ELECCIONES 2023

Moncloa, convencida de que el escrutinio sepultará la imagen de hombre de Estado que proyecta Feijóo

Feijóo, Calviño y Sánchez, en el Senado

“El debate del martes fue muy revelador”. Esta reflexión la hacen en la sala de máquinas de La Moncloa días después del ‘cara a cara’ entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado en el debate sobre ahorro energético. La sensación en el complejo presidencial es que se está demostrando que el líder popular no tiene propuestas y que no es ese hombre de Estado que vende, y que incluso se llegaron a creer en sectores del PSOE durante tiempo.

Ahora en Moncloa y Ferraz, según fuentes consultadas, se ve claro que la estrategia de oposición de Núñez Feijóo es casi idéntica a la de Pablo Casado. Una política “destructiva” y “negacionista”, como dicen en el entorno de Sánchez. Creen que se han podido ver estos días que hay “rigor y propuestas” por parte del presidente frente “a la nada y el obstruccionismo” del nuevo jefe de Génova 13.

Y el presidente ha pasado directamente a confrontar con el líder del PP. No se trata de hacer oposición a la oposición, como señalan los suyos, sino de mostrar dos modelos diferentes. No quedarse quietos ante los ataques de la derecha. En unos días, asimismo, en los que el Gobierno se queja y denuncia la actitud del Partido Popular de seguir bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial -caducado desde hace cuatro años-.

Feijóo se ha mostrado abierto a reunirse con Sánchez para tratar este tema, pero poniendo una serie de condiciones previas. En el Gobierno dicen que no van a caer en esa trampa y que se debe actuar conforme a la ley actual. “No hay novedades, llevan cuatro años inventándose excusas. Lo único que cambian son las excusas. Dan igual las cartas timbradas, son excusas”, reiteran fuentes monclovitas.

Asimismo, en el equipo del presidente dicen que lo que pasó en el Senado es una “metáfora” del modelo de Feijóo: enseñó un supuesto documento con propuestas energéticas que no envió ni al presidente ni envió posteriormente a los periodistas que lo solicitaron. “Un paquete de folios que no ha visto nadie”, resumen las fuentes.

“Si arañas un poco, insolvencia o mala fe”, reiteran las fuentes con las palabras que indicó el propio presidente del Gobierno, que desmenuzó algunos datos y hechos del líder conservador en el Senado. Esa relación que hizo el presidente, consideran fuentes socialistas, fue un retrato del “muro de la vergüenza” de Feijóo. Para La Moncloa, el ‘popular’ suena como el “pasado” del PP: “Un Casado dos. No hay mucha diferencia. Por los hechos los conoceréis”.

Feijóo se ha presentado estos meses en Madrid como un gran gestor y un hombre de Estado, un dirigente que hace política de adultos y en mayúscula. Siempre menosprecia al Gobierno y no para de ironizar sobre el currículum de los ministros. Aspira a llevar ese aire presidencial de la Xunta (cuatro mayorías absolutas) en los pasillos de la villa y corte. Pero eso no se ha traducido en ningún gran pacto, empezando por el Consejo General del Poder Judicial. Y entre los dirigentes socialistas irrita que esa sea su carta de presentación mientras se dedica todos los días a hablar despectivamente y utilizar expresiones como “los pufos” de Sánchez o que el Gobierno se está “forrando”. Los socialistas recuerdan que siempre han cumplido con la obligación constitucional de renovar el Poder Judicial, en tanto que los tres bloqueos se han producido con los ‘populares’ en la oposición (1995, 2006 y 2018).

En el partido la actitud de Sánchez en el debate gustó. Creen miembros de Ferraz y de las direcciones territoriales que hay que denunciar la actitud de Feijóo y que no se puede dejar que se mueva por Madrid y los medios vendiendo una imagen que no se corresponde, a su juicio, con la realidad.

Fuentes de Ferraz hacen este análisis: “Feijóo es una persona que no es conocida por la mayoría de españoles. Conocida en la máxima expresión del término. Hasta hace poco su bagaje eran apariciones fugaces en un telediario diciendo cosas que todo el mundo puede compartir. Lugares comunes”.

“Lo cierto es que ni su gestión en Galicia fue brillante, y que él no es lo que se ha tratado de vender ni esa imagen predefinida. En ese aspecto, el PSOE está en todo su derecho de tratar de poner en aprietos a alguien que aspira a ser presidente del Gobierno”, explican, lanzado otra pregunta: “¿O pensaba que vendría a Madrid, pasaría un año y medio sin trabajar mucho, y entraría en Moncloa?”

En el cuartel general socialista piensan así: “Los ciudadanos tienen derecho a saber y conocer a fondo a quien aspira a gobernar este país. No hacemos oposición a la oposición. Queremos contraponer nuestro proyecto socialdemócrata a algo que casi nadie sabe qué es, pero que si miramos los hechos de su gestión en Galicia, va por los recortes en servicios públicos y en menos impuestos para los más ricos”.

Por lo que proclaman las fuentes: “El modelo conservador de Feijóo tiene que someterse a escrutinio público”. Ponen también en la dirección socialista como ejemplo el supuesto documento que no se entregó en el Senado: “Nos parece una falta de respeto a la Cámara, a los ciudadanos y a la prensa por hacer esos trampantojos”. Señalando asimismo el episodio del pacto alcanzado en privado con la anterior dirección del PP para renovar el Poder Judicial: “Ha destruido el único pacto que ya había firmado el Partido Popular”.

Otra de las cosas que también quiere hacer ver el PSOE sobre Feijóo es que, comentan las fuentes, “muestra una insolvencia inédita en un aspirante a presidente en temas básicos”. “No sabe que las pensiones no están dentro del techo de gasto, por ejemplo. Critica los fondos europeos desde una empresa que ha recibido fondos europeos... y así muchas más”, aducen.

Desde Ferraz concluyen: “¿Quién es Feijóo? ¿Es el gran gestor o eso es un mito alimentado por la derecha? Los hechos hablan: no hay gestor. No hay solvencia. No hay un conocimiento mínimo del Estado”.

El PSOE se ha lanzado a demostrar otra imagen de Feijóo en un momento en el que todas las encuestas señalan que el PP ganaría las próximas elecciones generales y en las que tiene mejor puntuación el líder conservador que el presidente. No obstante, los socialistas creen que el efecto Feijóo ya está pinchando conforme pasan los meses y se retrata con sus actos el de Os Peares.

Sobre la estrategia de la parte socialista, en Podemos, según fuentes consultadas, ven una de cal y otra de arena. Por un lado, es bueno para los ‘morados’ que el PSOE con esta actitud deje los devaneos, en su opinión, de pactar con la derecha. Pero, por otro lado, no les gustaría que los socialistas se dejaran más horas en la crítica a Feijóo que en vender la gestión y el proyecto de la coalición y tener un relato propio. Es decir, consideran que no se deben gastar más balas en atacar a la oposición que en resaltar lo que se está haciendo.

¿Tiene imagen Feijóo de hombre de Estado y presidenciable? José Pablo Ferrándiz, director de Opinión Pública y Estudios Políticos de Ipsos, contesta: “Lo cierto es que la cualidad de presidenciable no suele ser un factor que acompañe a los aspirantes a la Presidencia del Gobierno. Uno suele hacerse presidenciable una vez que ha ocupado el cargo. Pero es cierto, que este dato general es matizable en función del perfil del aspirante. Esto es, depende también de la carrera y experiencia política de cada candidato”.

“En el caso de Pablo Casado, por poner el ejemplo del anterior presidente nacional del PP, nunca compitió con Sánchez en esta categoría. Pero según los últimos datos del pasado CIS del mes de julio (es decir, sin tener en cuenta los posibles efectos en la opinión pública de, por ejemplo, el debate del martes en el Senado) Feijóo comparte con Sánchez esa cualidad. En gran parte, claro está, porque ha presidido la Xunta de Galicia durante 13 años. Un mandato, por cierto, muy personalista”. 

“Con la llegada de Feijóo la derecha deja de ser acéfala”, manifiesta Ferrándiz. Y comenta a continuación: “Advertir, en todo caso, que Feijóo ha gobernado todo este tiempo con mayoría absoluta. No ha tenido que dialogar, acordar o debatir con ninguna otra formación política ninguna medida o política, ni con partidos alejados ideológicamente ni con otros más cercanos”.

Indicando Ferrándiz al hilo: “Ahora, sin embargo, se va a ver obligado a debatir con y contra unos y otros. Por no hablar de las posibles competiciones internas: si Ayuso logra una mayoría absoluta el próximo mes de mayo o logra una victoria igual de holgada que en las últimas elecciones, puede tener la tentación de presionar a Feijóo”.

Los votantes de Feijóo, añade Ferrándiz, valoran del líder del PP que, sobre todo, “es una figura política a la que consideran capaz de derrotar a Sánchez en las urnas”. “Algo que, por ejemplo, no percibían con Casado. Además, la llegada de Feijóo ha supuesto una catarsis para un partido y un electorado que estaba deprimido e inmerso en disputas internas. Ha inyectado moral. A Casado no se le concedió ninguna oportunidad. En cierta medida, su liderazgo en el PP partía con un déficit de legitimidad para sus votantes: fue elegido por un sistema de primarias que no está en absoluto en el ADN de este partido. Su victoria se debe, en gran parte, a la disputa entre sorayistas y cospedalistas, es decir, no gana tanto por sus virtudes como por el apoyo de uno de los grupos enfrentados. Nunca fue la primera opción. Y esa circunstancia le persiguió y la arrastró hasta su salida. En unos momentos de aceleración de la política y de los tiempos políticos, el tiempo que se tiene para demostrar la valía son muy limitados”, reflexiona el sociólogo.

Para poner sobre la mesa además: “La llegada de Feijóo ha coincidido con la mayoría absoluta del PP en Andalucía. La victoria de Moreno Bonilla ha impulsado al actual presidente del Partido Popular hasta este ‘momento Feijóo’ que ahora atravesamos porque ha reforzado la idea de cambio de ciclo y de que Feijóo es la persona adecuada para derrotar a Sánchez. Por eso, además de hacer crecer la fidelidad de voto del PP desde su llegada, parece estar logrando atraer hasta a casi un tercio de anteriores votantes de Vox”.

¿Y puede atraer a votantes socialistas? Ferrándiz dice esto: “Desde su llegada a la presidencia del PP, en torno a uno de cada cuatro votantes socialistas afirma que Feijóo le genera confianza. Eso no quiere decir que le vayan a votar. Hay una parte de votantes del PSOE que ahora se manifiestan proclives a votar al PP, ¿por qué? Las causas son seguramente múltiples. Son electores más moderados ideológicamente o directamente, sin ideología, es decir, aquellos más pragmáticos, son los más proclives a cambiar de voto. De hecho, pueden votar opciones políticas diferentes en función del contexto. Pueden cambiar el voto por cuestiones económicas (porque frente a una crisis económica piensen que el PP lo va a hacer mejor), por cuestiones políticas (‘no me gustan los pactos del Gobierno, no me gustan las medidas que está adoptando’) o incluso por cuestiones sociopsicológicas (el PP se percibe como el caballo ganador y me apunto a ese carro)”.

“No suelen ser causas únicas, aunque en función del momento unas prevalecen sobre otras. En este sentido, y para todas estas causas, Feijóo les transmite confianza probablemente, porque le atribuyen también ese perfil presidenciable del que antes hablábamos”, argumenta.

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Ferrándiz también se pronuncia sobre los puntos fuertes y débiles de Feijóo: “Dentro de un momento de elevada polarización política como el actual no hace falta, en algunas ocasiones, tener muchas virtudes para que los tuyos te quieran a ti y rechacen las otras opciones. Es decir, en cierta medida Feijóo (y no solo él) tiene un público cautivo. Pero su punto fuerte es transmitir y generar la suficiente confianza a una parte del electorado de derecha de ser el único capaz de derrotar electoralmente a Sánchez. Y eso tiene que ver, volviendo a lo anterior, a su imagen de presidenciable lograda por sus años de Gobierno en Galicia. Y por haber insuflado optimismo en un momento de debilidad anímica del electorado popular”.

“Pero queda mucho tiempo para las elecciones generales, y las fortalezas se pueden volver debilidades y a la inversa. Vox tiene que reaccionar frente a la pérdida de votos demoscópicos hacia el PP (y no solo demoscópicos, Andalucía lo ha demostrado empíricamente). Y veremos ahí cómo reacciona Feijóo (hará un discurso moderado, competirá por el electorado que aún mantiene Vox...). De esa posible respuesta puede depender la evolución de los alineamientos políticos que ahora describen las encuestas”, hilvana el sociólogo.

Feijóo vs. Sánchez. La carrera electoral ya está en marcha. Sólo los electores tienen la respuesta.

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