EEUU

El 'supermartes' ya está aquí: Sanders y Biden protagonizan su primer gran duelo por la nominación demócrata

El senador y candidato demócrata, Bernie Sanders.

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La hasta ahora nutrida carrera por la nominación del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales de noviembre llega al decisivo supermartes un poco más despejada tras la retirada de Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, lo que covierte la competición en un mano a mano entre el moderado Joe Biden y el socialista Bernie Sanders.

Este martes se celebran primarias en catorce estados y un territorio del país (Samoa Americana) y están en juego una tercera parte de los delegados que tomarán una decisión final en la Convención Nacional Demócrata de julio para elegir al rival del presidente, Donald Trump.

Para hacerse una idea de la importancia de este día, sumando todos los lugares de votación, están en juego un total de 1.357 delegados de los 1.991 que garantizan la nominación final en la convención.

En cualquier caso, nadie tendrá garantizada la nominación final después de este supermartes, ocurra lo que ocurra en Alabama, Arkansas, California, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas, Utah, Vermont, Virginia y Samoa Americana.

Dada la envergadura de la votación, la junta electoral ha pedido paciencia de cara a los resultados finales, que podrían dilatarse durante días. "Si nos pusiéramos a contar en el momento en que cerraran las urnas, estaríamos dejando a los votantes sin derechos, así de simple", explica a la emisora NPR Kathleen Hale, directora del Instituto de Investigación y Práctica de la Administración Electoral de la Universidad de Auburn.

"Y si esperamos tener un recuento dentro de las cuatro o cinco horas posteriores al cierre de las urnas, necesitamos una infraestructura mucho más sofisticada y, francamente, costosa para que sea incluso remotamente posible", ha explicado.

Además, quedan muchas otras incógnitas por despejar. La cúpula del partido está atenta a lo que se considera como un test general sobre el electorado, por la variedad ideológica de la población de los estados en juego, o la incorporación a última hora del magnate y exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, ausente de las primeras votaciones.

Pero son Biden y Sanders quienes parecen abocados al último enfrentamiento. El primero, representante de las elites del partido, amparado en su imagen de estadista. El segundo, prácticamente un "renegado" autoproclamado como socialdemócrata, y fortalecido por el impacto de sus agresivas bases en las redes sociales.

Cara a cara

Desde el inicio de las primarias en Iowa, Sanders ha ido acorralando a Biden hasta obligar al exvicepresidente a agarrarse a la trascendental victoria obtenida en Carolina del Sur este pasado sábado para mantener sus opciones de victoria.

Sanders, mientras, cabalga la ola del sector del electorado que ha apostado por abrazar la polarización reinante en la política estadounidense en lugar de elegir la moderación que representa Biden, en quien perciben los mismos rasgos sistémicos que vieron en Hillary Clinton, derrotada por Trump hace casi cuatro años.

Tras ellos, la senadora por Masachussetts, Elizabeth Warren, y Bloomberg pelearán por agarrarse al 15 por ciento de votos que les garantiza al menos un delegado en cada estado donde se celebren las primarias del supermartes. Warren parte con las mejores opciones para seguir peleando hasta el final.

Dos estados destacan por encima de todos: California, que aporta 494 delegados, y Texas, que aporta 261. Sanders, según las últimas encuestas de la cadena CBS/YouGov publicadas este domingo, ganaría en ambos con un 30 por ciento aproximado de los votos (el número de delegados que se asigna es proporcional al porcentaje de voto). Biden va segundo en ambos estados, con un 19 y un 26 por ciento respectivamente.

La encuesta destaca los puntos fuertes de Sanders y Biden. El primero, especialmente popular entre los jóvenes, los hispanos y la clase trabajadora. El segundo es el preferido de los votantes de raza negra que le encumbraron en Carolina del Sur: seis de cada diez depositaron su voto a su favor.

Si bien estas primeras votaciones palidecen ante las del martes –hasta ahora, Sanders solo tiene 58 delegados por los 50 de Biden, los 26 de Buttigieg, los 8 de Warren y los 7 de Klobuchar– la recopilación de las encuestas hasta este momento mantiene el favoritismo del veterano senador.

De acuerdo con los datos recabados por RealClearPolitics a partir de decenas de sondeos, Sanders es el candidato preferido de los encuestados con diez puntos de diferencia sobre Biden, con Bloomberg y Warren empatados a cierta distancia.

Retirada de Klobuchar y Buttigieg

Este supermartes está marcado por la reciente renuncia de Klobuchar y Buttigieg, anunciada por sorpresa sin esperar a la prueba de fuego del 3 de marzo. Ambos apoyarán al exvicepresidente Joe Biden.

La noticia se produce tras los malos resultados cosechados por Klobuchar en las primarias de Carolina del Sur y es sorprendente dado que se produce en víspera de las primarias en su estado natal, Minesota.

En el caso de Buttigieg, el aspirante más joven del Partido Demócrata, de 38 años, se había colocado como uno de los favoritos tras cosechar buenos resultados en las encuestas de opinión, y sobre todo al lograr la victoria en los caucus de Iowa y quedar por detrás de Sanders en New Hampshire por un estrecho margen.

No obstante, los posteriores resultados en Nevada y Carolina del Sur han provocado que Buttigieg haya optado por abandonar su carrera a la Presidencia de Estados Unidos.

"Esta noche tomo la difícil decisión de suspender mi campaña para la presidencia", explicaba Buttigieg en la noche del domingo desde su localidad natal, con la promesa de hacer todo lo posible para garantizar que haya "un nuevo presidente demócrata en enero".

Ambas retiradas suponen un espaldarazo para Biden, considerado el candidato moderado y respaldado por el aparato del Partido Demócrata frente a Bernie Sanders, quien en estos momentos tiene el mayor número de delegados con vistas a la Convención Nacional Demócrata de julio.

Aunque el supermartes aclare el panorama, el Partido Demócrata seguirá enfrentado a una crisis existencial después de la cadena de votaciones: qué candidato hace falta para derrotar a Donald Trump. A lo largo de los últimos meses, varias encuestas apuntan que varios de los candidatos demócratas conseguirían derrotar al magnate en las elecciones finales.

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Sin embargo, ningún responsable del partido se fía en lo más mínimo de las encuestas después de la debacle de Clinton en 2016. Trump, para bien y para mal, es una figura establecida y rara vez se ha producido la derrota de un mandatario en una reválida al cargo. Trump ha ido minando a los contendientes a base de apodos e insultos en las redes sociales y su base del 30 por ciento de votantes sigue irreductible, con el pleno respaldo del Partido Republicano entero contra viento y marea.

La opción pragmática sería la de escoger a un candidato capaz de derrotarle con seguridad en dos o tres estados clave para garantizar la victoria en el colegio electoral. Biden podría ser ese candidato, pero los demócratas distan de ser un frente unido.

Las nuevas juventudes del partido se han cansado de lo que consideran una cúpula monolítica, alejada de las nuevas generaciones de estadounidenses, y figuras como Alexandra Ocasio-Cortez ya han declarado su apoyo a Sanders, al tiempo que han advertido de que protestarán si perciben irregularidades en el proceso de nominación final. Pero si gana el senador por Vermont, –Bernie el Chalado, como le describe el presidente Trump– muchos votantes demócratas podrían acabar espantados ante su imagen radical.

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