La izquierda busca una movilización masiva para superar las encuestas que dan la llave a Vox

Pedro Sánchez y Juan Espadas el pasado sábado en un acto de precampaña del PSOE en Dos Hermanas (Sevilla).

La izquierda andaluza afronta la campaña autonómica más complicada. Nunca antes el PSOE había acudido a una cita con las urnas en Andalucía sin ostentar el poder de la Junta. Y nunca antes las encuestas le habían dibujado un horizonte tan negro. En una tierra en la que los socialistas resultaron ser la fuerza hegemónica durante casi cuatro décadas, hoy observan casi como una quimera volver a San Telmo (la sede de la presidencia). Todos los sondeos coinciden en que la victoria del PP será amplia y que dependerá de la ultraderecha para gobernar. Pero esas encuestas también dibujan el resquicio de la izquierda: el alto porcentaje de indecisos tiene que ver con una buena parte del electorado progresista que tanto el PSOE como el resto de candidaturas de izquierda aspira a movilizar.

Con la pegada de carteles de la medianoche de este jueves empieza la cuenta atrás. Por delante, quince días de campaña en busca de una remontada que empieza a adquirir tintes de milagrosa. Recuerdan en el PSOE que la situación en Castilla y León era muy parecida a la de Andalucía al comienzo de la campaña: casi todas las encuestas le daban a Mañueco una amplísima victoria cercana incluso a la mayoría absoluta, algo que luego no ocurrió. Ahora los sondeos son aún más unánimes que entonces, aunque ninguno pronostica que Juanma Moreno pueda acercarse siquiera a los 55 diputados de la mayoría absoluta del parlamento.

Este jueves, el CIS preelectoral de Andalucía dibujó el siguiente panorama: victoria incontestable para los populares con el 35,6% de los votos y entre 47 y 49 escaños; a diez puntos de distancia el PSOE con entre 32 y 36 diputados, seguido de Vox con entre 17 y 21, Por Andalucía con 9-10, Adelante Andalucía con 2 y Ciudadanos entre 1-3. Traducción: Juanma Moreno sacaría más diputados que toda la izquierda junta pero necesitaría a la ultraderecha para ser investido.

20% de indecisos

En esa misma encuesta hay un dato al que se aferran tanto el PSOE como el conjunto de fuerzas progresistas: uno de cada cinco andaluces preguntados aún no tiene claro si irá a votar ni cuál sería su opción en el caso de hacerlo. Los equipos de campaña tienen diagnosticado que gran parte de esa bolsa de indecisos tiene relación con un electorado progresista profundamente desmovilizado. Y la tarea que se autoimponen Juan Espadas, Inmaculada Nieto y Teresa Rodríguez para los próximos quince días es reactivar a su propia gente durante una campaña sobre la que planeará constantemente la sombra de VOX en el Gobierno.

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Los de Abascal y Olona han repetido en los últimos días que votarán no "las veces que hagan falta" a la investidura de Juanma Moreno si el PP no los incluye en el próximo gobierno de la Junta de Andalucía. El candidato popular insiste en la hipótesis de una repetición electoral si no obtiene los apoyos suficientes, pero parece claro que su dependencia de la extrema derecha será un hecho incontestable tras el hundimiento de Ciudadanos, que corre el riesgo incluso de quedar como fuerza extraparlamentaria.

"El CIS se equivocará"

El candidato socialista reaccionó al sondeo de este jueves asegurando que "el CIS se equivocará como se equivocó en las últimas elecciones autonómicas". Juan Espadas volvió a reclamar un día más a Juanma Moreno un compromiso ante notario para "no gobernar con una fuerza política que no respete los principios y valores de la Constitución, del Estatuto de Autonomía y de la Convención de Derechos Humanos de la ONU" y criticó el mensaje de que "aquí está todo hecho y decidido" que intenta, a su juicio, imponer la derecha.

Lo previsto, por el momento, es que Pedro Sánchez acuda a Andalucía a respaldar al candidato socialista en tres actos durante la campaña. Como ya ocurrió en Castilla y León o en Madrid, la presencia del presidente podría variar a tenor de cómo evolucionen las expectativas electorales en los próximos días.

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