PSOE

Cuatro escenarios para un PSOE en ebullición

Susana Díaz, durante la Conferencia Política del PSOE, en noviembre de 2013.

El PSOE enfila otra de esas semanas decisivas para su futuro. El próximo viernes, 13 de junio, comienza la recogida de avales para los que aspiren a ocupar el trono que dejará vacante Alfredo Pérez Rubalcaba. Unas 10.000 firmas necesitará cada uno, el 5% del censo de militantes. Y aún se respira un ambiente de incertidumbre que permite barajar distintos escenarios de juego, en función de qué candidatos dan el paso. Porque la carrera ya la están preparando tres: Susana Díaz, Eduardo Madina y Pedro Sánchez, una vez que Carme Chacón decidió no competir por la Secretaría General y reservarse para unas futuras primarias abiertas. A todas las combinaciones que se manejan en el partido hay que añadir un pretendiente: José Antonio Pérez Tapias, portavoz de Izquierda Socialista y que es el único que de momento ha confirmado que se presentará, aunque todos los cálculos en el partido le otorgan pocas opciones de ganar. Los aspirantes tendrán que intentar seducir a las bases, pues por primera vez al congreso extraordinario le precederá una consulta a los 200.000 afiliados socialistas, el 13 de julio. 

La contienda se juega entre personas, pero también es una batalla entre discursos, programas y tiempos. Una pelea entre los polos renovación y aparato, y una partida en la que todos se miran esperando a ver quién se lanza antes y quién aguanta el pulso hasta el final. Y en medio de un panorama tan convulso, en ebullición, ha contaminado los debates y las estrategias la abdicación del rey, sobre la que se pronunciará el Congreso este miércoles, por lo que muchos dirigentes creen que todos los aspirantes velarán armas hasta pasada la votación. 

A. EL JUEGO DE CANDIDATOS

Certezas, hasta ayer, había pocas, porque ni Madina, ni Díaz ni Sánchez han confirmado finalmente si pujarán por el liderazgo del PSOE en el próximo congreso extraordinario. Por eso, los dirigentes consultados por infoLibre describen hasta cuatro posibles escenarios. En todos ellos, hay que sumar a Pérez Tapias. 

01. Contienda a tres: Díaz, Madina y Sánchez. La presidenta de la Junta aún no ha desvelado sus intenciones, pero tanto fuera como dentro de la federación andaluza se cree ya "impensable" que, llegados a este punto, decida no concurrir. Las presiones para que formalice su candidatura han sido constantes desde que Rubalcaba presentara su dimisión (en diferido) tras el batacazo de las europeas del 25-M. Desde su círculo más próximo se insiste en que ella no tiene la decisión tomada, pero reconocen el viraje de las últimas dos semanas. Al principio, la presidenta tenía más reticencias; ahora, menos. Los que la animan le recuerdan que ella debe competir y "salvar al PSOE", porque si no al final la gangrena socialista "acabará afectando a Andalucía". Además, ella ha recibido el apoyo de una decena de barones territoriales y el respaldo de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero. La sensación extendida es que Díaz, vista toda esa ola de pronunciamientos a su favor, a la que dio el visto bueno, no podrá rechazar ahora el envite. 

El PSOE-A, como otras federaciones, entiende que si Díaz acepta el reto, se impondría con claridad. Los suyos, por descontado, la apoyarían en bloque. Si se hiciera con las riendas del partido, sería previsible que aplazara las primarias abiertas, programadas en principio para noviembre, y no se descarta que optara a la candidatura a la Moncloa. La suya no es una decisión fácil, porque si ambiciona conquistar los despachos de Ferraz, tendría que hacer tal vez reajustes en su Gobierno, en el partido en Andalucía y sopesar si conviene o no un adelanto electoral en la comunidad. 

Madina, según su entorno, también está decidido a competir porque eso fue a lo que se comprometió si había un congreso abierto, y lo habrá. No obstante, el diputado vasco ha preferido no anunciarlo de momento, también porque la abdicación del monarca y su posición institucional –es secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso– han interferido en sus planes. Lo cuenta así una persona de su máxima confianza: "Con la velocidad a la que pasan las cosas, nada es descartable, pero nosotros estamos trabajando en la campaña y en la estrategia de conseguir los avales", especialmente en las federaciones más grandes y "complicadas": Andalucía, Valencia y Madrid. Pero sus caladeros de voto más seguros son Extremadura, Asturias (sus secretarios generales, Guillermo Fernández Vara y Javier Fernández, fueron de los pocos barones que no arroparon a Díaz) y parte del PSC. Madina cuenta con un gabinete que ya había montado de cara a las primarias, asesores y hasta responsable de prensa. 

El parlamentario vizcaíno ha recibido llamadas en los últimos días de distintos dirigentes ––, que le han intentado hacer ver que ella es la mejor opción para liderar el PSOE, dado su actual estado crítico, desahuciado por los electores en las urnas y fragmentado internamente. Entre ellos, como adelantó El Mundo el pasado viernes, Zapatero, que apostaba por él para las primarias pero ahora prefiere a Díaz para el congreso. Madina cree que debe dar el paso porque la sociedad "exige cambios muy grandes" al PSOE, y "no valen maquillajes", aquellos que, a su juicio, intentaría aplicar una Díaz secretaria general y presidenta de la Junta. 

Pedro Sánchez, mientras, también se plantea concurrir contra Díaz y Madina. El parlamentario madrileño tiene ganas y siempre explica que, tras 30.000 kilómetros recorridos por toda España en los últimos meses, ha sentido el calor de muchos militantes que le animan a presentar batalla. Además, si consiguiera los avales, ya sería una primera demostración de fuerza. Desde el entorno de Madina le ven como una "marca blanca" de la presidenta andaluza, que se lanzaría a la competición para restarle apoyos, pues ambos pertenecen a la misma generación (el vasco tiene 38 años; el madrileño, 42). Los defensores de Sánchez niegan que sea "un tapado" de Díaz y se muestran convencidos de lograr más respaldos que el diputado vasco.

02. Contienda a dos: Díaz y Madina. En el círculo de la presidenta andaluza se da por supuesto que, si ella compite, Pedro Sánchez no participará en la batalla. Pero puede ser una maniobra para despistar, porque en el partido son mayoría los que piensan que Sánchez le resta votos a Madina, pues tienen un perfil similar. "Es más, puestos a hablar de renovación, Pedro Sánchez la representa mejor que Madina. Pedro ni siquiera está en la ejecutiva, mientras que Eduardo lleva años al lado de Rubalcaba", destaca un partidario del diputado madrileño. 

El número dos del Grupo Socialista, según afirman quienes le rodean, sabe que en esta hipótesis tendría muchas opciones de perder, "aunque con la militancia no se sabe". "Seríamos David contra Goliat, pero al final ganó David", advierten. Lo que teme Madina, añaden, no es perder, sino "ganar por poco o ganar contra Susana si ella se revuelve". Las posibilidades de pacto entre ambos parecen, a día de hoy, lejanas. Pero podría cambiar. "El camino es largo y hasta el congreso del 26 y 27 de julio queda mucho. En el amor, como en la guerra, todas las estrategias son válidas", sanciona un alto cargo de la Junta. 

Eduardo Madina, a su llegada al pleno del Congreso el pasado 29 de mayo | EFE

03. Contienda a dos: Madina y Sánchez. La federación andaluza no tiene un criterio unánime acerca de qué es lo mejor para Díaz. Los hay que creen que ella puede parar la caída socialista y los hay que juzgan que si ella salta a la Secretaría General "se pondría en riesgo" la Junta, un capital demasiado valioso, "y eso puede ser la puntilla para el PSOE". "Si está fuerte Andalucía, se puede fortalecer el PSOE", argumenta este último sector. Estos también estiman que a Díaz no le conviene competir con otros candidatos, que ella sólo debería atreverse a viajar a Madrid en un congreso de unidad, que es lo que, según este núcleo de dirigentes, necesita el PSOE para recuperarse. "Nosotros podemos hacer un sobreesfuerzo, pero si el sacrificio es para algo. Si vamos a terminar como un queso gruyère, entonces no merece la pena. Esto va de unir voluntades, no de dirimir liderazgos, liderazgos que no existen, porque el de Edu no está consolidado, y la única que tiene liderazgo es ella. Si esto va de Juego de tronos, yo le diría que no subiese a Madrid", opina un responsable provincial. 

Si Madina concurre y Díaz no va, es seguro que Sánchez intentará medirse contra él. Los dos diputados están muy enfrentados y tienen pésimas relaciones. 

04. Candidato de unidad. Incluso en el círculo más próximo a Madina no descartan que las cosas se volteen de aquí al viernes, cuando comienza la recogida de avales. No se espera que renuncie, pero tampoco es una posibilidad remotísima. En esa hipótesis, Díaz sería la única candidata y la que conquistaría Ferraz casi por aclamación. No obstante, el reglamento aprobado por la ejecutiva federal el pasado 2 de junio obliga a consultar a la militancia en cualquier caso, haya uno o más aspirantes. Además, no hay que olvidar que incluso en este escenario Pérez Tapias concurriría, en caso de que lograse los avales. Los que suscriben esta hipótesis entienden que el partido ya está "exhausto" de tantas guerras intestinas, y que por tanto necesita lamerse sus heridas con un liderazgo claro y unitario. 

B. ¿QUIÉN ES LA RENOVACIÓN Y QUIÉN EL APARATO?

2014 no es como 2012. En Sevilla, hace dos años, los dos contrincantes, Rubalcaba y Chacón, podían tomar cada uno una bandera clara. Uno, la continuidad, el cambio tranquilo, la estabilidad. La otra, la renovación. Pero ahora la bandera de la novedad no es privativa de ninguno de los corredores en pista. Díaz (39 años), Madina (38) y Sánchez (42) se sitúan en la misma banda de edad. 

La contienda pivota en torno a quién encarna o está más próximo al aparato. Los valedores de Madina niegan, primero, todo pacto con Rubalcaba, pese a que muchos en el partido lo entrevieron cuando el secretario general aceptó, sin resistencias, celebrar un congreso en el que toda la militancia pudiese votar. Y señalan, después, que él representa la verdadera "renovación", ya que pretende "liderar el partido no desde los aparatos, sino desde la militancia". Él, inciden, no ha estado en ningún Gobierno, ni tiene "lastres", y puede pilotar "la integración" del partido. Madina y sus partidarios, además, cargaron contra los barones que salieron en cascada a apoyar a Díaz, porque ninguno había podido consultar a los afiliados. "La militancia no está testada, no sabemos qué piensa, por mucho que digan sus jefes de filas", abundan estas fuentes. 

Sin embargo, esta descripción duele a no pocos secretarios generales y a la federación andaluza. "Que diga que él no es aparato... Susana y él son aparato. Pero él es sin duda más aparato federal", protestaba ayer molesto un importante barón territorial. Recordaba los datos biográficos del diputado: Madina entró en la ejecutiva federal como vocal de la mano de Zapatero en 2008, y Rubalcaba lo mantuvo en la dirección que compuso en 2012. Y es, desde 2009, secretario general del Grupo Socialista. Por tanto, ha pertenecido al sanedrín socialista en la época más dura, sin que haya cuestionado nunca los planteamientos del extinguido Gobierno de Zapatero y de Ferraz. Como número dos del Grupo Socialista votó a favor de los recortes económicos de Zapatero y de la reforma constitucional del artículo 135, pactada con el PP, sin mostrar ningún tipo de discrepancia pública. 

Díaz se conoce bien las tripas del partido desde que ingresara en las Juventudes Socialistas de Andalucía con 17 años. Allí ejerció la Secretaría de Organización, el mismo cargo que ocupó, años más tarde en el PSOE de Sevilla y en el PSOE-A. Y ahora es, desde noviembre de 2013, la secretaria general. De hecho, una de las críticas más recurrentes que se oyeron cuando su mentor, José Antonio Griñán, la nombró sucesora, era que su trayectoria profesional se había desarrollado en y por el partido. Díaz, en efecto, lo conoce bien. Dentro y fuera de su federación elogian cómo ella "logró unir al PSOE-A en muy poco tiempo", cuando estaba a navajazos desde hacía años, especialmente desde que Manuel Chaves cediera a Griñán las riendas de la Junta y del partido a Griñán. 

Sánchez suele trasladar que él es el más outsider de todos sus rivales, porque no se ha sentado nunca en la ejecutiva federal ni tampoco tiene hueco en el Comité Federal, máximo órgano de dirección. Tampoco está en el aparato del grupo en el Congreso. Sí fue reclutado el año pasado por Ferraz para coordinar los trabajos de la Conferencia Política

C. LOS TIEMPOS

Sotillos y Pérez Tapias, dos candidatos a la izquierda

Sotillos y Pérez Tapias, dos candidatos a la izquierda

Los tres aspirantes, según sus respectivos entornos, no manifestarán su decisión de concurrir o no hasta finales de semana, entre el jueves y el viernes. Hay dos razones básicas, además, que apuntalan este cálculo. Uno, que la recogida de avales no comienza hasta el día 13, y se extenderá hasta el 27 de junio. Y dos, la votación en el Congreso de la Ley de Abdicación. Que los focos estén en la Cámara baja ese día y en el debate que los socialistas mantendrán un día antes a puerta cerrada (y que se prevé intenso) hace pensar que las postulaciones se retrasarán. Además, los próximos a la presidenta de la Junta entienden que ella, antes de dar o no el paso, debe calibrar los movimientos de sus contrincantes. 

La guerra por el liderazgo del partido es, como lo define un conocido dirigente, "una partida de póker" en la que se trata de ver quién aguanta hasta el final. Esta fuente cree, por ejemplo, que Madina tardará en pronunciarse con la esperanza de dejar menos margen de maniobra a la baronesa andaluza y esperar su renuncia.

Esta semana, en cualquier caso, el debate va a estar contaminado por la jubilación del rey Juan Carlos y la sucesión exprés orquestada por el propio monarca, Rubalcaba y Mariano Rajoy. Todos los aspirantes saben que se les preguntará por su postura sobre la monarquía, sobre la necesidad (o no) de un referéndum. Importantes dirigentes que apoyan a Díaz no descartan que haya algún movimiento de Madina en esa dirección, y que aproveche la proximidad de la votación en el Congreso para "hacer un guiño republicano a las bases", desmarcándose de la posición más institucional del secretario general y la presidenta andaluza. Los próximos al diputado vasco no quieren avanzar su estrategia. Pero sus plataformas de apoyo replicaron la semana pasada en las redes sociales unas declaraciones suyas en las que se confesaba republicano

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