10N | Elecciones Generales

La izquierda baja ligeramente, la derecha antidemocrática se dispara y Sánchez vuelve a la casilla de salida

Pedro Sánchez, su mujer Begoña Gómez y Carmen Calvo celebran los resultados en la sede de Ferraz.

Pedro Sánchez confiaba en que la repetición electoral le serviría para negociar un Gobierno desde una posición de mayor fuerza, pero no ha sido así: el PSOE baja tres escaños y se queda en 120, Unidas Podemos pierde 7 de los 42 diputados que tenía y Más País sólo consigue 3. La gran beneficiada de la noche electoral es la derecha antidemocrática de Vox, que multiplica sus escaños desde 24 a 52, con el 100% del voto escrutado.

Las  opciones de Sánchez para formar Gobierno son igual de problemáticas, o más, que en la última legislatura: o se abstiene el PP, algo que parece imposible sobre todo tras la enorme subida de la extrema derecha; o se abstienen parte de los independentistas catalanes, lo que resulta también muy improbable cuando todo apunta a que el año que viene habrá elecciones autonómicas y después del endurecimiento del discurso de Sánchez sobre Cataluña en los últimos meses; o vota a favor Ciudadanos, siempre que el PSOE logre además el respaldo de Unidas Podemos y de los partidos regionalistas; o se abstienen al mismo tiempo PP y Unidas Podemos

A día de hoy, todos son escenarios de ciencia ficción. Pero la alternativa sería ir a unas terceras elecciones, algo que a la vista del hartazgo de mucho electores y de la meteórica subida de la extrema derecha, parece una grave irresponsabilidad.

Los otros dos grandes titulares de la noche son el hundimiento de Albert Rivera, que pierde 47 escaños y se queda en 10, uno de los mayores desplomes en cuatro décadas de elecciones democráticas, y la subida de Pablo Casado, que intentará vender como un éxito el segundo peor resultado de la historia del PP, al subir de 66 a 88. Antes de los comicios de abril, tenía 137.

Los independentistas catalanes mejoran ligeramente su representación, después de la sentencia del procés que terminó con largas condenas de cárcel para políticos independentistas. En abril, ERC logró 15 escaños y Junts obtuvo 7. Ahora, son tres los partidos que obtienen representación: 13 diputados ERC, 8 Junts y 2 la CUP. En total, un acta más.

En Euskadi y Navarra, tanto el PNV como EH Bildu mejoran sus posiciones, al ganar un escaño cada uno. Pasan a tener 7 y 5 diputados, respectivamente.

El Congreso se completa con 2 diputados de Coalición Canaria , 1 del Partido Regionalista Cántabro (PRC), 1 del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y 1 de ¡Teruel Existe!

La participación se situó en el 69,87,%, seis puntos menos que en abril. Un dato idéntico al que se produjo en la repetición electoral de junio de 2016, cuando la afluencia a las urnas se situó en el 69,8% del censo. Los votos en blanco, por cierto, superaron los 216.515 (0,76% el total), la cifra más alta desde las generales de 2011, cuando tras el estallido del 15M eligieron esa opción 333.461 personas.

  Los bloques 

En las elecciones de abril, la izquierda consiguió 166 diputados (123 el PSOE, 42 Unidas Podemos y 1 Compromís), mientras que ahora se queda en 158 (120 el PSOE, 35 Unidas Podemos y 3 Más País). Ello supone un retroceso del 4,8%

El bloque de la derecha y la ultraderecha mejora su representación en tres diputados, desde los 149 escaños (66 el PP, 57 Ciudadanos, 24 Vox y 2 Navarra Suma) hasta los 152 (88 el PP, 52 Vox, 10 Ciudadanos y 2 Navarra Suma). Ello equivale a una ganancia del 2,0%.

En suma, la izquierda desciende 8 diputados y la derecha sube 3. ¿Adónde se han ido esos cinco escaños? Casi todos al tercer bloque, el de los partidos independentistas y nacionalistas, que mejoran en general sus posiciones: los independentistas logran tres actas más (una en Cataluña, una EH Bildu y otra el BNG) y consiguen en total 29 diputados, mientras que el PNV también mejora un escaño. Además, el Congreso suma una nueva formación regionalista: ¡Teruel Existe!, que logra representación en su primera participación electoral, con la bandera de la defensa de la España vaciada.

En número de votos, la izquierda volvió a ganar por la mínima a la derecha, tal y como ya ocurrió en abril. Esta vez se impuso por algo más de 31.303 votos, un apretadísimo 0,15% si tenemos en cuenta que entre ambos bloques sumaron más de 20,82 millones de votos. Las tres fuerzas de izquierda obtuvieron 10.427.223 papeletas (6.752.983 el PSOE, 3.097.185 UP y sus confluencias y 577.055 Más País), mientras que los tres partidos del bloque de Colón se quedaron en 10.395.920 (5.019.869 el PP, 3.640.063 Vox, 1.637.540 Cs y 98.448 Navarra Suma). 

El 28A, la diferencia a favor de la izquierda había sido de 113.085 papeletas (11.438.114 frente a 11.325.029). En números absolutos, las tres formaciones de izquierdas pierden 1.010.891 votantes y los cuatro partidos de derechas (incluyendo a Navarra Suma) bajan 929.109. Un retroceso del 8,8% en el primer caso y del 8,2% en el segundo. La explicación es que este domingo se acercaron a las urnas 24,36 millones de personas, dos millones menos que en abril.

Por su parte, las cinco formaciones independentistas —las tres catalanas, EH Bildu y el BNG— suman 2.038.179 papeletas. Si a ello se suman las 377.423 del PNV, un partido claramente nacionalista pero que en este momento no apuesta por la independencia, la cifra es de 2.415.602. Ello supone un 9,9% del total de votantes.

  Las matemáticas electorales

Pedro Sánchez es de nuevo el único líder político que tiene capacidad de formar Gobierno, pero las matemáticas electorales son endiabladas para el candidato socialista. Los escenarios teóricos posibles son los siguientes:

1. Apoyo de PNV, Más País y PRC y abstención del PP. Sánchez obtendría 131 votos a favor si a los 120 escaños socialistas suma los 7 del PNV, 3 de Más País y 1 del PRC. Con la abstención del PP (88) y de Navarra Suma (2), el máximo número de votos en contra sería de 129. Por tanto, sería suficiente para salir investido en una segunda votación, donde se necesita mayoría simple.

Esta opción fue descartada durante la campaña de forma rotunda por Pablo Casado. En el PP sostenían, además, que un Vox fuerte le complicaría una hipotética abstención. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido.

No obstante, resulta plausible pensar que la presión sobre Casado se incrementará de forma notable en las próximas semanas para que al menos se abstenga. Para buena parte de los poderes fácticos, la gran ventaja de este escenario es que deja fuera tanto a los independentistas como a Unidas Podemos.

2. Apoyo de Ciudadanos, Más País y PRC y abstención del PP. Es una variante de la hipótesis anterior, en la que también quedarían fuera del acuerdo la izquierda de UP, los independentistas e incluso los nacionalistas del PNV. Los problemas y ventajas para Casado, en esencia, son los mismos. Sánchez lograría en este caso 134 votos a favor, 90 abstenciones y un máximo de 126 votos en contra.

3. Apoyo de la izquierda y abstención del PP. Si Sánchez logra el apoyo de UP y Más País, aunque sólo sea para la investidura, tendría garantizados 158 síes. Con la abstención de los 88 diputados del PP y los 2 de Navarra Suma, el máximo de votos en contra serían 102.

4. Abstención de Unidas Podemos y del PP. Las 120 actas socialistas serían suficientes para que Sánchez saliese en segunda vuelta, si se abstienen al mismo tiempo PP y Unidas Podemos, que suman 123 escaños. El máximo de votos en contra serían 107. 

5. Apoyo de la izquierda y del PNV y abstención de parte de los independentistas catalanes. En este escenario, a los 158 escaños a favor de la izquierda, el PSOE tendría que sumar los 7 del PNV. En total, serían 165 síes. Necesitaría al menos la abstención de 21 de los 29 independentistas. Con ello, los votos en contra serían como máximo 164.

En la medida en que los socialistas lograsen sumar apoyos entre los regionalistas, se reduciría el número de independentistas que tendrían que abstenerse.

6. Apoyo de la izquierda, de Ciudadanos y de los regionalistas y abstención del PNV. Si tras la debacle electoral Ciudadanos optase por dar un giro de 180 grados y votar a favor de la investidura de Sánchez, las cuentas saldrían para el candidato socialista si además sumase los 35 escaños de UP, los 3 de Más País y los 4 regionalistas (2 de Coalición Canaria, 1 de PRC, 1 de ¡Teruel Existe!). Todos ellos sumarían 172 actas. Necesitarían además la abstención del PNV, de forma que como máximo los votos en contra serían 171. 

  Vox, el gran beneficiado 

El análisis por partidos ofrece las siguientes conclusiones: suben Vox y PP, bajan PSOE y UP y se desmorona Ciudadanos.

El mayor crecimiento lo experimenta la ultraderecha de Santiago Abascal. Gana casi un millón de votantes, pese al descenso en la participación, y pasa de 24 a 52 diputados. Un incremento de 28 actas, que supone una mejoría del 116%. Su implantación se extiende a 13 de las 17 comunidades autónomas, de forma que los únicos territorios donde no obtiene representación son País Vasco, Galicia, Navarra y La Rioja. En la Región de Murcia y en Ceuta la ultraderecha fue la fuerza más votada. En total, consiguió el respaldo del 15,1% del electorado, convirtiéndose en el tercer partido a nivel estatal.

El PP también mejora en votos y escaños: logra 22 actas más en el Congreso, al pasar de 66 a 88, un crecimiento del 33,3%. También consigue 646.216 papeletas más que en abril, de forma que supera la barrera de los cinco millones. En porcentaje, supone el 20,8% del electorado, cuando estaba en el 16,7%. Si hace medio año su diferencia con los socialistas era de 57 escaños y 3,14 millones de votos, ahora la ha reducido a 32 diputados y 1,73 millones de papeletas. Eso sí, Casado ha obtenido el segundo peor resultado de la historia del PP. Y su objetivo de reunificar a la derecha y la extrema derecha bajo las siglas del PP parece lejano: si antes tenía a 57 diputados de Cs, ahora cuenta con 52 de Vox.

El crecimiento de ambos partidos se explica por el derrumbe del tercer componente del trío de Colón. Ciudadanos ha perdido 47 de sus 57 actas, lo que supone el 82,4%. Pasó del 15,8% al 6,8% de apoyo y perdió 2,51 millones de votantes. Rivera ha hundido por completo a Cs, que en realidad ya no puede considerarse un partido nacional: sólo tiene representación en 4 comunidades autónomas (3 diputados en Andalucía, 3 en Madrid, 2 en la Comunidad Valenciana y 2 en Cataluña). La magnitud de su hundimiento se refleja con crueldad en Cataluña: pasó de ganar las elecciones autonómicas en diciembre de 2017 a convertirse este domingo en la octava fuerza en la comunidad, por detrás incluso de PP, la CUP y Vox.

En la izquierda, el PSOE perdió tres de sus 123 diputados y 760.159 papeletas. Todo ello, pese a obtener un porcentaje similar de apoyo: el 28,6% en abril y el 28,0% ahora. Fue la fuerza más votada en diez comunidades autónomas, lo que equivale a perder el primer puesto en cuatro respecto a abril: en Cantabria, Castilla y León y Galicia pasó a ser la primera fuerza el PP, mientras que en la Región de Murcia los socialistas cayeron del primer al tercer puesto, al ser adelantados por Vox y PP.

Unidas Podemos retrocede siete diputados, pese a que las confluencias en Cataluña y Galicia repitieron resultados (con 7 y 2 actas, respectivamente). En votos, pierde más de 650.000 sufragios, quedándose en menos de 3,1 millones de papeletas. En abril tenía el 14,3% de apoyo electoral y ahora se ha visto reducido al 12,8%. Por comunidades autónomas, sólo logra el tercer puesto en Asturias, Canarias, Galicia e Illes Balears. No logra representación en cuatro autonomías: Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha y La Rioja.

El estreno de Más País ha sido más frustrante de lo que imaginaba Iñigo Errejón cuando decidió regresar de nuevo a la política estatal. Obtiene dos escaños por Madrid y uno por Valencia, donde concurría junto a Compromís. En total, cosechó 577.055 votos. En su duelo directo con Pablo Iglesias en Madrid, Errejón rozó los 200.000 votos y el líder de UP obtuvo casi 460.000. En las otras 16 circunscripciones donde se presentaba, no obtuvo escaño.

  Cataluña tras la sentencia del 'procés'

Las elecciones se celebraron un mes después de la dura sentencia del procés, así que cabía esperar un repunte del independentismo. Lo han logrado, al conseguir los mejores resultados de la historia en unas generales, pero se quedan aún lejos de conseguir la mayoría absoluta. También es cierto que las generales son las elecciones don los independentistas logran siempre peores resultados.

En número de escaños obtienen 23 de los 48 diputados en juego (13 ERC, 8 Junts y 2 la CUP), lo que supone el 47,9%. En abril habían logrado 22, es decir, un 45,8%. En cuanto a los partidos contrarios al derecho a decidir (PSC, PP, Vox y Cs) consiguen en total 18 actas, el 37,5%, una menos que en los comicios anteriores (el PSC mantuvo sus 12 diputados, PP y Vox pasaron de 1 a 2, y Cs retrocedió de 5 a 2). El tercer espacio, que ocupa En Comú Podem, repitió resultado al lograr 7 escaños, lo que equivale al 14,6%.

Si analizamos el reparto de votos, las fuerzas independentistas cosechan el 42,61%, rompiendo por primera vez la barrera del 40% en unas generales. En abril se quedaron en el 39,4%, y ese ya había sido su mejor resultado hasta entonces. Los partidos que se definen como constitucionalistas consiguen ahora el 39,8%, mientras que en los anteriores comicios lograron el 43,2%. En definitiva, los independentistas suben 3,2 puntos y los contrarios al derecho a decidir bajan 3,4 puntos. De forma que, lejos aún de la mayoría absoluta, lo cierto es que el bloque independentista es por primera vez el más votado

El tercer espacio, en el que se sitúan En Comú Podem y Más País, obtuvo el 15,3% (14,2 ECP y 1,1 MP). Hace medio año había sido el 14,8%.

  El PSOE pierde la mayoría absoluta en el Senado

La noche electoral tampoco fue buena para los socialistas en el Senado. El PSOE había conseguido en abril 123 de los 208 senadores que se eligen en las generales, que unidos a los 14 que tiene por designación autonómica, le otorgaban la mayoría absoluta, situada en 133 escaños. Este domingo la representación de los socialistas se redujo hasta las 92 actas, de forma que perdió 31 escaños (el 25,2% del total).

La Cámara Alta tiene en la actualidad 265 parlamentarios, los 208 que se eligen en las generales y otros 57 de designación autonómica, de forma proporcional según la población de cada comunidad.

Los escaños que perdió el PSOE los recuperó de forma casi íntegra el PP, que pasó de 54 a 84, una ganancia de 30 actas.

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Los independentistas catalanes obtuvieron 14 de los 16 escaños en juego, todos menos dos que logró el PSOE (uno por Barcelona y otro por Tarragona). ERC repitió su resultado de 11 actas, mientras que Junts mejoró una, al pasar de 2 a 3.

En el bloque de Colón, Ciudadanos perdió los 4 diputados que tenía, mientras que Vox pasó de 0 a 2 (uno por Murcia y otro por Ceuta).

Los escaños electos este 10N en el Senado se completan así: 9 del PNV, 3 de Navarra Suma, 2 de ¡Teruel Existe!, 1 de EH Bildu y 1 de la Agrupación Socialista Gomera (ASG). Todos ellos repiten resultado, menos el partido turolense, que era la primera vez que se presentaba a las elecciones.

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