andaluzas, rechaza la etiqueta de aspirante "continuista". Y mienta constantemente el concepto de "autonomía" del partido. "Si ser continuista significa mantener las ideas o la lucha contra la corrupción, la limpieza en las instituciones o que no tengamos ningún imputado, diría que sí, pero eso no es incompatible con que seamos críticos y tengamos propuestas de cambio. Lo importante es el programa y las ideas", señala Herzog, en conversación con infoLibre. 

Irene Lozano, apuesta personal de Díez para las generales de 2011, sostiene que su candidatura, Renovadores, es la "única que ofrece el cambio". "El continuismo sería demoledor", advierte, también en declaraciones a este diario. El suyo es un proyecto de partido "más abierto, más poroso", que tenga "interlocución con la sociedad civil, con los militantes y con otras fuerzas", saliendo del "aislamiento" impuesto, a su juicio, por la dirección saliente. No tiene sentido mantenerlo, sigue, en unos tiempos en los que los ciudadanos reclaman diálogo y entendimiento, lo que no es óbice para mantener la identidad de UPyD. 

"No he hablado con Rivera"

Lozano asegura que no quiere en ningún caso la "fusión" con C's. Sólo se plantea, dice, alcanzar algún tipo de "pacto o coalición preelectoral" que, en todo caso, se sometería al refrendo de las bases. "Nunca hemos podido decidir qué alianzas queríamos y cuáles no". Una intención que para los fieles a Herzog supone "entregar" UPyD a Rivera. Acusación que, según la diputada, sólo busca "meter miedo" a los afiliados. Ella también niega un comportamiento "tramposo", como le endosan sus detractores, especialmente a raíz de que se conocieran unos correos que probaban que inició en abril gestiones para crear un nuevo partido al margen de UPyD. "No he hablado con Ciudadanos ni con Rivera. Han tratado de desprestigiarme, pero los militantes saben bien quiénes somos cada uno y lo que hemos hecho". 

Herzog, en cambio, considera que la solución no es pactar con una formación, C's, con la que UPyD "no comparte principios esenciales". Él mismo condujo el diálogo el año pasado con Rivera, y al final las dos fuerzas acabaron rompiendo la negociación. "Un partido nace para ser un instrumento para defender unas determinadas ideas. Y para tener éxito electoral no hace falta diluirse. Somos necesarios manteniendo nuestra autonomía. Podemos, por ejemplo, ha reiterado que no quiere una alianza con IU. Es legítimo y está por encima del éxito electoral". ¿Diluirá el partido Lozano si gana? "Al menos debería aclarar qué quiere hacer. El referéndum a las bases es este sábado", responde. 

Las posiciones están claras: mientras Renovadores sí apuesta por tender puentes con una formación que entiende próxima, como C's, Unidos por UPyD rechaza de plano los pactos previos. Cosa distinta son las alianzas postelectorales. Herzog, de hecho, rebate el supuesto "aislamiento" de su partido, pues ha sido capaz de "determinar Gobiernos" y cerrar acuerdos, como con el PSOE en Asturias en la pasada legislatura. No "diluirse" en Ciudadanos implica, para los oficialistas, mantenerse "libres" del poder, una actitud que le ha permitido aguantar la "lucha" en causas como la de Caja Madrid y Bankia o la denuncia de la politización de las instituciones. 

"Los partidos tienen buenos y malos momentos"

Lozano subraya que la raíz de los males de UPyD –su desastre electoral en las andaluzas y en las autonómicas y municipales, donde no logró ningún diputado autonómico y vio menguada su lista de ediles, lo que se tradujo en una debacle económica– es la "mala interpretación" de las europeas de mayo de 2014, donde pese a mejorar sus datos de 2009 (pasó de uno a cuatro diputados), no vio venir la ola a favor de C's y se negó a tejer alianzas con Rivera. "Pero no vale la pena llorar por la leche derramada. Los errores ya están en el pasado y ahora hay que ganar la fortaleza suficiente para seguir peleando".

La diputada considera que, pese al mal momento de UPyD, es posible la remontada. "Si no lo creyera, no me presentaría". "La coyuntura es fluida. Hay trasvase entre los nuevos partidos", el electorado no se ha estabilizado, defiende. Así que urge "cerrar heridas, ampliar la base de militantes y mejorar la comunicación y lanzar la propuesta de UPyD, que todo el mundo conoce". 

La mano derecha de Díez, sin embargo, resta importancia al hundimiento. "Hemos pasado siete años de crecimiento y ahora estamos en crisis. Es normal en todos los partidos: tienen buenos y malos momentos. Ahora ha coincidido la irrupción de nuevas formaciones, que no se nos ha identificado con lo nuevo, la falta de cercanía con los ciudadanos. Pero se puede cambiar y revertir la situación porque la gente conoce nuestro trabajo", manifiesta. Considera el candidato que el tiempo juega a favor de la formación magenta, porque tanto Podemos como C's se han comenzado a "retratar" y han mostrado actitudes "más propias de los partidos viejos". "Tenemos además una historia implacable. Pero claro que hay que cambiar cosas, como la comunicación o la organización interna".

Los colaboradores de Lozano reprochan a los oficialistas que prefieren un partido pequeño convertido más en un "club de opinión". "No se dan cuenta de que sin presencia institucional no sirve de nada. Lo que no es posible es decir que no quieres hablar con nadie", defiende uno de los integrantes de su lista. "Prefiero un partido libre e independendiente, aunque pequeño, que diluirnos a otra fuerza. Si no es posible, pues mejor cerrar. Pero nos ha ido mal electoralmente por hacerlo bien políticamente", opone un dirigente que apoya a Herzog. 

02. LOS APOYOS

Los pronósticos se hacen poco menos que imposibles. UPyD no exige a los candidatos que se postulen que recojan avales de la militancia –como ocurre en el PSOE, en IU o en Ciudadanos–, de modo que no ha habido una liguilla previa para saber quién tiene, a priori, más respaldos. Pero sí se prevé un resultado apretado entre Herzog y Lozano

Ambos se ven con posibilidades de ganar. El abogado proclama que hay una "inmensa mayoría" de militantes que quieren "mantener la identidad y autonomía del proyecto", y la diputada apela al efecto bola de nieve, al respaldo "creciente" durante la campaña que ha obtenido su candidatura. Así, se han alineado con ella cuadros significativos como el exportavoz en el Ayuntamiento de Madrid, David Ortega, o la eurodiputada Beatriz Becerra. A Herzog le respalda el Consejo de Dirección saliente –y la propia Díez, aunque no haya hecho público su aval–, la portavoz en la Eurocámara, Maite Pagazaurtundua, y la mayoría del grupo en el Congreso: Carlos Martínez Gorriarán, Julio Lleonart (el sustituto de Toni Cantó) y Rafael Calduch (el que reemplazó a Álvaro Anchuelo, que dejó escaño y partido, desengañado de la deriva del partido, pese a ser otro de los fichajes de Díez en 2011). También está con él otro de los colaboradores de la fundadora, Ramón Marcos, excandidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid. 

Listas cerradas y bloqueadas

Los 4.028 militantes –un tercio menos que en el primer congreso, el de 2009– no eligen sólo portavoz. Compiten, en realidad, cuatro candidaturas, compuestas cada una de ellas por 21 personas. Es decir, que cada aspirante va acompañado de 20 compañeros que integrarán su Consejo de Dirección. De hecho, Lozano, Herzog, Rueda y Domínguez han tenido que asignar por adelantado las carteras más importantes (portavoz, Organización, Programa, Acción Electoral, Economía, Acción Institucional y Comunicación). Por tanto, las bases han de optar por listas cerradas y bloqueadas (o listas plancha), así que no hay posibilidad de integrar a los aspirantes perdedores en la ejecutiva. De ahí que la parlamentaria insista en que el "único voto útil del cambio" es su candidatura, porque no hay reparto proporcional de asientos. Un mensaje para atraerse las papeletas dirigidas a Rueda, también crítico con Díez pero alejado de las formas de Lozano.

Lozano ha integrado en su equipo, como número dos, al exdiputado nacional y excandidato a la Generalitat Toni Cantó, y también a algunos críticos que acabaron dimitiendo, como Rodrigo Tena, David Andina, Luis de Velasco (exportavoz en la Asamblea de Madrid) o Luciana de Miguel. Herzog cuenta con Lleonart y Pagazaurtundua y con el único parlamentario autonómico de que dispone UPyD, el vasco Gorka Maneiro. Algunos de ellos, De Velasco, Tena y Calduch, intervendrán este sábado en el cupo de 30 militantes elegidos por sorteo. 

Tanto Herzog como Lozano insisten en que lo prioritario es "cerrar heridas" y propiciar la "unidad" después de las guerras intestinas del último año que han desangrado UPyD. Sin embargo, hay quien anticipa ya que el partido puede empequeñecer aún más: si venciese Herzog, podría haber una fuga de los críticos, y si es la diputada la que gana, podrían marcharse los oficialistas.  

La que no estará ya en primera línea será Rosa Díez, por primera vez desde los años 70, cuando entró en política de la mano del PSOE, partido que abandonó en 2007. Gane quien gane, no estará en el Consejo de Dirección. Sí continuará como diputada, por su "compromiso con los ciudadanos" contraído hace cuatro años, explica Herzog. "Rosa no sobra y esperamos contar con su talento, en el rol que ella quiera asumir. Como Carlos [Martínez Gorriarán] o como Ramón [Marcos]. Gracias a ella hemos llegado adonde hemos llegado. De ella he aprendido muchísimo, y se va con los bolsillos vacíos y sin mácula", continúa. 

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03. EL FUTURO

Herede quien herede el liderazgo de UPyD, no va a tener un camino de rosas por delante. Recibirá de manos de Díez un partido en demolición, abatido política y económicamente, menguado de militantes y muy tensionado. Su tarea inmediata, y titánica, será intentar salvar los muebles en las generales del otoño. Repetir los cinco diputados de 2011 (y grupo parlamentario propio) se antoja poco menos que imposible, a la vista de las encuestas. La última, de Metroscopia para El País, atribuía a la formación magenta una estimación de voto del 0,5%. No tener silla en el Congreso privaría al partido de su escaparate más importante y le sumiría en una crisis ya difícilmente superable. 

UPyD cruza este sábado una frontera crucial: la de la lucha definitiva por su supervivencia. Y tiene dos caminos ante sí: o la renovación y el acercamiento con C's, que propicia Lozano, o el mantenimiento de la estrategia, que representa Herzog. La respuesta se conocerá por la tarde. Cuando se sepa qué han votado los 4.028 militantes llamados a decidir el futuro más que sombrío de una formación que nació en 2007 y que ahora sufre su crisis de desarrollo con una Rosa Díez ya fuera de combate. 

4.028 militantes y cuatro candidatos. Por ellos discurre el futuro de una Unión, Progreso y Democracia ya sin Rosa Díez, de un partido esquilmado de afiliados, escurrido de recursos económicos, hundido en las urnas y también las encuestas. Una formación profundamente dividida que se debate entre el mantenimiento de su "autonomía" o la apertura a los pactos con Ciudadanos, la fuerza que la ha ido mordiendo hasta casi devorarla. 

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