“Respetamos el proceso judicial en marcha. Total tranquilidad”. Estas expresiones salen del corazón del Palacio de La Moncloa en una semana de alta intensidad en el Tribunal Supremo por el caso Cerdán. Y en el Ejecutivo y en el PSOE están convencidos de que el impacto electoral de este episodio ya está amortizado, aunque respiran más aliviados al ver que el juez Leopoldo Puente no ha enviado a prisión al exministro José Luis Ábalos. La decisión judicial les evita una foto “desagradable”: la de otro exsecretario de Organización del partido entrando en la cárcel.
Varias fuentes del Gobierno y del PSOE señalan que parece que lo peor ya ha pasado y recuerdan los días de shock que vivió el partido en junio y julio a raíz del demoledor informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) sobre Santos Cerdán, que sigue en la cárcel. Aquellas semanas los socialistas vieron un bajón en los sondeos, especialmente por la pérdida de mucho apoyo femenino, que fue clave para aguantar en las elecciones del 23J.
En Moncloa y en Ferraz sostienen que ahora la situación es diferente, como señalan algunas encuestas (la de 40db pone en empate técnico a Pedro Sánchez con Alberto Núñez Feijóo, mientras que en la del CIS se denota especialmente la caída de los populares en una pugna directa con Vox). Incluso hay dirigentes socialistas que tienen la tesis de que la formación puede llegar a ser primera fuerza en unas futuras elecciones generales ante la lucha intestina que viven las derechas.
"Le toca a la Justicia hacer su trabajo"
Los socialistas defienden que su actuación respecto a Ábalos y Cerdán, apartándolos de la formación y pidiendo perdón ante los ciudadanos, evidencia una forma totalmente distinta de actuar respecto al Partido Popular. Y ponen sobre la mesa en la dirección del partido que se tomaron decisiones difíciles respecto al exministro de Transportes que no fueron entendidas por parte de la familia socialista en un primer momento.
“Le toca a la Justicia hacer su trabajo”, señalan desde Ferraz respecto a la resolución del Tribunal Supremo de mantener en libertad a Ábalos. En el auto, Leopoldo Puente aprecia un cierto riesgo de fuga, pero “no lo suficientemente intenso” como para enviarlo a la cárcel. Lo que hace es mantener las medidas cautelares vigentes: prohibición de salir del país, retirada de pasaporte y comparecencias quincenales.
El juez insiste en que persisten los indicios de criminalidad que aparecían ya seriamente consolidados en la causa y que el último informe de la UCO ha incrementado su existencia y robustez, poniendo de relieve que Ábalos, sin hacer uso de cantidad alguna en metálico procedente de sus cuentas bancarias durante varios años, efectuó sin embargo significativos ingresos en esas mismas cuentas.
El PSOE niega financiación irregular
El Gobierno pone énfasis durante estas horas en que el último informe de la UCO solo pone en entredicho el patrimonio de Ábalos, con un presunto desfalco de 95.000 euros, pero que no apunta a ninguna financiación irregular del PSOE, lo que sería una auténtica bomba para el partido. Reconocen en el Ejecutivo que la imagen de los sobres con dinero es muy mediática, pero que se trata de una mera liquidación por gastos.
La derecha política y mediática sigue alentando, no obstante, unos supuestos nuevos informes de la UCO que podrían poner contra las cuerdas ahora al ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres. El expresidente de Canarias dice estar muy tranquilo y, por ejemplo, señaló en la sesión de control ante las preguntas de Eduardo Carazo (Partido Popular): "Cuando ese informe vea la luz, ustedes quedarán en evidencia porque quedarán claras las calumnias que han vertido contra una persona honesta y honrada y su familia, y eso no es política".
A lo que añadió, sobre el proceso de compra de mascarillas que lo vincula con Koldo García: "Fue un proceso de contratación completo absolutamente legal, pero eso al PP le da igual porque está instalado en la infamia y en la calumnia”.
El PP se aferra al 'caso Cerdán'
El PP trata de acorralar de nuevo al Gobierno con el caso Cerdán y tiene en el horizonte la próxima comparecencia del presidente del Gobierno en la comisión de investigación del Senado. La Mesa de este órgano, dominada por mayoría absoluta, decidirá la fecha este jueves con la vista puesta en los días 27 o 30 de este mes. El equipo del presidente ya está preparando esa cita en la Cámara Alta.
Los populares confían en los casos de corrupción como principal arma para reflotar en las encuestas y capitalizar la animadversión de la derecha contra Sánchez. Núñez Feijóo aprovechó su cara a cara con el presidente en la Cámara Baja para ahondar en esta cuestión, acusando al socialista de que su círculo “hace caja” mientras los españoles no llegan a final de mes: “Corren los billetes como en un prostíbulo”. Con otro mensaje: "Ha convertido a España en un país caro para trabajar y barato para los sinvergüenzas". "¿Le parece decente?".
Desde el Gobierno procuran placar este ataque poniendo sobre la mesa cuestiones como el buen devenir de la economía “triple A”, en referencia al respaldo de las grandes agencias de calificación de deuda, además del incremento de las previsiones sobre crecimiento del PIB del FMI para España hasta el 2,9% para este año y el 2% para 2026. Asimismo, el Ejecutivo trata de retratar la “nada” que significa Feijóo, en su opinión, para la política y sus silencios en temas como la rebeldía de Isabel Díaz Ayuso contra la ley del aborto y el fallo de los cribados del cáncer de mama en Andalucía.
“Respetamos el proceso judicial en marcha. Total tranquilidad”. Estas expresiones salen del corazón del Palacio de La Moncloa en una semana de alta intensidad en el Tribunal Supremo por el caso Cerdán. Y en el Ejecutivo y en el PSOE están convencidos de que el impacto electoral de este episodio ya está amortizado, aunque respiran más aliviados al ver que el juez Leopoldo Puente no ha enviado a prisión al exministro José Luis Ábalos. La decisión judicial les evita una foto “desagradable”: la de otro exsecretario de Organización del partido entrando en la cárcel.