"¿Y de la consejera de Bildu no tienes cosillas?": así investigaba la cúpula de Interior a rivales políticos

El ex secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez.

La cúpula del Ministerio del Interior durante el Gobierno de Rajoy maniobró durante años con altos mandos policiales para obtener trapos sucios sobre sus rivales políticos. Y no lo hizo solo a nivel nacional. La lupa también se puso sobre cargos autonómicos y municipales. Así se desprende de los cientos de mensajes intercambiados por el entonces secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, con diferentes responsables del Cuerpo Nacional de Policía. Todos estos chats de whatsapp, a los que ha tenido acceso infoLibre, proceden del teléfono de quien fuera número dos de Jorge Fernández Díaz en Interior. Y acaban de ser incorporados a Kitchen, la causa abierta en la Audiencia Nacional relativa a la operación parapolicial de espionaje contra el extesorero del PP Luis Bárcenas.

Las "cosillas" de la consejera de Bildu y su entorno

Miércoles, 22 de julio de 2015. No son ni las nueve de la mañana y el secretario de Estado de Seguridad ya está intercambiando mensajes con Enrique García Castaño, excomisario y exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), la encargada de los seguimientos o las escuchas. El policía pone sobre la mesa tres nombres. Hablan sobre la llamada "Plataforma de profesores independientes", que horas antes el agente había trasladado a su superior que era el "embrión de la plataforma pro independencia elecciones generales". "Bildu está detrás, pero no se anexionarán hasta septiembre", le había adelantado la tarde anterior García Castaño, que como Martínez se encuentra procesado en el llamado caso Kitchen.

En un momento dado, el secretario de Estado pone el ojo en una persona. En concreto, en un cargo autonómico:

–"Oye, ¿y de la consejera de Bildu (Navarra) no tienes cosillas? Le pregunté a Barón y..." –escribe Martínez–.

–"De Navarra pregunto. Te anticipo está muy limpia" –responde el comisario–.

–"¿Y su entorno?" –insiste el secretario de Estado–.

–"Ya miro" –zanja el policía–.

Dos días antes, Uxue Barkos había sido investida nueva presidenta de Navarra, con el respaldo de EH Bildu, Podemos e IU. En su Consejo de Gobierno reservó dos asientos para el primero de los partidos. Uno para un hombre y otro para una mujer. La elegida para llevar la cartera de Presidencia, Justicia e Interior fue la abogada María José Beaumont. La consejera había sido durante una década portavoz y letrada de la Coordinadora de Itoiz, contraria a la contrucción de un pantano en la zona contra el que se llevaron a cabo algunos sabotajes.

"El currículum de la nueva corporación de Cádiz"

Un mes antes, el mismo comisario había prestado atención algo más al sur, en Cádiz. La localidad andaluza se ha convertido, tras las municipales de 2015, en una de las llamadas ciudades del cambio. Y, diligente, le hace llegar al secretario de Estado un quién es quién sobre el nuevo equipo de gobierno local que encabeza José María González, Kichi. "Me pasan el currículum de la nueva corporación municipal", escribe el 23 de junio de 2015, poco antes de comer, al secretario de Estado de Seguridad. "Marxismo gaditano", continúa. Y, a continuación, aporta la información de la que dispone, nombre a nombre, dato a dato. Munición para la batalla política que estaba por venir.

Sobre el alcalde, menciona una "baja por depresión" de un par de años, algo que el regidor se encargó de negar algunos meses después en una columna publicada en Diario de Cádiz. En cuanto a sus compañeros, aporta datos sobre profesión, estudios o aficiones. Sobre uno, señala que se sacó el "graduado escolar" con "35 tacos". Sobre otro, que es scout. "No se sabe bien que estudia, pero no se pierde un sarao del Sindicato de Estudiantes ni loca. Allá donde veas una pancarta, está ella", apunta sobre otra de las concejalas que entran a formar parte de la corporación local.

"Atento al uno y dos de la lista de Podemos en Álava"

El chat de Whatsapp del exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo, apodado El Gordo, con el número dos de Interior es un intercambio permanente de información. "Atento al uno y dos de la lista de Podemos en Álava, me dicen que fueron de los malos", escribe el comisario el 2 de abril de 2015, a pocas semanas de que en Euskadi se celebren comicios municipales y elecciones a las Juntas Generales. "Dame dato", responde en menos de un minuto el secretario de Estado de Seguridad. Pero en ese momento, García Castaño no dispone de más información que el aviso que le acaba de llegar. "No sé los nombres, me lo acaban de decir", traslada a su superior.

Ese es solo un elemento más de la conversación que ambos mantienen esa jornada. Una charla que en aquel momento se centra más en otro personaje, pero sin mencionar nombre alguno. "¿Sabes algo de este? ¿Puede ser de Podemos o de Bildu?", pregunta Martínez. "Te lo digo enseguida", responde el policía. Un cuarto de hora después, parece tener más datos: "En el 2012 colaboraba con Askapena o sea más de Bildu, estoy intentando localizar al jefe de la UPV que ese lo sabe seguro". Y remata pocos minutos más tarde: "Me dice el jefe de seguridad de la UPV que ahora está con Podemos".

El foco continúa las horas siguientes puesto sobre la Universidad del País Vasco (UPV). Ahora sí, aportan algo más de información. Hablan de "el forense de la movida de Ceuta". Gómez Gordo dice que, según una catedrática, le llaman "el sanguinario" y que tiene "mucho poder político". "¿Podemos tener más info tangible (artículos, fotos...) de "el sanguinario"?, pregunta el secretario de Estado. Pero, pocas horas después, el agente no parece haber conseguido nada interesante:

–"Ya sé lo que buscas, pero de momento está bien tapado. No aparece contaminado" –señala García Castaño–.

–"Está el manifiesto de Askapena... No está mal" –responde Martínez–.

Doce días después de aquella conversación, el diario La Razón publica una información con el siguiente titular: "Un forense abertzale busca culpar a los guardias por la tragedia de El Tarajal". La noticia señala que el doctor en Medicina de la Universidad del País Vasco Luis Callado, más conocido como Koldo Callado, había firmado un informe de la acusación popular del caso Tarajal. Y señala que estaría "perfectamente identificado" con "la izquierda abertzale" y la "extrema izquierda bolivariana". "De hecho, en 2012 apoyó un manifiesto a través de Askapena", completa.

"Es íntimo de Monedero, me lo pone a tiro"

Podemos, al igual que el independentismo catalán, es uno de los objetivos principales de aquella guerra sucia puesta en marcha durante esa etapa. Y es algo que se puede ver en las conversaciones que Martínez mantiene con los altos mandos policiales. A comienzos de 2015, la formación morada ni siquiera estaba presente en las instituciones nacionales. Sin embargo, la lupa ya estaba puesta sobre el partido y sus líderes. El 2 de febrero, El Gordo traslada al número dos de Interior que han estado preguntando por Monedero en las altas esferas venezolanas. Y le deja caer que puede tener una buena baza:

–"Ahora lo bueno, Luis Castro presidente de Panal, partido mejicano, es muy colega, resulta que es íntimo de Monedero, me lo pone a tiro, si tu me autorizas" –escribe García Castaño–.

–"Muy interesante todo lo que te cuenten, sin duda..." –responde el secretario de Estado–.

De la cuenta de Errejón a los antecedentes

Con el paso de los meses, la maquinaria para sacar trapos sucios de Podemos ya estaba a pleno rendimiento. El 20 abril de 2016, a pocos días de la disolución de las Cortes y la convocatoria de nuevas elecciones ante la imposibilidad de formar Gobierno, el entonces director adjunto operativo de la Policía, Eugenio Pino, se pone en contacto con Martínez. Tiene una oferta importante sobre Podemos. "Jefe, ya me están ofreciendo la cuenta de Errejón, pero con la condición hablada esta mañana", reza el mensaje, adelantado por El País. La condición es que, de darse dicha información a la prensa, sea El Mundo o el buque insignia del grupo Prisa los que la publiquen. "Eso no será problema", le asegura el ex número dos del Ministerio del Interior.

Tres meses antes, diferentes medios de comunicación habían comenzado a difundir ya el conocido como informe Pisa, un supuesto documento policial –despreciado una y otra vez por los tribunales– en el que se recogía la supuesta financiación venezolana e iraní de la formación morada. Pero desde la cúpula de Interior no paraban de intentar dar con trapos sucios del partido. Prueba de ello, la conversación, adelantada por elDiario.es, que mantuvieron el 31 de enero por Whatsapp el secretario de Estado y El Gordo:

–"De aquellos de Podemos que tenían antecedentes, ¿pudiste confirmar algo? –pregunta Martínez–.

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–"Pues lo pedí y voy a llamar porque no volví a preguntar, se me pasó" –contesta el agente–.

–"Sería muy interesante saberlo... Y si han estado en temas abertzales, temas de extremismo violento, etc" –insiste el secretario de Estado–.

Al final, solo encuentran algo relacionado con uno de los nombres que se han puesto sobre la mesa. El resto, parecen estar "limpios", lo que no contenta al exnúmero dos de Interior. "Cagüenlaputa. Alguno tiene que ser chungo", deja escrito en un par de mensajes.

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