El nuevo curso comienza con peores becas: más beneficiarios pero más pobres

Los recortes en educación acometidos desde el inicio de la crisis provocaron un cambio en el sistema cuyas consecuencias se siguen notando en las aulas de toda España. Desde los primeros años de la recesión, el número de beneficiarios de las ayudas ha aumentado pero, de forma paralela, se ha producido una disminución de la cuantía que reciben. Por tanto, el panorama español presenta un escenario con más becarios, pero más pobres. De esta manera, desde el año 2010 al año 2014, el número de personas becadas aumentó en un 20%, aunque la cantidad de ayuda que recibieron se redujo, de media, un 18%, según publicó El País.

La partida presupuestaria destinada a educación para el año 2017 aumenta. Se sitúa en 2.525 millones de euros, un 1,7% más que en 2016, cuando se destinaron 2.484 millones, según datos del Ministerio del Interior. De esta cifra, el dinero destinado a las becas y ayudas a estudiantes es de 1.523 millones de euros, un 1,4% de subida con respecto al año pasado (cuando la partida se situó en 1.502 millones de euros). De esta cifra, 1.420 millones se destinan a becas de carácter general y movilidad. Sin embargo, a pesar de estas subidas, colectivos de estudiantes destacan que el presupuesto destinado a educación no llega a los niveles previos a la crisis. 

Desde el inicio de la recesión, España ha recortado un total de 5.713 millones de euros en educación –de 49.692 a 43.979, entre 2009 y 2015–. Así, se ha convertido en el quinto país de la Unión Europea que más la ha cercenado desde que comenzó la crisis, por detrás de Grecia, Chipre y Portugal. 

"El aumento del presupuesto en educación no se ha recuperado desde los recortes que inició el Partido Popular en el año 2012", informa Ana García, secretaria general del Sindicato de Estudiantes. "Los aumentos son anecdóticos. La educación está en una situación de emergencia social", añade. 

Por su parte, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo, destacó la subida y definió este presupuesto como "un reflejo" de los compromisos del Gobierno "por la igualdad de oportunidades" y una "apuesta por la calidad del sistema educativo y de sus docentes". Sin embargo, para las organizaciones estudiantiles, este aumento demuestra, en realidad, "la falta de interés" del Ejecutivo "en que los hijos de la gente humilde puedan estudiar", según afirma García. 

El sistema de becas, limitado y meritocrático

Además de los recortes en las partidas presupuestarias destinadas a educación, otros organismos apuntan al cambio del sistema de becas como uno de los factores principales a la hora de la bajada de las prestaciones. "El sistema es muy cuestionable", afirma Francisco Joaquín, presidente de la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de las Universidades Públicas (Creup). 

El decreto de las becas realizado por el Ministerio para el curso 2013-2014 modificó las modalidades de las prestaciones que se recibían hasta entonces, cambiando sustancialmente el procedimiento para la obtención de ayudas y dificultando el acceso a las mismas. La novedad esencial fue la división de las becas en dos cuantías diferenciadas, la fijay la variable –vinculada a la nota y de un mínimo de 60 euros–. La cuantía fija, con este método, puede ser de un máximo de 3.000 euros –1.500 por la renta del estudiante y otros 1.500 por su residencia–, mientras que las becas salario anteriores podían ir desde los 3.800 hasta los 6.000 euros. 

"Este sistema ha provocado que la cuantía haya descendido desde ese curso una media de un 20 o 25%", apunta Joaquín. De esta manera, "el sistema es limitado", puesto que antes se concedían las becas "en función de las necesidades de los estudiantes", mientras que ahora proceden de un presupuesto cerrado.

Así, Joaquín indica que el procedimiento de obtención de las prestaciones se ha convertido en un proceso esencialmente "meritocrático", puesto que para recibir mas de 3.000 euros de beca –por la cuantía fija– es necesario obtener una mayor nota en los estudios del curso anterior. "Esta fórmula puede condenar a los estudiantes a abandonar la universidad o a contraer deudas con el Estado", lamenta. La subida en las partidas presupuestas se destina, además, según explica, a un mayor presupuesto para las cuantías variables, por lo que sólo beneficia a las personas que obtienen mejores notas en sus estudios universitarios. 

"El sistema ha cambiado mucho y ha provocado que más de 100.000 estudiantes salgan de la universidad pública y muchos de ellos se trasladen a la privada", critica. 

En este sentido opina también Jon Ander Herrera, vicesecretario del Consejo de Estudiantes Universitario del Estado (Ceune), quien opina que la cuantía de las becas "es paupérrima" y, además, el procedimiento para obtenerla "se rige por criterios muy laxos". "El sistema, tal y como está ahora, no garantiza el derecho a la beca, hay muchos estudiantes peleando por ella y muy poco dinero repartido", apunta. 

Lejos de los niveles previos a la crisis por "falta de voluntad política"

Con este escenario, todas las organizaciones estudiantiles consultadas por infoLibre coinciden en apuntar a que el sistema de becas se encuentra lejos de volver a los niveles previos a la crisis. "Aunque se invierta todo lo presupuestado, estamos muy lejos del año 2012", apunta García, quien indica que, de manera "urgente", se debería "derogar la Lomce, y el nuevo decreto que regula las becas". Además, solicita que se devuelva el dinero "que el Estado ha robado a la educación", además de que se idee un "plan de emergencia" para que el estado de la educación recupere los niveles de antes de 2012.

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"Es cuestión de voluntad política", opina Joaquín, con quien coincide Herrera, que afirma que "no hay voluntad de llegar al estado de la educación de antes de la crisis". Por ello, lamenta, "la tendencia es que siga como hasta ahora, es decir, todo mal". 

En este sentido, el Ministerio de Educación, después de que una veintena de estudiantes ocupara un edificio de la institución, prometió al Ceune la creación de una comisión mixta integrada por universitarios y rectores para negociar el acceso a las prestaciones de cara al curso 2018-2019. "Nos han prometido que se abrirá una comisión mixta para estudiar cambios en las condiciones de las becas", afirma Herrera. "La comunidad universitaria está unánimamente en contra de los recortes en educación, y eso es muy preocupante", coincide Joaquín.