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Entrevista con el bombero de A Coruña

Roberto Rivas: “Cualquier persona que participe en un desahucio debería pensar en qué está empleando su trabajo”

Roberto Rivas conversa con agentes de la Policía Local en el tejado de una vivienda que estaba siendo desahuciada.

"Ver un desahucio de cerca te hace implicarte más", asegura Roberto Rivas, el bombero gallego que se negó a participar en el desahucio de Aurelia Rey, una octogenaria que iba a ser desalojada de su piso en A Coruña, en el que había vivido durante tres décadas.

Roberto Rivas saltó a la portada de todos los medios por este acto de desobediencia que le costó 600 euros: la multa que se le impuso por una supuesta alteración del orden público. Este bombero volvió a los medios esta semana, debido a su participación en otro acto que intentaba frenar un desahucio en el barrio coruñes de Elviña. En esta ocasión, se subió al tejado del piso para intentar evitar que se llevara a cabo.

Pero Roberto Rivas no es solo bombero, también es activista desde hace tiempo. Además de su lucha contra los desahucios, participa en otros movimientos, como el ecologista. Roberto, que cuenta que ya tenía cierta "simpatía y cercanía" por Stop Desahucios, solo secundaba estos actos. Ahora reconoce que su implicación es mucho mayor, dice que es algo que, de algún modo, "cambia la vida".

Pregunta: ¿Por qué decidió plantar cara a los desahucios?

Respuesta: Yo me preguntaría porqué no lo hace la inmensa mayoría de la ciudadanía, porqué no se practica un activismo más visible de cara a la sociedad... Existe una ley injusta que echa a la gente de sus propias casas, y además con la violencia con la que se ejerce. No sé cómo no hay una movilización social rotunda en este aspecto. Personalmente, me muevo con unos valores. Soy activista de distintos movimientos sociales en Galicia y creo que es una primera piedra combatir los desahucios para dar un cambio total, rotundo, que debe haber en la sociedad.

P: ¿Cómo cree que se debería solucionar este problema?

R: Yo no tengo la varita mágica para resolver los problemas de la sociedad, pero lo que tengo claro es que de esta manera no se soluciona nada. Aquí, en mi ciudad, hay 20.000 viviendas vacías y lo que se hace es echar a la gente más empobrecida de sus casas y dejarlas en la más absoluta exclusión social, cuando esas viviendas van a parar a bancos que realmente hemos rescatado nosotros con los impuestos, y los responsables de esta deriva de los bancos se han ido a sus casas con los bolsillos llenos, con indemnizaciones que son, cuando menos, escandalosas.

P: La labor de los bomberos ha sido hasta ahora la de facilitar el proceso del desahucio, ¿cómo se siente tras haber pasado al otro lado?

R: En Coruña nunca habíamos tenido que actuar en ningún tipo de desahucio hasta febrero del año 2013, con el caso de Aurelia Rey, que estando de servicio nos tocó ir. Estoy orgulloso después de todo este tiempo de activismo. Yo soy consciente de que hay una interpretación de las leyes, pero yo creo que nos ampara el derecho de no tener que hacer esos trabajos, porque no hay ninguna norma que nos obligue. Las funciones de los bomberos están muy claras, y no tenemos que trabajar en este tipo de desahucios. 

Si de algo estoy orgulloso es de que mis compañeros secunden el criterio que algunos estamos diciendo en los medios. De hecho, en el desahucio del ofimático, todos mis compañeros que fueron requeridos para participar porque estaban de guardia se negaron por unanimidad. Estoy muy satisfecho de que todos mis compañeros secunden esta acción.

P: ¿Cree que esta acción personal puede servir de ejemplo para otros bomberos o, incluso, para policías?

R: No pierdo la esperanza de que algún policía, alguna autoridad o algún funcionario se atreva a dar este primer paso. No sé si por medio de la objeción de conciencia, la desobediencia, buscando medios legales... Cualquier persona que participe en un desahucio debería recapacitar y pensar en qué está empleando su trabajo, su tiempo... Porque es algo realmente brutal. Creo que si algún tipo de terrorismo vivimos en la actualidad, es el terrorismo institucionalizado, que ejerce una represión tremenda sobre la ciudadanía.

P: ¿Ha recibido muestras de apoyo de sus compañeros?

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R: He recibido durante todo este tiempo unas muestras de solidaridad tremendas. Aunque sí que es verdad que hay ciertas críticas a lo que he hecho, creo que mayoritariamente he recibido muestras de apoyo, cariño y solidaridad. La gente lo ha acogido muy bien. Por eso lo hice. Intenté buscar el anonimato, pero si no tuviera el apoyo de mis compañeros, realmente esto no sería posible. Es una crispación del gremio en general. Se ha visibilizado en mí, porque he tenido más presencia mediática, pero es la labor de todos. 

P: Si mantiene esta actitud, ¿considera que su puesto de trabajo está en peligro?

A mí no se me ha sancionado por lo que hice cuando estaba de servicio. La multa que he recibido fue por alterar el orden público, algo de lo que me defendí hasta donde he creído pertinente. He acatado la sanción, una sanción económica. En cuanto a mi trabajo, no se puede mezclar mi labor como activista de Stop Desahucios o en cualquier otra actividad, con mi labor profesional. Mi trabajo lo intento hacer lo mejor que puedo, de la manera más profesional que sé. No creo que esté incurriendo en ninguna ilegalidad cuando en mi tiempo libre realizo otro tipo de acciones.

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