Podemos sopla nueve velas sin certezas sobre su futuro inmediato: "Nos ha penalizado gobernar"

Pablo Iglesias, con Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón, Luis Alegre y Tania González, durante la asamblea fundacional de Podemos en el Palacio Vistalegre de Madrid.

17 de enero de 2014. Pablo Iglesias, un analista político y profesor universitario conocido por su participación en tertulias televisivas, presenta Podemos bajo un mandato claro: "En las calles se repite insistentemente 'Sí se puede'. Nosotras y nosotros decimos: Podemos". El objetivo de la formación, tal y como defendió Iglesias, pasaba por "convertir la indignación ciudadana en cambio político". Este martes se cumplen nueve años desde aquel momento que marcó la política española. Podemos ha logrado llegar al Gobierno del Estado —de la mano del PSOE— o cogobernar en algunas autonomías. Sin embargo, la formación morada afronta este año electoral sin demasiadas certezas sobre su futuro inmediato, con un ojo puesto en Sumar, el proyecto que encabeza la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz.

El Podemos del pasado

La génesis de Podemos tuvo pocos días antes de la presentación oficial, el 14 de enero, cuando un grupo de intelectuales entre los que se encontraban Juan Carlos Monedero, el escritor y filósofo Santiago Alba Rico, el sociólogo Jaime Pastor, el profesor universitario Raimundo Viejo o el propio Pablo Iglesias promovieron y firmaron el manifiesto Mover ficha: convertir la indignación en cambio político, en el que se planteaba la necesidad de conformar "una candidatura por la recuperación de la soberanía popular" como resultado de "un proceso participativo abierto a la ciudadanía".

La campaña de las europeas, tal y como recuerdan sus protagonistas, fue de bajo coste: entrevistas en digitales, mítines en teatros y también en la calle –a veces megáfono en mano– y carteles apelando a la "ilusión". "Podemos nace tras la eclosión del 15M y tiene una doble función: por un lado, escuchar las quejas populares y, por otro, ponerle voz a esas quejas", asegura Monedero en conversación con infoLibre. Para Raimundo Viejo, Podemos nunca llegó a ser un "partido al uso" sino que su estructura se asemejaba a la de un "partido-movimiento": "Éramos profesores universitarios, activistas... una amalgama de gente que no nos dedicábamos profesionalmente a la política, pero que estábamos muy defraudados con los partidos de izquierdas", rememora.

El primer secretario de organización de Podemos, Sergio Pascual, asegura que Podemos se convirtió en "el transatlántico" de la izquierda, una suerte de "paraguas" que englobaba "diferentes sensibilidades" del espacio. Coincide con él Ramón Espinar, exsecretario general de la formación en Madrid: "Podemos da con una tecla con la que nadie había dado hasta ese momento. Revoluciona la comunicación política y acapara la conversación pública", afirma.

En las autonómicas de 2015, Podemos fue clave para sacar a la derecha del Gobierno en Castilla-La Mancha, Comunitat Valenciana, Extremadura, Baleares, Aragón, Cantabria y Navarra. Y aunque la formación decidió no presentar sus siglas a las municipales, las candidaturas en las que participó se hicieron con las alcaldías de Madrid, Barcelona, Zaragoza, A Coruña o Cádiz. Un éxito que se sumó al resultado de las generales, en las que Podemos irrumpió en el Congreso con setenta escaños.

Poco después de entrar en en la Cámara Baja la formación lidió con un cisma a nivel interno. El sorpasso que no llegó, la alianza con Izquierda Unida, la pugna entre pablistas y errejonistas y las críticas al "hiperliderazgo" del entonces secretario general hicieron mella en el partido. Para Juan Ignacio Moreno Yagüe, un exdiputado andaluz que jugó un papel clave en los inicios de la formación y que se presentó contra Pablo Iglesias para la elección de secretario general en 2017, Podemos "pecó de juventud, de inexperiencia y de no entender lo que es el Estado ni la institucionalidad".

El Podemos del presente

En las generales de 2019 la marca Unidas Podemos sufrió un fuerte bajón que le llevó al 15% de los votos y a perder 36 de sus 71 diputados. Monedero admite que a Podemos le "penalizó" estar en el Gobierno. "Nos ha penalizado gobernar. Podemos es una fuerza política transformadora que, cuando llega al gobierno, cobra plena conciencia de las cosas que no puede transformar. Sin embargo, Podemos siempre ha tenido voluntad de poder", afirma Monedero. A su juicio, esto forma parte de las "contradicciones" a las que se deben enfrentar los nuevos partidos "que desafían el modelo neoliberal".

Espinar asegura que Podemos está "muy tocado" pero no considera que esté "acabado". "Creo que hay una parte de su actual dirección que ha decidido empequeñecer el partido. Lo que en su día fue un proyecto de mayorías ha acabado siendo un partido de nicho. El Podemos de 2023 es un partido muy identitario que a mí, personalmente, me sigue interpelando, pero que ha renunciado a querer ganar. Se ha conformado con representar entre un 5 y 10% de la población, que no es poco, pero no es para lo que nació", opina.

Para Viejo el principal problema de Podemos se debe a que "centralizó el poder, abandonó la federalización y a los territorios": "Ahora es el pez que se ha quedado sin agua en la piscina. Podemos vive del eco, de lo que fue", asegura. El profesor universitario cree que Podemos es "víctima de la colisión con el régimen y víctima de los propios errores". A su juicio, Unidas Podemos no ha sabido "capitalizar" su entrada en el Ejecutivo de coalición, a excepción de Yolanda Díaz. "Yolanda tiene ministerio con un presupuesto importante, pero el resto no. Aún no sé muy bien qué hace el ministro de Universidades o el de Consumo", lanza.

Por su parte, Pascual también cree que Podemos no "entendió" la pluralidad de la izquierda. "Ahora es un actor más de un compendio de fuerzas de izquierdas que tienen autonomía política propia y que, pasado el momento inicial, se han decantado en sus territorios y aquellos lugares donde tienen mayor presencia", afirma. Yagüe asegura que a Podemos tomó una deriva "muy conservadora": "En estos años se han desaprovechado muchas oportunidades, se tendría que haber abierto el partido hacia la sociedad. Y ocurrió lo contrario", lamenta.

El Podemos del futuro

El futuro de Podemos pasa por Sumar o, al menos, así lo trasladan sus exdirigentes. "Si Yolanda fracasa, fracasamos todos. Yolanda tiene que articular esos potenciales cinco millones de votos que logramos en su día y que están esperando un acuerdo. Por eso creo que Yolanda no tiene que tardar tanto, tiene que escuchar a las fuerzas que le quieren acompañar y entender el peso que tiene cada partido. No debe seguir haciendo feos a nadie. Si ella fracasara en todo eso se abre un escenario incierto, en el que alguien va a tener que seguir trabajando para dar respuesta a los retos del futuro", apunta Monedero.

Espinar opina que el conflicto latente entre Sumar y la dirección de Podemos se basa en una "lucha de poder". "Pablo Iglesias y los cinco dirigentes que le acompañan tienen que tener el peso, el poder y el control de lo que surja de Sumar. Si eso no ocurre lo van a reventar. La idea es que Yolanda reine pero no gobierne", afirma el exdirigente. "El grupo que controla el partido no tiene ningún incentivo para que se reedite el pacto de gobierno porque Yolanda no les daría lo que ellos quieren. ¿Qué les viene mejor? ¿Un gobierno de Sánchez y Yolanda o uno de PP Y Vox? Yo creo que lo segundo. Cuanto peor, mejor", zanja.

Viejo, por su parte, cree que Podemos "ha agotado su recorrido": "Podemos me recuerda al Izquierda Unida de Cayo Lara, no es capaz de reconocer sus errores" Sin embargo, cree que Díaz tampoco "genera la ilusión" que alcanzó la formación morada en 2014. Bajo su punto de vista, la vicepresidenta acierta al mantener un "perfil tecnocrático" de gestión del gobierno, pero cree que eso es "insuficiente". "Yolanda Díaz no lo está haciendo mal, pero tampoco tiene un apoyo abrumador, según dicen las encuestas", afirma.

Pascual es más optimista y cree que, finalmente, habrá "una confluencia de la izquierda en Sumar" en el que "quepan todas las perspectivas de la izquierda alternativa, tanto la izquierda nacionalista de los comunes, la valenciana o las particularidades madrileñas". "Creo que en Sumar cabe la propia izquierda más tradicional que esta encarnada en fuerzas en Podemos y también el resto", zanja.

Caja negra

Este diario se ha puesto en contacto con Pablo Iglesias, Íñigo Errejón, Ione Belarra, Carolina Bescansa y Luis Alegre para incluir sus testimonios pero han declinado participar.

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