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Los debates electorales quedan en el aire por el empeño de Sánchez de imponer la fecha y celebrar solo uno en RTVE

Pedro Sánchez, durante el paseo electoral que realizó el miércoles por las calles de Ibiza.

¿Habrá un debate preelectoral, dos o ninguno? ¿En qué cadena será? Y, si finalmente se celebra, ¿estará presente el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez? Lo cierto es que, a escasos días de las fechas en las que estaban previstos estos cara a cara en RTVE y Atresmedia, la celebración de ambos debates está en el aire por los vaivenes de Sánchez desde que se propusieron. Este jueves, la polémica ha sumado un nuevo capítulo después de que RTVE decidiese cambiar la fecha de su debate para adecuarse a las preferencias de la Moncloa, y ahora mismo Sánchez se encuentra disputando un pulso al resto de candidatos con la televisión pública de por medio: el líder socialista es el único que ha confirmado su asistencia a RTVE, mientras que los líderes de PP, Unidas Podemos y Ciudadanos insisten en mantener su compromiso con el debate de Atresmedia.

El tira y afloja con los debates preelectorales comenzó hace una semana, el jueves 11 de abril, cuando Sánchez anunció que solo aceptaría la invitación de Atresmedia para acudir a su debate el martes 23 de abril, en detrimento del planteado por RTVE un día antes, el próximo lunes 22. El argumento que utilizó entonces el PSOE es que el formato de Antena 3 y La Sexta sí incluía la presencia del líder de Vox, Santiago Abascal, por lo que era el único debate en el que iban a estar representadas todas las fuerzas políticas "que presentan candidaturas en todas las provincias de nuestro país y que, según la encuesta preelectoral del CIS conocida esta semana, superan el 10% de intención de voto a nivel nacional".

Lo cierto es que, con su presencia en el debate a cinco de Atresmedia, Sánchez mataba dos pájaros de un tiro. Habida cuenta de las buenas perspectivas que arrojan las encuestas para el PSOE, al dirigente está realizando una campaña de bajo perfil sin exponerse y arriesgar demasiado, y acudiendo al menos a ese debate preelectoral evitaba ser criticado por no dar la cara. Pero, además, el formato de cinco participantes convenía a Sánchez porque le permitía incidir en la presencia de Abascal como parte integrante y fundamental del bloque de la derecha que integra junto a PP y Ciudadanos, y reivindicar así el PSOE como el voto útil para frenar a los conservadores.

La decisión de Sánchez de no acudir al debate propuesto por RTVE –que solo había invitado a los candidatos de PSOE, PP, Unidas Podemos y Ciudadanos, y no a Vox– generó mucho malestar en la corporación pública. Pero los planes del líder socialista se vinieron abajo después de que la Junta Electoral Central vetara el pasado martes el debate de Atresmedia precisamente por incluir a la ultraderecha, tras un recurso de ERC, Coalición Canaria y PNV. El organismo, independiente de los partidos, argumentó que el formato de la corporación privada no respetaba "el principio de proporcionalidad", ya que Vox iba a estar presente pese a que obtuvo en las últimas elecciones un 0,2% de los votos y otros partidos que sí consiguieron representación parlamentaria no habían sido invitados.

Tanto Atresmedia como RTVE se movieron rápido después de la decisión de la Junta Electoral. El grupo privado de comunicación modificó su planteamiento y propuso entonces un debate a cuatro entre los líderes de PP, PSOE, Unidas Podemos y Ciudadanos, mientras la corporación pública reiteró su proposición e insistió en ese mismo formato, que era el que había promovido inicialmente y que Sánchez había rechazado precisamente porque no incluía a Vox. Atresmedia y RTVE no mencionaron el pasado martes ninguna variación en la fecha de sus propuestas: el grupo privado había acordado con los partidos que el debate fuese el martes 23, y la corporación pública les había propuesto por escrito el lunes 22.

El cambio de criterio de Sánchez

No obstante, el miércoles Sánchez ya dejó caer que solo se planteaba acudir a un debate y que, habida cuenta del veto a Vox de la Junta Electoral, prefería que fuera en RTVE y el martes 23; la misma fecha en la que todos los partidos se habían comprometido con Atresmedia antes de la decisión del organismo electoral. Inicialmente, RTVE recordó que este debate estaba contemplado para el lunes 22, si bien se abrió a poder hacerlo en fechas posteriores "siempre que las diferentes formaciones invitadas lo consensúen entre ellas". De hecho, así venía recogido en el Plan de Cobertura informativa de la Corporación RTVE, un documento presentado ante la Junta Electoral hace unas semanas en el que RTVE dejaba claro que su "debate a cuatro" estaba planteado para "el lunes 22",

Pero este mismo jueves, la televisión pública anunció unilateralmente que su debate se celebraría el martes 23, haciéndolo coincidir con el de Atresmedia. Y a partir de ahí se generó la polémica. Sánchez, como ya anunció y pese a su rechazo inicial a acudir a RTVE, es el único que ha confirmado su presencia en el debate de la televisión pública ese día. Los otros tres candidatos –Pablo Casado (PP), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos)– han rechazado acudir si la corporación insiste en matenerlo en esa fecha argumentando que ya tenían un compromiso previo adquirido con Atresmedia para acudir a su debate, y han coincidido en criticar lo que entienden como una actuación partidista por parte de RTVE y de su administradora única, Rosa María Mateo.

 

El pulso entre Sánchez y los otros tres candidatos

Así las cosas, son varias las opciones posibles para la próxima semana. Si ninguno de los partidos cambia de opinión y ni RTVE ni Atresmedia modifican la fecha de sus debates –para la corporación pública sería el segundo cambio–, Casado, Iglesias y Rivera acudirían el martes 23 al formato preparado por el grupo privado y Sánchez iría al de la televisión pública, aunque está por ver si junto a alguien más. El candidato del PSOE se reafirmó este martes en su decisión y aseguró que su cambio de idea se ha producido porque la exclusión de Vox "ha hecho que las condiciones cambien" y lo mejor es "hacer ahora el debate en la televisión pública, que es la de todos". Por ello, Sánchez pidió al resto de los líderes que acudan a RTVE o, en su caso, que manden a segundos espadas a debatir con él.

Sánchez da marcha atrás y participará en los dos debates: el lunes en RTVE y el martes en Atresmedia

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Sin embargo, si PP, Unidas Podemos y Ciudadanos no ceden y solo los socialistas envían un representante a la televisión pública, el debate de RTVE no podría celebrarse porque Sánchez no tendría con quién debatir, y eso podría obligar al presidente del Gobierno a rectificar y aceptar la invitación de Atresmedia, que sigue en pie, lo cual supondría que tendría que dar su brazo a torcer. Si no lo hace, corre el riesgo de que el debate en el grupo privado se celebre pero con el atril de los socialistas vacío, como ya ocurrió con el puesto del entonces candidato del PP, Mariano Rajoy, en el debate organizado por El País en 2015.

Pero es que, además de dejar en el aire que se vaya a celebrar un auténtico debate con los cuatro líderes presentes en la misma sala, la polémica ha perjudicado notablemente a la imagen de RTVE. El Consejo de Informativos de la televisión pública, que aúna a los representantes de los trabajadores, denunció en un comunicado que "RTVE debe apostar por la imparcialidad y no ajustar su programación a la propuesta de un único partido político, sea el que sea, sino favorecer que el debate a cuatro se celebre en la radiotelevisión pública conforme estaba previsto".

Y el presentador Xabier Fortes, el elegido por RTVE para moderar el debate, expresó públicamente su "más absoluto desacuerdo" con la decisión de Rosa María Mateo "de modificar la fecha fijada para el debate a cuatro y pasarlo al día previsto por una cadena privada". Para Fortes, este cambio pone "en entredicho la imagen de independencia" de la corporación.

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