Tensiones en el PSOE andaluz

Juan Espadas se toma su tiempo y sondea al partido tras recibir el aval de Ferraz como posible rival de Díaz Andalucía

Juan Espadas y Susana Díaz, en un desayuno informativo en junio del año pasado.
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Ni en 2013 ni en 2017, cuando Susana Díaz fue elegida y reelegida secretaria general de la mayor federación del PSOE, hubo un candidato que lograra avales para enfrentarse a ella en primarias. Díaz afronta, ahora sí, el que parece el primer gran desafío a su liderazgo en el socialismo andaluz, que controla desde hace siete años y medio. La dirección federal avaló este lunes al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, como su "mejor activo". La posición de Ferraz, que exalta las cualidades de Espadas mientras alienta en el PSOE-A una elección entre "futuro o pasado", disyuntiva en la que Díaz sería el "pasado", alimenta las especulaciones sobre el posible paso de Espadas para disputarle el puesto. No obstante, Espadas, constreñido por sus tiempos como alcalde, escucha opiniones y demora un posible anuncio de una decisión no confirmada oficialmente.

El alcalde de Sevilla, aunque ha mostrado su disposición a presentarse a las primarias tanto en sus reuniones con referentes del sector crítico como con dirigentes federales, se resiste a precipitar el esperado anuncio. Su movimiento se traduciría en una tormenta política en Sevilla, la ciudad más poblada de todas las que gobiernan los socialistas. Fuentes conocedoras de los movimientos de Espadas señalan que el alcalde está tratando de rebajar la atención mediática en torno a él, sondeando sus apoyos, recabando opiniones y “recibiendo llamadas”. A día de hoy, no hay previsto ningún cambio en su posición pública hasta después de las elecciones madrileñas del 4 de mayo, coinciden todos los que siguen sus movimientos.

Mientras tanto, la actividad de Susana Díaz, que ya ha confirmado su candidatura a revalidar el cargo de secretaria general y visita agrupaciones por Andalucía, está provocando inquietud entre los críticos, que observan un arranque de facto de su campaña. Un dirigente federal señala que no es descartable un adelanto de las primarias para ser candidato a la presidencia de la Junta, colocándolas antes del periodo congresual, lo que el sector afín a Susana Díaz consideraría injustificado.

Espadas, el “mejor situado”

Mientras Espadas rechaza entrar en “especulaciones”, su nombre circula en boca de todos. Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, secretario de Relaciones Institucionales del PSOE, que ya era crítico con Susana Díaz cuando en Andalucía casi no había críticos con ella, lanzó este lunes un nítido mensaje de respaldo a Espadas. El alcalde de Sevilla es, afirmó en una entrevista en Canal Sur, el "mejor y mayor activo" del PSOE andaluz. Destacó que Espadas es la persona "con mayor responsabilidad institucional del PSOE en Andalucía", que "ha ganado elecciones”, que “pudo conformar un gobierno y es capaz de llegar a acuerdos a izquierda y derecha" y que “gobierna con mucho éxito". "Es un hombre que tiene muchas cualidades", afirmó. Y recalcó una: "Es muy buena persona, muy buena gente". "En política hace falta gente con esos perfiles", añadió Celis, que no obstante negó que Pedro Sánchez tuviera un candidato preferido.

Fuentes de la dirección socialista afirman que Espadas ha mostrado, en sus discretas reuniones tanto en Andalucía como en Madrid, su "disposición" a presentarse, aunque no ha acordado con nadie una fecha para anunciarlo. No hay nada cien por cien cerrado y la última palabra la tendrá el propio alcalde, si bien Espadas es "el mejor situado", por delante de otras opciones manejadas como la de la ministra Hacienda, María Jesús Montero, según las mismas fuentes.

Los tiempos del alcalde

Desde el sector crítico andaluz destacan como buena noticia que la dirección federal "se moje", en especial por las gestiones de los dirigentes José Luis Ábalos y Santos Cerdán, pero al mismo tiempo temen que se transmita la imagen de que Espadas es el candidato de Ferraz. "Se está formando la idea de que Ferraz le ha dicho que dé el paso, cuando él siempre se ha mostrado ilusionado y dispuesto a dar el paso por sí mismo", señala un referente del sector crítico, que valora que Espadas se resista a adoptar los calendarios de terceros, lo cual interpreta como una "reivindicación de su autonomía".

El alcalde se muestra sin ambages a favor de un "cambio" y una "renovación" en el PSOE andaluz, pero sin confirmar su candidatura. "Entrará en el debate orgánico cuando llegue el momento", dice su entorno. Su candidatura es "una decisión que tiene que hacer él, que tiene que decir él", afirma Celis.

El desafío para Espadas es adaptar tres tiempos: el suyo propio como alcalde, el de la volátil política española y el del PSOE, que tiene congreso federal en octubre. A esto se suma una hipótesis que preocupa entre los críticos: un posible adelanto electoral en Andalucía, que obligaría a acelerar la elección del candidato. A pesar de que PP y Cs se han conjurado para acabar la legislatura y llevar las elecciones a finales de 2022, en el PSOE existe la convicción de que con el partido naranja quebrado todo podría venirse abajo en cualquier momento. En círculos del heterogéneo sector crítico andaluz se ha alentado incluso la posibilidad de la celebración de unas primarias antes del congreso regional, para tener al candidato listo por si Moreno adelanta. Es una decisión que compete al comité federal, que para hacerlo si no hay un adelanto debería tener "una justificación clara", explica un diputado afín a Díaz. En la dirección federal hay quien no lo descarta.

Sólo a Espadas corresponde decidir cómo y cuando hace su anuncio, si finalmente da el paso, pero tiene que considerar varios hitos. En primer lugar, el 4 de mayo, día de las elecciones madrileñas, en las que el PSOE va a estar volcado a partir de ahora y que admiten pocas distracciones. En segundo lugar, octubre, cuando se celebrará el congreso federal, antes del cual se desarrollará el proceso de elección de los delegados andaluces donde las dos corrientes –afines a Díaz y críticos– empezarán a medir fuerzas. En el sector crítico hay voces que señalan que cuando se produzca ese primer pulso ya deberían tener una figura de referencia. A partir del congreso federal, el PSOE andaluz tendrá 90 días para celebrar su congreso, que elegirá secretario general por primarias. A ello se sumará la elección de candidato a la presidencia de la Junta también en primarias.

Espadas tiene mandato hasta mayo de 2023, que tendría que dejar a medias en caso de optar a San Telmo. Anunciase cuando anunciase el paso –después de Semana Santa, tras las elecciones de mayo, durante o tras el verano, o sólo cuando se convoquen las primarias–, provocaría una conmoción en la política local. Un próximo a Susana Díaz recuerda lo cara que acabó pagando el PSOE la imagen de que la presidenta se había distraído en cuestiones orgánicas durante su batalla con Pedro Sánchez.

El coste del “ruido interno”

El sector crítico, pese a estar a la espera de un referente, mantiene la agitación. Se trata de un conglomerado donde caben desde sanchistas de primera hornada hasta guerristas históricos y antiguos susanistas descontentos con la línea seguida o el trato recibido. En lo que todos los consultados coinciden es en que sería conveniente que sus fuerzas no se dispersaran en más de una candidatura potente. La opción de darle a Díaz una última opción de recuperar el poder sin plantear batalla está descartada, coinciden fuentes del sector crítico andaluz y de la dirección federal. Si Díaz no se aparta, habrá primarias. Un integrante de la dirección federal cree incluso que la expresidenta acabará negociando una salida, dado que su conocimiento del partido le hará ver que los críticos son mayoría y unas primarias a cara de perro sólo provocarían su “derrota total”. Citan como emblemático el caso de la provincia de Jaén, inclinada hacia un cambio.

Desde el sector afín a Díaz rechazan que los críticos sean mayoría. Un dirigente andaluz señala que la presidenta, que se mueve continuamente por la comunidad y se reúne con militantes pueblo a pueblo y agrupación a agrupación, recibe un mensaje generalizado de reconocimiento a su tarea de oposición y de rechazo a los "líos internos". Díaz ha ido cambiando su perfil, antes muydesinhibido en cuestiones internas. Ahora se muestra autocrítica sobre su etapa de enfrentamientos con Sánchez, evita polemizar con compañeros de partido y el único al que reconoce como rival es al presidente Moreno. Este martes siguió en esa línea: "Cuando lleguen los congresos hablaremos de los congresos; ahora, con la que está cayendo, lo que estamos es con la gente".

Públicamente los referentes afines a Díaz no entran estos días en la cuestión interna. Su baza es presentarse como un bloque centrado en la oposición al Gobierno de PP y Cs con apoyo de Vox. En privado, apuntan a que todo el "ruido" dificulta la tarea de Díaz y ven elocuente que, en medio de la pandemia, haya dirigentes estatales que bajen a Andalucía a "hablar de temas del PSOE". A Espadas lo ven "apadrinado por Ferraz", en un tipo de operación que no agrada entre las bases andaluzas, señala un próximo a Díaz. Un líder provincial afín a la expresidenta señala que, con Cs y el PP en crisis interna, con la dirección de Moreno habiendo perdido un pulso en el congreso de Sevilla ante Pablo Casado, es una "torpeza" poner el foco en las tensiones dentro del PSOE. Además, señala que la dirección del PSOE está trabando complicidades con el sector crítico de Ciudadanos –partidario de abrirse a posibles pactos con el PSOE en el futuro–, lo que aumenta las opciones de recuperar San Telmo. "A nuestra gente no le gusta que estemos todo el día hablando de nuestras cosas. Si alguien se va a presentar que dé el paso, como hizo Susana. Si no, lo que se provoca es ruido, que sólo conviene a la derecha", afirma.

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Díaz quiere otra oportunidad

Díaz fue elegida secretaria general del PSOE en 2013. Su victoria en las autonómicas de en 2015, con el PSOE en horas bajas a nivel estatal, la consolidó como un valor de futuro dentro del partido. Aunque había sido clave para la victoria de Sánchez ante Eduardo Madina en 2014, no tardó en convertirse en el referente del sector crítico con el secretario general, entonces un líder por consolidar. Díaz acabó desempeñando un papel sobresaliente en su caída en 2016. A partir de ahí, todo se le torció. Primero fue derrotada en mayo de 2017 en las primarias contra Sánchez. Aunque logró revalidar el cargo de secretaria general del PSOE andaluz en julio, el PSOE perdió el poder en Andalucía por primera vez tras las autonómicas de diciembre de 2018.

Desde entonces la dirección federal ha tratado de facilitar su salida, si bien Díaz se ha resistido a las presiones y ha rechazado los cargos ofrecidos. El mensaje de Díaz y su entorno es claro: la expresidenta no tiene precio, está decidida a mantener el cargo de secretaria general, ser candidata a la presidencia, ganar, recuperar San Telmo y expulsar a la derecha. Díaz quiere una oportunidad para volver tras perder el gobierno, como Guillermo Fernández Vara. Si alguien pretende ocupar su lugar, tendrá que derrotarla en unas primarias, reiteran sus afines.

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