El futuro del PSOE

Sánchez admite en California las dificultades del PSOE para afrontar el debate territorial

Pedro Sánchez, durante su intervención en el Unruh Institute of Politics de la Universidad del Sur de California.

La dirección del PSOE decidió dar un golpe de timón al discurso del partido después de constatar que su apuesta por el diálogo y la reforma constitucional para resolver el encaje de Cataluña en España apenas consiguió atraer apoyo ciudadano en las elecciones catalanas del 21 de diciembre. La posición oficial del partido no es que el conflicto haya dejado de ser importante sino que hay que dar prioridad a la agenda social, que es lo que de verdad preocupa a los ciudadanos.

Desde entonces, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y la mayoría de los líderes del partido, reducen al mínimo imprescindible sus reflexiones sobre Cataluña y tratan de poner el foco en las iniciativas de los socialistas en materias tales como las pensiones, la renta mínima de inserción social, la educación o la necesidad de subir los salarios.

Para explicar este cambio de guión, Sánchez ha preferido un foro universitario en Estados Unidos, ante un reducido auditorio, a sus sus intervenciones públicas en España. Fue durante una charla sobre la crisis política catalana, que pronunció en el Unruh Institute of Politics de la Universidad del Sur de California el pasado jueves. Allí, en el coloquio que siguió a su exposición, el líder del PSOE reconoció que “la identidad”, en referencia al debate territorial en España, no es el “terreno de juego de la izquierda”.

La identidad, explicó, “es uno de los asuntos clave de la política hoy. Y para los partidos de izquierdas es un debate difícil”, admitió, porque su territorio natural es la agenda social, la redistribución de la riqueza y no los temas identitarios.

De hecho, al término del coloquio, cuando fue preguntado por la estrategia que va poner en práctica en los próximos meses, el líder del PSOE citó como principales retos a los que tiene que hacer frente España la desigualdad, el crecimiento económico injusto y la regeneración. Y sólo como parte de este último capítulo se refirió a la cuestión territorial.

“Muchos jóvenes nos identifican con la derecha”

Durante su conversación en el Unruh Institute, una organización dedicada a motivar a los estudiantes de la Universidad del Sur de California para que se vuelvan activos en el mundo de la política, Sánchez también se refirió a las dificultades que afronta el PSOE para sintonizar con el electorado más joven. Un problema que relacionó con la responsabilidad del partido en la gestión de la crisis económica. “Muchos jóvenes nos identifican con la derecha” y por eso el partido está obligado a confrontar con la derecha precisamente en el terreno de los temas sociales. “Los jóvenes creen que formamos parte del pasado y no del futuro y tenemos que romper eso”, defendió el líder de los socialistas españoles. En la búsqueda de la credibilidad, añadió, “la política hoy es más hacer que decir lo que vas a hacer”.

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Sánchez repasó la crisis catalana, defendió su respaldo a la posición del gobierno de Mariano Rajoy —“es una cuestión prepolítica”, dijo, “estamos defendiendo la esencia de España”— y aseguró que habla con frecuencia con todos los líderes políticos españoles, “también con los nacionalistas porque es mi trabajo”, precisó.

El secretario general socialista tuvo comentarios críticos para los nacionalistas que han dominado la vida política catalana durante los últimos cuarenta años, a los que acusó de utilizar los medios públicos de comunicación e incluso la educación como “herramientas de propaganda”. Y advirtió del riesgo de que la crisis de Cataluña sirva como excusa para “recentralizar el poder en España” porque, en su opinión, la descentralización y la democratización de nuestro país son dos conceptos que van de la mano, son dos caras de las misma moneda.

Las soluciones, aventuró Sánchez, “llevarán años”. Y pasan, señaló, por perfeccionar el autogobierno catalán en el marco de una reforma del modelo constitucional español.

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