La FAES de Aznar y el PP sellan su ‘divorcio’

La Fundación FAES decidió este lunes renunciar a las subvenciones que hasta ahora percibía por estar vinculada al Partido Popular, rompiendo así su vínculo con los conservadores. Así lo anunció José María Aznar, presidente de este think tank, en una reunión del patronato, cuyos miembros ratificaron el acuerdo que la semana pasada firmaron la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y el secretario general de FAES, Javier Zarzalejos.

"Por diferentes razones, la Fundación FAES entiende que ese modelo de financiación pública no es el adecuado ni a las circunstancias actuales ni para el futuro de la fundación y así se lo transmitió meses atrás a la dirección del Partido Popular con la que se han mantenido diversas conversaciones", indica el comunicado.

Además, el patronato aprobó una reforma de sus estatutos, estableciendo un nuevo órgano de gobierno en el que el partido conservador renunció a los miembros que hasta este lunes le correspondían como vocales natos. No obstante, el Partido Popular y la fundación manifestaron en el comunicado que se "muestran abiertos y dispuestos a seguir colaborando en el futuro desde sus respectivos ámbitos de actividad".

Caída de las subvenciones públicas

La principal razón de esta ruptura tiene que ver con razones económicas. Así se esgrime desde ambas partes. Antes de las elecciones del 26J los conservadores ya consideraban necesaria una revisión del papel de la FAES de Aznar, sobre todo en un momento en el que las fundaciones de los partidos políticos veían cómo sus subvenciones públicas se veían reducidas considerablemente. El entorno del expresidente cifraba en un 70% la caída desde el año 2008. 

Estas ayudas son concedidas por los ministerios de Asuntos Exteriores y Cooperación y de Educación y la cantidad concedida tiene que ver con la representación parlamentaria. Así, en los tres últimos años la caída fue de un 26,2%.

Roces entre el presidente de FAES y el Partido Popular

A pesar de las razones puramente económicas, lo cierto es que la relación entre la fundación y los conservadores sufrió un distanciamiento marcado por diversos roces. El último Campus FAES –que se celebró el pasado mes de julio– fue el primero que no contó con la cásica imagen de Rajoy saludando a Aznar y también el primero al que no asistieron ni Cospedal ni ministros del Gobierno. 

Este distanciamiento se explica por las intervenciones del expresidente que, en los últimos años, generaron malestar en el entorno de Rajoy y en algunos cargos del partido, hasta tal punto que Aznar no participó en las recientes campañas electorales. 

Aznar solicitó al PP "volver a tomar en serio la disciplina y las reformas" y avisó de los peligros de un exceso de deuda pública y calificó de "error" relajar la corrección del déficit. A estas palabras le contestó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que subrayó el paralelismo entre los gobiernos de 1996 y de 2011 porque a ambos les tocó reducir el déficit, y defendió la necesidad de "comportarse con unidad y responsabilidad" ante la crisis.

En el entorno de Aznar, presidente de honor del PP, llevan muchos meses molestos con Rajoy y su equipo de fieles. Creen que la filtración de sus declaraciones de la renta partió de Moncloa.

Algunos dirigentes ya consideraron que la fundación vinculada al partido no podía estar presidida por alguien que lo enfrentaba constantemente. Algunos sectores del PP llegaron incluso a denunciar que Aznar utilizaba FAES como un laboratorio de ideas "contra" el partido. 

Algunos círculos del partido llegaron incluso a hablar de que FAES debía estar presidida por el número uno del partido. Ahora, con esta decisión, este debate se cierra.