Alvise reconoce que recibió 100.000 euros de un empresario pero niega que los usara para su campaña

El eurodiputado Luis Pérez Fernández, conocido como Alvise, saluda a un policía a su llegada al Tribunal Supremo.

El eurodiputado y agitador ultra Luis Pérez –más conocido como Alvise– ha regresado este viernes al Tribunal Supremo. En esta ocasión, para dar explicaciones sobre los 100.000 euros en metálico que el empresario de las criptomonedas Álvaro Romillo, acusado a su vez de estafa por la reciente clausura del chiringuito financiero Madeira Investment Club, le hizo llegar pocos días antes de las elecciones al Parlamento Europeo, en las que Se Acabó La Fiesta se hizo con tres escaños. Durante su comparecencia, según fuentes jurídicas, el eurodiputado ha reconocido haber recibido todo ese dinero en un maletín, pero ha negado que lo utilizase para financiar su campaña electoral. Algo en lo que, sin embargo, ha insistido Romillo en sede judicial: "En todas las conversaciones que se aportó en su día son para el uso de la campaña".

La relación entre Alvise y Romillo habría comenzado, siempre según el relato aportado por el empresario, a finales de marzo. "Me contacta por medio de WhatsApp para concertar una reunión en Madrid", recoge la denuncia. Una semana después, el 6 de abril, el agitador ultra se convirtió en el invitado principal del evento anual del Madeira Invest, el club financiero impulsado por Romillo que captaba fondos prometiendo altas rentabilidades. "Todos vosotros estáis haciendo cierto tipo de política, la contrapolítica a un Estado mafioso y criminal que os roba más del 70-75% de todo lo que producís cada año", lanzaba Pérez desde un escenario instalado en el Hipódromo de la Zarzuela.

Tres días después del evento, según los mensajes aportados por el empresario junto a la denuncia, el dirigente ultra se puso en contacto con Romillo y le trasladó sus "necesidades", entre las que se encontraban "fondos que no requieran ser controlados por el Tribunal de Cuentas" o "fondos para el partido". "En cash es irrastreable, sí", llega a decir en algún momento el eurodiputado, para quien Romillo crea los monederos de criptomonedas que el ultra publica en su canal de Telegram para recaudar fondos. Una "colaboración" que Alvise promete a Romillo llevar hasta el corazón de la Unión Europea: "Las encuestas me dan hasta dos eurodiputados. Si logro entrar, podríamos organizar charlas en el Parlamento Europeo para hacer lobby masivo sobre la escripto divisas [sic] y la independencia fiscal".

En la madrugada del 27 de mayo, cuando quedan trece días para la cita con las urnas, el entonces candidato recibe un mensaje del empresario: "He estado repasando y si te parece bien mañana puedes pasar por Sentinel de las empresas a por 100k, es una cantidad que no será problema de recaudar por mi parte para muevas el Sentinel. Si puedes aprovecha para grabarte un vídeo en la puerta o algo así en que hables algo sobre el Sentinel, así empieza a conócelo [sic] tu comunidad". "Me posibilitas una parte urgente de la campaña. Mil gracias tío", responde Alvise Pérez.

Unas horas después, según el relato de Romillo, uno de sus colaboradores habría entregado 100.000 euros en metálico en las oficinas de Sentinel BQ, uno de los proyectos de inversión vinculados al chiringuito financiero centrado en el intercambio de dinero bajo la promesa de confidencialidad, para "la campaña de su partido político". "Todo ok! 100.000 gracias, Luis", le habría escrito poco después al empresario el agitador ultra. Todos estos mensajes fueron aportados por Romillo, junto con un escrito de denuncia, a la Fiscalía General del Estado.

La "carta a los Reyes Magos"

En su declaración ante el instructor del caso, el magistrado Julián Sánchez Melgar, el agitador ultra ha reconocido, según fuentes jurídicas, haber recibido ese dinero. Insistiendo en la versión que ha dado públicamente en otras ocasiones, el agitador ultra ha asegurado que percibió esa cantidad por su participación en el acto del Hipódromo de La Zarzuela. Un total de 100.000 euros por una “charla sobre libertad financiera de unos treinta minutos” que habría recibido en un “maletín negro”, en “diez fajos de 10.000 euros cada uno”.

Pero el eurodiputado ha negado la financiación ilegal. En su comparecencia voluntaria en sede judicial, en la que solo ha respondido a su abogado y al magistrado, Alvise ha sostenido que no utilizó dicho dinero, que se llevó a "casa", en su campaña para las elecciones al Parlamento Europeo, que le habría costado unos 30.000 euros. Y que por eso el mismo no consta en las cuentas de Se Acabó La Fiesta. Ha dicho que la mitad de lo percibido lo utilizó fundamentalmente para gastos personales, mientras que ha asegurado que la otra mitad la sigue teniendo bajo su disposición en un lugar seguro fuera de su domicilio.

No obstante, algunas fuentes consultadas señalan que el agitador ultra se ha "liado" cuando el magistrado ha indagado en los gastos. Alvise, deslizan, ha cometido un "renuncio" cuando ha mencionado viajes que el instructor ha preguntado si no podrían considerarse relacionados con la actividad de su formación política. Y preguntado por las numerosas peticiones que iba haciendo a Romillo, ha llegado a decir, según coinciden varias fuentes jurídicas, que le solicitaba cosas como "quien hace la carta a los Reyes Magos".

"Son para el uso de la campaña, no es de ningún evento"

Una versión que Romillo ha refutado a las puertas de un Alto Tribunal al que también ha acudido para prestar declaración. "En todas las conversaciones que se aportaron en su día, [los 100.000 euros] son para el uso de la campaña, no es de ningún evento ni de ningún pago", ha sostenido el empresario. Y ha continuado ante las cámaras y los micrófonos: "Él quiso poner un testaferro, que fue una empresa que se llama Somos Libres, para que se le hiciera un pago por transferencia y no se le hizo. El administrador de la sociedad, como podéis recabar, se dedica a temas de prostitución y ocio nocturno".

Insistido por la contraprestación que se ofrecía a cambio del dinero, el criptoempresario ha señalado: "Inicialmente, hacer promoción de Sentinel, que era una de las actividades del MIC. Y como no la llegó a hacer, pues cualquier otro servicio relacionado con su futuro puesto de poder". No obstante, en relación a sus gestiones con el eurodiputado, ha defendido que a ellos la política les daba "igual". "En realidad, nosotros lo que queríamos era ganar dinero", ha lanzado Romillo.

Mientras atendía a los medios, algunas personas le han recriminado el cierre del chiringuito financiero. "¿Ayer te escribió Alvise? Sí, porque tengo esas conversaciones", ha respondido a una de ellas, que le preguntaba dónde estaba el dinero relacionado con el Madeira Invest Club. Es más, ha querido dejar un mensaje al eurodiputado: "Decirle a Alvise que deje de mandar a terceros para que vengan a intentar que cambie mi declaración, porque no se va a hacer".

350.000 euros que se quedaron en 100.000

A diferencia del eurodiputado, que a su salida del Supremo ha protagonizado un bochornoso encontronazo con la prensa, el criptoempresario se ha puesto a disposición de todas las partes –desde magistrado y Fiscalía hasta PSOE o Aránguez Abogados, única acusación que representa a las víctimas del MIC en este procedimiento–. Y ha confirmado tanto la operativa de entrega del dinero descrita por el agitador ultra –en billetes de 50 y 100 euros– como que él fue el encargado de abrir las wallet de criptomonedas que Alvise utilizó para recaudar fondos, una suerte de crowfunding que, sin embargo, no habría salido como esperaba.

Alvise ha ganado más de 750.000 euros en donaciones y pagos de redes sociales desde 2021

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Del mismo modo, según coinciden varias fuentes, ha detallado que el eurodiputado le pidió en un primer momento 350.000 euros, si bien se tuvo que conformar finalmente con los 100.000 euros en metálico que recibió. Tras las comparecencias, en las que no se ha llegado a preguntar por otros 10.000 euros que según un informe policial habría recibido Se Acabó La Fiesta de un inversor inmobiliario, el magistrado ha acordado que el criptoempresario entregue su dispositivo móvil para volcar su contenido y le ha pedido que identifique a las personas que entregaron a Alvise el dinero bajo sospecha.

Este asunto que afecta al eurodiputado estuvo, en primer lugar, en manos del Juzgado Central de Instrucción nº4 de la Audiencia Nacional, el mismo que investiga el cierre del Madeira Invest Club. Sin embargo, tras analizarlo decidió elevar exposición razonada al Supremo dada la condición de aforado de Pérez. Un Alto Tribunal que el pasado mes de mayo abrió causa penal contra él al apreciar indicios de presuntos delitos de financiación ilegal de partidos, estafa, apropiación indebida, blanqueo de capitales y falsedad documental.

Es la tercera vez en el último mes que el agitador ultra declara en el Alto Tribunal. La primera vez, a primeros de junio, lo hizo por presuntos delitos de falsedad e injurias por difundir una PCR falsa del exministro y presidente de la Generalitat catalana, Salvador Illa, en 2021. Y solo quince días después, regresó por la causa abierta contra él por difundir los mensajes que dirigió en la red Telegram contra la fiscal de delitos de odio de València, Susana Gisbert.

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