PREMIOS GOYA

A la Casa Real no le gustan los Goya: los reyes dan la espalda al cine español a pesar de su afición privada

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El cine español aguarda con nervios la gala de los Goya. Una competición muy abierta que se decidirá este sábado por la noche en Granada sin una clara favorita. Todo puede pasar en la batalla entre La infiltrada, El 47, La estrella azul, Casa en flames y Segundo premio. Pero lo que es seguro es que los reyes vuelven a evitar pisar la ceremonia organizada por la Academia.

Felipe VI y Letizia no tienen actos públicos este sábado después de una semana en la que sí ha agendado eventos como audiencias militares en el Palacio Real de El Pardo, la reunión anual del patronato del Instituto Cervantes, una visita a Caravaca de la Cruz (Murcia) con ocasión del año jubilar, el acto institucional por el día mundial contra el cáncer y una reunión con los presidentes de las 17 academias iberoamericanas de gastronomía.

Pero los reyes han decidido no acudir a la gala de los Goya, como ha sucedido desde la proclamación de Felipe VI en junio de 2014. Preguntada la Casa Real por esta decisión, Zarzuela se limita a decir que sólo da información sobre los actos que constan en la agenda oficial. Desde la Academia de Cine tampoco quieren dar detalles sobre esta ausencia y se ciñen a que son temas de “protocolo” sobre los que no se pronuncian.

Los anteriores reyes sí acudieron, en cambio, a la primera gala de los Goya celebrada en marzo de 1987 en el teatro Lope de Vega en la Gran Vía madrileña, donde se proclamó como gran vencedor Fernando Fernán-Gómez con su obra El viaje a ninguna parte. Juan Carlos I y Sofía de Grecia tuvieron un gran protagonismo y fueron homenajeados durante el descanso por los artistas nominados, además de recibir una estatuilla honorífica de las manos del entonces director de la Academia, José María González-Sinde.

Felipe de Borbón acudiría a los premios Goya el 29 de enero del año 2000, en una gala celebrada en Barcelona y que fue la gran noche para la película Todo sobre mi madre. Entonces era príncipe de Asturias y protagonizó uno de los grandes momentos de la historia de estos premios al entonarle Pedro Almodóvar, al estilo de Marilyn Monroe, el Happy birthday.

Pero desde entonces los miembros de la Casa Real han declinado asistir al mayor evento del cine español a pesar de las invitaciones formuladas por la Academia. A la vez durante estos años han crecido los insultos y las críticas de una parte de la derecha española contra este sector, principalmente desde la gala celebrada en 2003 en la que muchos artistas expresaron su rechazo a la participación de España en la guerra de Irak. La ceremonia fue dirigida por el grupo Animalario y tuvo como uno de sus grandes momentos el discurso de la entonces presidenta, Marisa Paredes, que indicó: “No hay que tener miedo a la cultura ni al entretenimiento ni a la libertad de expresión. Ni mucho menos a la sátira, al humor. Hay que tener miedo a la ignorancia y al dogmatismo. Hay que tener miedo a la guerra”. 

La presencia política

La gala de los Goya se celebra en Granada después de que lo pidiera el entonces alcalde socialista Francisco Cuenca tras escuchar al actor Antonio Velázquez proponer la ciudad durante una entrevista en la alfombra roja hace dos años. La anfitriona será la nueva alcaldesa, Marifran Carazo, del Partido Popular, que también apoyó aquella candidatura en su etapa anterior como consejera de Fomento de la Junta de Andalucía. El Gobierno de España se volcará además con esta gala, a la que acudirá el propio jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. También van la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz y el ministro de Cultura, Ernest Urtasun. En cambio, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, no acudirá porque a la mañana siguiente tiene un acto con alcaldes en Zaragoza.

La ausencia de los reyes también choca porque es conocida su afición privada al cine, especialmente por parte de doña Letizia. Ella sí se deja ver en público durante las vacaciones en Palma de Mallorca en el festival Atlántida, que organiza Jaume Ripoll (Filmin). Ha estado presente en las diferentes ediciones y en las ceremonias de homenaje de intérpretes internacionales como Michael Douglas, Isabelle Huppert y Judi Dench. 

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Además, desde que eran príncipes, Felipe y Letizia suelen escaparse con asiduidad a los cines de la capital para ver los últimos estrenos. En las salas a lo largo de estos años han disfrutado de películas como Gladiator II (Ridley Scott), Alien Romulus (Fede Álvarez), Pobres criaturas (Yorgos Lanthimos), La la land (Damien Chazelle), Los del túnel (Pepón Montero) y Deseo, peligro (Ang Lee). La reina también ha acudido junto a sus hijas Leonor y Sofía a ver películas como Barbie (Greta Gerwig).

El rey acudió, por ejemplo, en abril del año pasado al estreno en los cines Paz en la madrileña calle de Fuencarral del documental Hispanoamérica, de José Luis López-Linares. Y también en la esfera privada la reina Letizia ha cultivado su relación con el cine español. Por ejemplo, visitó el rodaje de La reina de España, de Fernando Trueba, donde compartió conversaciones con los actores Penélope Cruz y Jorge Sanz. Además, cuando eran príncipes, acudieron al rodaje de la serie Isabel.

Su relación con el cine se enmarca principalmente en su actividad privada. En cambio, la casa Real, por ejemplo, no muestra en sus redes sociales mensajes a la familia del séptimo arte, como sí hace con actividades militares o deportivas. Zarzuela no felicitó a Pedro Almodóvar por su histórica victoria en el Festival de Venecia por La habitación de al lado el pasado mes de septiembre. Además, los reyes no acudieron a las capillas ardientes de las actrices Concha Velasco y Marisa Paredes.

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