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Iglesias y Errejón competirán con proyectos y listas diferentes tras no llegar a un acuerdo

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, junto al secretario de Política, Íñigo Errejón.

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El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y su secretario político, Íñigo Errejón, llevarán su pugna a la II Asamblea Ciudadana Estatal de Vistalegre del 11 y el 12 de febrero y competirán con diferentes proyectos y candidaturas a la dirección, tras haber constatado la imposibilidad de llegar a un acuerdo total antes de que finalice el plazo fijado por el partido para negociar, que expira la medianoche de este miércoles, según ha informado Europa Press.

Finalmente, las diferencias políticas y organizativas entre sus proyectos han pesado más que las coincidencias, y los equipos de ambos han asumido, tras diez días de conversaciones y muchos desencuentros, la imposibilidad de confluir en una misma candidatura.

Aunque el cruce de acusaciones y reproches ha ido en aumento a medida que avanzaban los días, ninguno de los equipos ha querido dar por rotas las negociaciones públicamente. Hasta pocas horas antes de finalizar el plazo, tanto Iglesias como Errejón aseguraban que seguían intentado llegar al máximo nivel de acuerdo posible, y se negaban a cerrar la puerta al acuerdo.

Sin embargo, en la tarde de este miércoles, sus equipos se centraban ya en ultimar los detalles de las candidaturas con las que se postularán para integrar la nueva dirección de Podemos que saldrá del congreso de Vistalegre II, y que tienen que registrar antes de la medianoche de este miércoles.

Desencuentros constantes

Las conversaciones han estado marcadas por la tensión desde la primera y única reunión pública que se ha producido entre los principales equipos que han presentado proyecto, y que tuvo lugar el miércoles de la semana pasada a iniciativa de Iglesias. A ella asistieron, además del equipo Podemos para Todas del secretario general y el de Recuperar la Ilusión de Errejón, el de Podemos en Movimiento de los anticapitalistas de Miguel Urbán, entre otros.

Este último sector, que representa la corriente más a la izquierda de Podemos, fuel el primero en asumir la imposibilidad de llegar a un acuerdo globay anunciar que defenderían sus ideas en Vistalegre con sus propios documentos políticos y organizativos y su propia candidatura, en la que ha además de Urbán se integran, entre otros, el alcalde de Cádiz, José María González Kichi Kichio el cantante Nacho Vegas.

Por su parte, errejonistas y pablistas han mantenido el contacto de forma permanentes –de ello se han encargado, en concreto, los dirigentes Pablo Bustinduy, por parte del equipo de Errejón, e Irene Montero, en representación del de Iglesias–, pero los avances a lo largo de los diez días de negociaciones han sido escasos y los desencuentros, la tónica general.

Así, los de Errejón han lamentado en diferentes ocasiones la falta de voluntad de acuerdo de los pablistas durante las negociaciones –al no acudir a varias reuniones convocadas por otros equipos para buscar acuerdos parciales–. También han avisado de la imposibilidad de conseguir la unidad "a toque de corneta" y base de "proclamarla".

Por su parte, el equipo de Iglesias ha acusado a los errejonistas de centrar las negociaciones en el "reparto" de poder de la organización. El propio secretario general afirmó que había sectores que estaban pidiendo "cuotas" o "liberados" como si Podemos fuera una "tarta a repartir". "Hay quien dice que Podemos tiene que ser una tarta y un modelo de familias como el PSOE, yo lo respeto, pero creo que al PSOE le va bastante mal", afirmó la semana pasada.

Tensión hasta en los escaños

El posible pacto se alejó aún más cuando las negociaciones sobre el sistema para renovar la Comisión de Garantías de Podemos –el órgano judicial de Podemos encargado dirimir los conflictos internos– saltaron por los aires el pasado lunes en el llamado Equipo Técnico, la comisión designada para organizar Vistalegre II, en la que están representados las tres principales corrientes, y que está obligada a tomar las decisiones por consenso, es decir, por unanimidad.

Ante la falta de consenso sobre este asunto, que era crucial para errejonistas y anticapitalistas, el secretario de Organización y destacado miembro del equipo de Iglesias, Pablo Echenique, decidió elevar a la propia Comisión de Garantías el conflicto, para que fuera este órgano el que lo resolviera.

Esta decisión fue tachada de "unilateral" e incluso de "golpe de Estado burocrático" por los errejonistas, y la tensión generada llegó incluso al Hemiciclo del Congreso, donde Iglesias y Errejón protagonizaron el martes por la tarde, durante el Pleno, una "apasionada" discusión sobre este asunto, entre otras cosas.

Finalmente, el Equipo Técnico logró a última hora del martes cerrar un acuerdo de mínimos que evitara la ruptura total sobre las reglas para renovar el tribunal interno de Podemos y sobre el orden de las votaciones que arrancarán este sábado para fijar la nuevo rumbo político, el modelo de partido y la nueva dirección.

Aunque este acuerdo de mínimos sirvió para destensar el ambiente en el partido morado, no ha conseguido sin embargo desbloquear el grueso de las negociaciones para fusionar los proyectos de los dos principales equipos y, finalmente, Iglesias y Errejón llevarán su pugna al congreso presencial del 11 y el 12 de febrero.

Su enfrentamiento he llevado además a la secretaria de Análisis Político y Social, Carolina Bescansa, y al secretario de Economía, Nacho Álvarez, a decidir dejar sus cargos en la dirección y renunciar a integrarse en ninguna candidatura para formar parte de la nueva dirección que salga de Vistalegre II.

Iglesias se asegura un puesto en la futura dirección

Iglesias encabezará además la candidatura que presentará con su equipo Podemos para Todas al Consejo Ciudadano Estatal –el máximo órgano de dirección entre asambleas–, al margen de la candidatura que también va a presentar para seguir liderar el partido tras la II Asamblea Ciudadana de Vistalegre.

De este modo, aunque el líder cumpla su palabra de dimitir como secretario general si su proyecto político y el organizativo no son los más votados, formará parte de la dirección que salga de Vistalegre II, ya que tendrá un puesto como consejero ciudadano. Su objetivo es que si gana una estrategia política que no es la suya, él pueda estar en el Consejo "al servicio de quien lidere", según explican estas fuentes.

Al igual que ya hizo en la Asamblea fundacional de Vistalegre de 2014, Iglesias anunció hace más de un mes que aunque sea elegido secretario general –nadie más se ha postulado–, no seguiría al frente de la organización si no gana también la votación de los documentos político y organizativo, ya que no quiere estar al frente de un partido si no puede aplicar el rumbo que defiende.

Estos escenarios son posibles en Podemos ya que las votaciones de candidaturas a la dirección y de propuestas políticas, organizativas, éticas y de igualdad son independientes. Es decir, podría darse el caso de que Iglesias revalidara su puesto como secretario general y su lista fuera la más votada, pero sus documentos quedaran por detrás de los que presentará el secretario político, Íñigo Errejón, que no presentará candidatura a la Secretaría General.

De darse ese escenario, Iglesias ha afirmado en varias ocasiones que debería ser Errejón, como líder del proyecto político y organizativo que más apoyos ha recabado, quien se ponga al frente del partido, a pesar de que el secretario político ya ha anunciado que no quiere liderar. De hecho, este miércoles ha asegurado que, si se diera el caso, pondría a disposición de Iglesias si cargo antes de que este dimitiera.

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Además de Iglesias, forman parte de su lista algunos de sus más estrechos colaboradores y actuales dirigentes como su jefa de Gabinete, Irene Montero, que va de número dos, o el secretario de Organización, Pablo Echenique, que va de número cinco, ya que Iglesias ha reservado el tres para el economista Vicenç Navarro, según han confirmado a Europa Press fuentes de Podemos para Todas.

También forman parte de su lista la responsable legal del partido, miembro del cuestionado Consejo de Garantías y vicepresidenta cuarta del Congreso, Gloria Elizo; el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil, Rafael Mayoral; o la diputada por Cádiz, Noelia Vera.

Iglesias ha elaborado su propia lista a la dirección tras diez días de negociaciones infructuosas con el equipo de Errejón, que han estado protagonizadas por los desencuentros y el cruce de reproches entre ambos. Aún así, ninguno de los dos ha querido dar por rotas las negociaciones públicamente antes de que se agotara el plazo para llegar a acuerdos, que expira la medianoche de este miércoles.

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