Congreso

150 días del caso Alberto Rodríguez: Unidas Podemos renuncia a su escaño número 35

Alberto Rodríguez, a la izquierda, junto al diputado de UP Juan Antonio Delgado, en el Congreso en octubre de 2021.

El 19 de octubre de 2021, la Mesa del Congreso, el órgano rector y de representación colegiada de la Cámara Baja, acordó que Alberto Rodríguez, diputado de Unidas Podemos, mantuviera su escaño. Sobre él pesaba la condena del Tribunal Supremo que comportaba su inhabilitación —para el ejercicio del sufragio pasivo— durante un mes y una pena de prisión de un mes y quince días —sustituible por una multa de 540 euros— por un delito de atentado contra un agente de la autoridad. Han pasado 150 días desde entonces.

En la citada reunión, los representantes del Partido Popular y Vox exigieron retirar inmediatamente el escaño a Rodríguez, alegando que la sentencia del Supremo comportaba su inhabilitación. Un informe de los servicios jurídicos de la Cámara defendía lo contrario al considerar que la inhabilitación le impedía presentarse a elecciones, pero no implicaba necesariamente la pérdida del escaño. PSOE y Unidas Podemos —que tienen mayoría en el órgano— razonaron en el mismo sentido.

El presidente de la sala que juzgó a Rodríguez, Manuel Marchena, no tardó ni 24 horas en dirigirse a la Mesa del Congreso, antes de que ésta le hubiera comunicado aún nada y sin haber visto el informe de los servicios jurídicos. El magistrado le envió un oficio a la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, solicitando que le remitiera al alto tribunal el informe sobre la fecha de inicio de cumplimiento de la pena de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo. 

El alto tribunal no condenó a Rodríguez a la inhabilitación para el ejercicio de cargo público porque, entre otras cosas, la Fiscalía no lo solicitó. La sentencia sí especificó la inhabilitación para el ejercicio del sufragio pasivo, lo que, en puridad, impedía al condenado presentarse a unas elecciones. Pero en el Supremo se consideró que esto implicaba también el abandono del cargo aunque el acta se hubiese obtenido años antes de la condena.

Al día siguiente, el jueves 21, Batet volvió a convocar a la Mesa con carácter de urgencia. Se produjo un acalorado debate entre los grupos en el que la presidenta del Congreso ya mostró su disposición a retirar el escaño a Rodríguez. Sin embargo, no tomó ninguna decisión. Lo hizo al día siguiente, tras consultarlo con el secretario general y letrado mayor del Congreso, Carlos Gutiérrez. Finalmente, el 22 de octubre, le comunicó a Alberto Rodríguez que perdía el escaño con efecto inmediato. El canario acató, pero prometió dar una batalla —política, comunicativa y judicial— que continúa cinco meses después.

Unidas Podemos asume que no recuperará el escaño esta legislatura

Tras la salida forzada de su exsecretario de Organización, en Unidas Podemos surgió una profunda indignación. Tanto es así que en un primer momento la formación morada anunció una querella contra la presidenta del Congreso, a la que finalmente acabaron renunciando, y no puso objeciones a mantener vacío el escaño de Rodríguez, a modo de protesta simbólica.

La comprensión inicial que mostró entonces la dirección de Podemos y que más adelante dio paso al nerviosismo tras la ajustada votación de la reforma laboral, se ha convertido ahora en resignación. Los morados han asumido que no recuperarán su escaño número 35, según trasladan varias fuentes del espacio confederal a infoLibre. Ni las peticiones, tanto en público como en privado, ni las insistentes llamadas de la número tres del partido, Lilith Verstrynge, a Patricia Mesa, la persona llamada a ocupar el escaño de Rodríguez, han surtido efecto. "Es amiga personal de Alberto", sintetiza un alto cargo del partido en Madrid. "Y esto se va a alargar todo lo que él quiera", prosigue. Tampoco ayuda la presión que están recibiendo los morados por parte de la dirección socialista, que les apremia a recuperar el escaño cuanto antes.

Lo cierto es que los morados se han dirigido en varias ocasiones a la Junta Electoral Central (JEC) para conocer la evolución del caso e informarse sobre si Mesa tenía algún límite temporal para tomar la decisión de aceptar o rechazar el acta. No lo hay, según ha podido saber este periódico. Por su parte, la coordinadora general de Podemos Canarias, Laura Fuentes, ha abogado en diversas ocasiones por dejar vacío el escaño hasta que se resuelvan los recursos de amparo al Tribunal Constitucional, aunque eso signifique quedarse sin ese diputado adicional lo que resta de legislatura. Es la misma tesis que sostiene el exdiputado canario.

El pasado mes de febrero Rodríguez presentó un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional en el que pedía que declarase nula la resolución del Supremo, por considerar que viola sus derechos fundamentales, solicitando también que se revoquen "todos los efectos lesivos" de esta supuesta vulneración. Un recurso que han preparados los abogados Isabel Elbal y Gonzalo Boye junto con otro en el que el exdiputado pide que se declare nula la resolución del Supremo. El canario fue condenado en un juicio inédito sin más pruebas que el único testimonio del agente agredido.

Rodríguez confía en su recurso y critica las presiones de sus excompañeros

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Rodríguez lo tiene claro: dará la batalla hasta el final. "Aquí hay dos espacios de vulneración de derechos y con los dos voy a ir a cuchillo y hasta Europa si en el Estado español no me dan cobertura. Lo voy a cumplir, mientras tenga la capacidad jurídica y económica. Si hay un fallo antes de final de la legislatura o si admiten las cautelares me tienen que readmitir en el Congreso. Por eso está el escaño vacío, porque está a la espera del litigio", esas palabras, pronunciadas recientemente por el canario a través de su canal de Twitch, dejan claras sus intenciones. "Si se cubre el escaño se invalidaría la defensa judicial", alega.

En otra intervención, el exnúmero tres de Podemos no dudó en criticar las presiones recibidas por sus excompañeros de partido. “Atacan y presionan a la víctima de la infamia en vez de a los verdugos”, dijo, en referencia a las declaraciones de Enrique Santiago, portavoz adjunto de Unidas Podemos, en las que apremiaba a ocupar ese escaño. Por ello, se mostró "más convencido que nunca" de haber abandonado la militancia en la formación. "Se me dice que me apoyan totalmente, que el escaño va a quedar vacío y que esto es un escándalo europeo, pero mientras eso estaba ocurriendo, por detrás estaban ya trabajando para ocupar el escaño, presionando con llamadas... de esto tenemos pruebas, tenemos mensajes", ahondó.

"Hasta ahora he intentado ser exquisito, midiendo muy bien las palabras, intentando no hacer daño para que la gente no se sintiera mal, para que no lo usaran..., ¿pero sabes cuál es el problema?", apuntaba. "Que eso no lo valoran. Al contrario, dicen, ¿este no se atreve a decir todo lo que sabe? Pues vamos a por él, todos los días apretando un poco más las clavijas, vamos a poner nombres y apellidos, señalar gente que está en la lista, gente que ha trabajado conmigo, ¡es gore!", lamentó. “No hay que atacar a Alberto Rodríguez, sino a Batet y al PSOE", concluyó.

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