Giro a la derecha en Andalucía

Primer 28F sin el PSOE al mando: PP y Cs intentan que la Junta andaluza no se convierta en otra foto de Colón

Una de las pancartas de la manifestación celebrada este jueves.

"Renta básica ya". Por el taxi como "servicio público" frente a los VTC de Uber y Cabify. Por la República. A favor de los trabajadores del telemarketing. "Si tocan a una nos tocan a todas". Las más variadas causas, pancartas y cánticos se arremolinaron este jueves en la manifestación del 28F celebrada en Sevilla, convocada por la plataforma Caminando Andalucía y liderada políticamente por Adelante Andalucía. Según la organización, hubo 15.000 asistentes. Según la Policía Nacional, 3.000. El lema central: "Andaluzas, levantaos". La novedad: ha sido el primer 28F, celebración de la autonomía andaluza por el referéndum de 1980, sin el PSOE en el Palacio de San Telmo, sustituido por el PP, a su vez coaligado con Ciudadanos, ambos dependientes de Vox. Por primera vez un partido abiertamente contrario a la mera existencia de la autonomía andaluza –también a la celebración del 28F– no sólo se sienta en el Parlamento, sino que es clave para la legislatura. Y por primera vez un presidente no socialista, Juanma Moreno (PP), dio el discurso oficial en el acto del Teatro de la Maestranza. Y lo hizo con un mensaje hacia el PSOE, partido que ha sido durante casi 37 años consustancial a la autonomía hasta el punto de hacerse indistinguible de ella: "Nadie debe ni puede patrimonializar el Día de Andalucía –afirmó Moreno–. Nuestra bandera es la bandera de todos". Tanto PP como Cs intentaron mantener a raya a Vox, llave de la legislatura, marcando perfil propio y soslayando el peso de la formación ultraderechista, que volvió a reivindicar protagonismo con mensajes contundentes contra la autonomía andaluza.

Es una dinámica cada vez más acentuada. Los dos partidos de Gobierno, con sus líderes al frente, Juanma Moreno (PP) y Juan Marín (Cs), restan hierro a la influencia de la ultraderecha en la legislatura andaluza, intentando evitar que se traslade la imagen de que el Gobierno autonómico es una réplica de la tan nombrada foto de Colón: una instantánea que juntó en Madrid a Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Cs) y Santiago Abascal (Vox) y que ha dado al PSOE munición electoral y el argumento de que existe una alianza de "las tres derechas".

La identificación del PSOE con la institucionalidad andaluza ha sido tal que los socialistas se han apartado históricamente de las manifestaciones del 28F. Su sitio ha sido la celebración solemne en el Parlamento, seguida de la entrega de medallas de Andalucía y el nombramiento de hijos predilectos en el Teatro de la Maestranza. "La moqueta", como se conoce despectivamente al boato autonómico. Ahora en la oposición, el PSOE tampoco se ha sumado a la tradicional manifestación de la izquierda, que ha sido históricamente un tanto político de IU, hoy compartido con Podemos y una miríada de colectivos izquierdistas y andalucistas. Los socialistas, pese a que arrancaron la legislatura con una inédita manifestación ante el Parlamento, han mantenido este 28F el perfil netamente institucional. Eso sí, la líder del PSOE andaluz, Susana Díaz, reiteró ante los periodistas la línea argumental básica de su partido en la presente legislatura: que los logros del 28F están "en peligro" por la alianza de la derecha contra la ultraderecha.

28F "contra la libertad y la igualdad"

La jornada erizó las tensiones superficiales de la alianza a tres que sostiene a Moreno, posible sólo por un pacto de gobierno del PP con Cs y otro de legislatura del PP con Vox. Con el primer acuerdo, de 47 parlamentarios, no se llega a la mayoría absoluta, que está en 55. Es necesario el segundo acuerdo, con los 12 parlamentarios de Vox. De modo que el nuevo Ejecutivo depende de un partido que pretende abolir la autonomía andaluza y derogar la ley de violencia de género, un fenómeno del que niega su existencia como tal. Los discursos de este jueves del presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), y del Parlamento, Marta Bosquet (Cs), sonaron como si ignoraran esta realidad matemática, como si su mayoría no se apoyara en Vox. Moreno animó a "defender la voz que alzamos" aquel 28F y afirmó que, con respecto a la mujer, "no se va a ceder en nada de lo ya logrado. Por su parte, Bosquet hizo en el Parlamento una mención expresa al "feminismo", del que dijo que "ha hecho avanzar la sociedad", y reivindicó el valor de la "autonomía". Tanto el PSOE como Adelante Andalucía afirmaron que era "cínico" enarbolar valores rechazados por quien te sostiene en el Gobierno.

Todo ello ocurría mientras el partido liderado en Andalucía por Francisco Serrano –que participó en el acto oficial en el Parlamento– lanzaba un mensaje en Twitter contra el 28F: "Vox continúa trabajando en el Día de Andalucía. Un día que va contra la diversidad de España, y contra la libertad y la igualdad de todos los españoles. Hubiésemos preferido celebrar un día en el que Andalucía fue clave para España, no al margen de nuestros símbolos nacionales". El parlamentario Alejandro Hernández lamentaba que no hubiera sonado el himno de España. Una actitud que contrastaba con las declaraciones el día anterior del diputado Rodrigo Alonso, que afirmó que su partido celebraría el 28F "con orgullo" porque es "el Día de Andalucía". Son las contradicciones habituales. Cada vez es más frecuente que en el resto de partidos quiten hierro a este tipo de movimientos repentinos de Vox, que creen dictados desde Madrid para hacer ruido en clave nacional, incluso a costa de obligar a desdecirse a los referentes andaluces del partido.

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Quién blanquea a quién

La manifestación de Sevilla –con réplicas en numerosas ciudades y pueblos en toda Andalucía– se desarrolló ajena a los dimes y diretes del Gobierno andaluz. Aunque sí circulaban las críticas contra el "trifachito andaluz", un nombre que ha hecho cierta fortuna a nivel popular. "El trifachito andaluz aquí no viene, y el PSOE tampoco", afirmaba desafiante Luis Sánchez, sevillano de 39 años en paro, en el arranque de la marcha en José Laguillo, cerca de la estación de tren de Santa Justa. Sánchez afirmaba que Vox está cumpliendo "una misión", que es la de "hacer parecer moderados al PP y Ciudadanos", cuando en el fondo "los tres defienden lo mismo para la economía". Sánchez destacaba el hecho de que entre los receptores de las medallas de Andalucía estuvieran la Guardia Civil y Cáritas, en lo que veía gestos conservadores para complacer a Vox. "Se dice que [PP y Cs] están blanqueando a la ultraderecha, pero yo creo que la ultraderecha los está blanqueando a ellos", afirma. Juan Carlos Molina, militante de IU 60 años de La Carlota (Córdoba, 14.000 habitantes), no cree que esa sea la única finalidad de Vox. "Amenazan la autonomía y los derechos de los andaluces. Ahora más que nunca, hay que salir a la calle a defender la igualdad y los derechos de los trabajadores", opina Molina, comercial autónomo, que fue candidato de IU en 2015.

Ondeaban banderas de Podemos, de IU, del PCE, del SAT –el sindicato de Diego Cañamero–, de CGT, de Ustea, de Marea Blanca, de la Plataforma en Defensa de las Pensiones, de Élite Taxi... Un puñado de militantes de la Asamblea Nacional Andaluza, formación independentista minoritaria pero hábil acaparando protagonismo, portaban carteles con los rostros de los líderes del procés juzgados en el Tribunal Supremo. "I-inde-independència", coreaban tras una pancarta por el "derecho de autodeterminación". Se alzó una voz detrás de ellos: "¡Que hoy es el día de Andalucía...!". El comentario molestó a los indepes. "La gente confunde los conceptos. Los derechos de todos, sociales o de autodeterminación, se conquistan en la calle", se defendía Angus Cortés, portando un cartel de Carme Forcadell. A su lado asentía Lourdes Cano, con otro de Jordi Turull. Para ambas son presos políticos. Y también para los siete integrantes de la Assemblea Nacional Catalana desplazados a Sevilla. Entre ellos, Jordi Roset, con una chapa de la estelada en la solapa y satisfecho del "respeto" con el que se trata su causa en la manifestación: "Vemos una Andalucía muy reivindicativa y luchando en la calle. ¿Y el trifachito? ¿Dónde está el trifachito?".

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