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La situación en el PP

Casado sostiene a Álvarez de Toledo y sólo FAES la reivindica en medio de la indignación creciente en el PP

Cayetana Álvarez de Toledo, Pablo Casado y Teodoro García Egea, en una imagen de archivo..

La portavoz el Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, es uno de los pilares sobre los que Pablo Casado cimentó el 'nuevo PP' que empezó a construir cuando llegó a la presidencia de la formación conservadora. Un partido que apostó por apartar al grueso de los dirigentes que habían sido claves en la etapa de Mariano Rajoy y por perfiles más duros, muchos de ellos de la órbita de Faes, la fundación presidida por el expresidente del Gobierno José María Aznar. Precisamente ella reunía dos requisitos: haber sido muy crítica con la gestión de Rajoy y pertenecer al patronato del que en su día fue el laboratorio de ideas del partido.

Su designación como portavoz parlamentaria supuso un pulso de poder entre los barones del partido y la nueva dirección nacional del PP. Casado consideraba que ella era el perfil que el partido necesitaba para recuperar a los votantes más conservadores, los que se habían marchado a Vox. Y los barones, por el contrario, consideraban que elegirla era lanzar el mensaje de que el partido renunciaba al giro al centro. En ese pulso de poder, Casado impuso su criterio, convencido de que era el rostro que su formación necesitaba para liderar al grupo del principal partido de la oposición en el Congreso de los Diputados. También, como una forma de dejar claro que en el partido mandaba él.

Ahora, cuando crece el malestar interno contra la portavoz parlamentaria por episodios como el de este miércoles, cuando llamó "hijo de terrorista" a Pablo Iglesias, destacados dirigentes del PP consideran que, pese a que Casado no es ajeno a ese malestar y al "daño" que Álvarez de Toledo hace a la estrategia del partido, su cargo no está en peligro. Primero, defienden las citadas fuentes, porque en un momento tan crítico como el actual, en plena pandemia, el partido está obligado a dar una imagen de fortaleza y ausencia de disputas internas. Y segundo, porque, puertas adentro del PP, que Casado prescindiera de su portavoz parlamentaria sería admitir que se equivocó con su apuesta cuando ya le habían advertido de que estaba cometiendo un error.

En este contexto, Álvarez de Toledo está teniendo complicado estos días lograr apoyos cerrados por parte de sus compañeros. Y si eclipsó la estrategia del partido en el pleno del miércoles, cuando la dirección nacional se había marcado como prioridad desgastar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, su episodio con el vicepresidente del Gobierno ha estado presente en todas las entrevistas que desde entonces han concedido sus compañeros de partido. La mayor parte de ellos han intentado mantenerse en el difícil equilibrio entre no desautorizarla y tampoco mostrar un apoyo especial, reduciendo lo ocurrido en el Parlamento el miércoles —el jueves, un día después insistió en que el padre de Iglesias es un "terrorista"— al resultado de lo acalorado del debate. Hasta la fecha, el líder del PP no se ha pronunciado al respecto.

Iglesias, "crecido en la bronca y en el escrache", según Faes

Ante la cada vez mayor ausencia de apoyos, Faes, la fundación liderada por José María Aznar, salió este viernes en defensa de Álvarez de Toledo sin ningún tipo de matiz. En un análisis titulado "Provocaciones", el think tank considera que "Cayetana Álvarez de Toledo puede estar tranquila ante las acciones judiciales que dice que prepara el padre de Pablo Iglesias. Y no solo porque la inmunidad parlamentaria le protege cuando utiliza la tribuna, sino porque sus peores detractores –que lo son del Partido Popular– dieron lugar a una doctrina que ilustra bien este caso". Recuerda la fundación que el Tribunal Supremo condenó en su día a Arnaldo Otegui a un año de prisión por injurias a la Corona después de que dijera del rey Juan Carlos que era "el jefe de los torturadores". Y que Otegui recurrió al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que falló que calificar así al Jefe del Estado no era injurioso sino "un ejercicio de libertad de expresión"

"Iglesias es un tipo crecido políticamente en la bronca y el escrache; sus modelos no pertenecen a la historia de la democracia parlamentaria sino a los que la han combatido. Como populista agresivo que es, no busca más que la quiebra social, el antagonismo y la demonización de sus adversarios para convertirlos en enemigos", añade Faes después de haber señalado que "la cuestión más amplia que suscita la presencia del vicepresidente segundo en las instituciones democráticas es su búsqueda constante de la provocación".

Precisamente esa búsqueda constante de "provocación" que la fundación de Aznar ve en Iglesias la ven muchos dirigentes del PP en Álvarez de Toledo. "Es la maestra de la bronca ideológica", la define un dirigente regional que considera que en un momento como el actual al PP le viene bien "polarizar por la ideología" porque los únicos que salen bien parados son sus rivales políticos, que aprovechan para "caricaturizar" al principal partido de la oposición.

Dar protagonismo a perfiles "más vinculados con la gestión"

Entonces, ¿qué le viene bien ahora al PP? "Demostrar que tenemos equipo, vender experiencia y vender capacidad de gestión. Y Cayetana parece que no sabe moverse en eso", considera una diputada, que interpreta que Casado, aunque no ha hecho ningún cambio en el organigrama del partido, es consciente de ello y se está rodeando en las últimas semanas de perfiles de dirigentes que "son capaces de poner contra las cuerdas al Gobierno con datos y argumentos". Sería el caso de Ana Pastor, expresidenta del Congreso y exministra de Sanidad, que ejerce de portavoz del PP en el Comisión parlamentaria para la reconstrucción. De Elvira Rodríguez, otra exministra de la que la dirección nacional tira para cuestiones económicas. De la vicesecretaria de Política Social del partido, Cuca Gamarra, que suele ser la voz del PP en las comisiones de Sanidad y que fue alcaldesa de Logroño. O de Rubén Moreno. Médico de formación, Moreno fue secretario de Estado de Relaciones con las Cortes en la última etapa de Rajoy, ha sido secretario general de Sanidad y presidente del Insalud.

"Hay que abrir el abanico y dar protagonismo a perfiles más vinculados con la gestión", coincide un parlamentario autonómico.

Este cambio que ahora se demanda en el PP se produce en un momento en el que en amplios sectores del partido, algunos muy próximos al líder Casado, se está instalando la idea de que la crisis económica derivada del covid-19 y las condiciones económicas que se impongan desde Bruselas van a dinamitar la coalición PSOE-Unidas Podemos y a Sánchez le va a ser imposible articular mayorías. Esto conduciría, estiman, a unas elecciones generales en 2021.

¿Un peligro para Feijóo?

Hace un par de semanas, Casado mostró ante diputados y senadores su preocupación por el hecho de que el presidente de la Xunta de Galicia, con muchas opciones de revalidar su mayoría absoluta, fuese a convertirse en el foco de todas las críticas de la izquierda. Las elecciones en Galicia —y Euskadi— son el 12 de julio.

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De momento, Feijóo ha sido uno de los dirigentes conservadores que de forma más clara ha marcado distancias con la estrategia de la portavoz parlamentaria del PP. Sería "un error", dijo este viernes preguntado por el episodio protagonizado por Álvarez de Toledo que la oposición "pierda los papeles" cayendo en las "provocaciones" del Gobierno. "Basta ya de este tipo de espectáculos parlamentarios que, en pleno o en comisión, estamos viendo en el Congreso", demandó.

"Hay una diferencia enorme entre Feijóo y la portavoz en el Congreso y el presidente gallego hace bien en dejarlo claro", sentencia un destacado dirigente conservador.

En una posición diferente se ha ubicado, hasta la fecha, el candidato del PP a lehandakari, Carlos Iturgaiz, que ha optado por culpar de la crispación en el Congreso al vicepresidente Iglesias.

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