La sentencia del 'Prestige'
Rajoy trivializó al hablar de “hilillos de plastilina” y no calibró las consecuencias del hundimiento
El fallo del Prestige incluye críticas para el entonces delegado del Gobierno de José María Aznar en Galicia, Arsenio Fernández de Mesa, hoy director general de la Guardia Civil, y un velado reproche dirigido al hoy presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que hace once años era el vicepresidente del Ejecutivo y tuvo que hacerse cargo de la gestión de la catástrofe.
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Al primero le atribuye “una confusa negación de toda responsabilidad" cuando declaró “que no ejerció ninguna labor o tarea decisiva, ni tan siquiera de coordinación, sino que se limitó a recibir protocolaria y amablemente a las personas que se integraron en un dispositivo de valoración de la emergencia y aquellas otras que lo asesoraron”.
Del segundo recuerda cómo trivializó sobre los vertidos cuando habló de “hilillos de plastilina en estiramiento vertical” y le echa en cara no haber calibrado debidamente las consecuencias del hundimiento.
El fallo dice textualmente: que la salida del fuel barco “continuó una vez hundido en términos importantes, pese a la trivialización del mismo por responsables de las autoridades españolas, que describieron bien lo que las cámaras descubrieron en el pecio, pero que no calibraron entonces debidamente las consecuencias de ese hundimiento".
