Migrantes

El caso excepcional de Sephora, el bebé migrante que será enterrado con su nombre

Imagen de archivo de los migrantes que fueron rescatados por el 'Aquarius' el pasado mes de agosto.

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Ruth es una madre marfileña de 26 años que podrá enterrar este jueves a su hija Sephora, de 13 meses, después de que muriese ahogada cuando venían a España en patera, según informa la Cadena Ser.  Se trata de una excepción para los migrantes que mueren en las costas españolas ya que la lápida de la menor, que será enterrada en un cementerio de Gran Canaria, llevará su nombre. 

Y es que según la información citada, salvo en casos contados, quienes mueren en las pateras que intentan llegan a España desde hace más de 30 años son sepultados en nichos que sólo llevan un número y la fecha en la que naufragó la embarcación.

Sephora murió el pasado 16 de mayo después de que un golpe del mar la alejase de su madre y de la patera en la que viajaban. Ruth llevaba a su hija sujeta con un pañuelo africano, pero el fuerte impacto de la ola la desató y acabó en el mar. Al ser de noche, la madre no pudo encontrarla, según explicó a la jueza que le tomó declaración a la mañana siguiente. Ese mismo día, un hombre que viajaba en una moto acuática encontró el cuerpo de Sephora en una playa cercana.

El entierro se producirá gracias a que la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se puso en contacto con el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, el encargado de la acogida humanitaria de los que llegan en patera. Pero no fue la única persona que Ruth perdió ese día. Justine, su hermana, también murió después de que esta creyese que su hija de 8 años había muerto. Habían llegado a las costas de Gran Canaria y "en medio de los gritos decidió lanzarse al agua" para comprobar que su hija estaba en la patera. Justine se ahogó intentando buscar a la pequeña, que ya estaba en tierra.

El patrimonio pendiente

El patrimonio pendiente

Abusos sexuales por parte de los patrones

Ruth y su familia viajaron engañadas. Les dijeron que llegarían a Gran Canaria a bordo de un barco en el que habría comida. Al ver la patera en la que tenían que subirse trataron de quedarse en tierra, pero "los marroquíes que lo organizaban le pegaron con palos en la espalda. Durante el viaje sufrieron abusos sexuales, tocamientos de todo tipo", según recoge la Cadena Ser. En la patera viajaban once marroquíes y otras 20 personas de África Subsahariana, entre ellos cuatro menores.

Llegaron cuatro días después, pero los patrones esperaron a que cayese la noche para acercarse a la costa y ocurrió la tragedia. El juzgado está a la espera de un informe policial que confirme que los chalecos salvavidas que les dieron eran falsos.

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