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La tragedia de la migración: 18 personas mueren al día tratando de llegar a España, la cifra más alta desde 2007

Archivo - Migrantes llegan en su segundo cayuco a El Hierro, a 3 de noviembre de 2023, en El Hierro, Canarias (España). Un segundo cayuco con unos 70 migrantes a bordo ha llegado en la mañana de hoy al puerto de La Restinga, en El Hierro, y al menos cuatr

Laura Prieto

2023 ha sido el año más mortífero en las aguas españolas en más de una década. Cada día, de media, dieciocho personas han perdido la vida intentando llegar a nuestras costas por vía marítima. En total han sido 6.618 los fallecidos, una cifra que prácticamente triplica a la que se registró en 2022, cuando se contabilizaron 2390.

Son datos del informe Monitoreo Derecho a la Vida, que ha presentado este martes Caminando Fronteras. La gran mayoría de las muertes, 6007, se produjeron en la ruta canaria, que vuelve a ser la más letal del mundo. Otras 434 personas lo hicieron en el Mediterráneo Occidental, 147 en el Estrecho de Gibraltar y una treintena en la ruta del mar de  Alborán. Es alarmante, además, el número de mujeres y niños que han perdido la vida en estos trayectos: 365 y 384 respectivamente. “Son las víctimas de una necropolítica cada vez más cruel y agresiva con los Derechos Humanos”, afirman los autores. 

Los meses en los que más víctimas mortales se registraron fueron junio y octubre, con 1997 y 2370 fallecidos. Son meses que coinciden con el aumento de la inestabilidad sociopolítica en Senegal y unas condiciones más favorables en el mar. La ONG también ha podido confirmar la desaparición de hasta 84 embarcaciones “sin que nadie sobreviviera para contarlo”, algunas de ellas con hasta 300 migrantes a bordo. 

A diferencia de otros años, las políticas de control migratorio marroquíes han provocado un aumento de las salidas de cayucos procedentes de territorios más alejados del archipiélago canario, como Senegal, Mauritania y Gambia, sobre todo en el último trimestre del año. Se han registrado más de un millar de fallecidos procedentes de cayucos de este último territorio, el más alejado de todos. Los puntos de llegada también han cambiado y El Hierro, que hasta ahora apenas tenía que socorrer cayucos y neumáticas, se ha convertido en el destino de muchas de estas embarcaciones que tratan de huir de los controles marítimos saliendo lo antes posible a mar abierto. 

El Observatorio de Derechos Humanos de Caminando Fronteras ha enumerado las causas más graves que están detrás de estas cifras devastadoras. Sus voluntarios constatan una “priorización del control de fronteras frente al deber de socorro”, “la no activación de los medios de búsqueda y rescate con la urgencia necesaria”, “el impacto de la externalización de las fronteras” y  “una reducción de los medios destinados al rescate”, especialmente en el Mediterráneo. Destaca, entre otras cuestiones, la “invisibilización” por parte de las autoridades españolas de las víctimas de la ruta argelina, cuyas familias, además de organizaciones humanitarias, denuncian “una falta de transparencia sistemática". 

Invisibilización y persecución de familiares de las víctimas

“Los jóvenes que mueren en el mar son considerados opositores por el gobierno senegalés, que invisibiliza sus muertes. Y la Unión Europea no está protegiendo a estos chicos en riesgo, que salen por el conflicto político. Sus familias tienen miedo a represalias”, comenta Pape Sarr, un activista senegalés que ha participado en la presentación. 

Gracias al trabajo que realizan “pueblo por pueblo”, los trabajadores del colectivo consiguen tener una estadística de desaparecidos y fallecidos. Para ellos es fundamental contar con las familias y comunidades locales, pero este año ha aumentado el hostigamiento y las persecuciones a quienes denuncian estos casos. “Este verano alertamos de la desaparición de 500 personas en el mar. El gobierno de Senegal emitió un comunicado negándolo y asegurando que no se estaban produciendo muertes”, explica Helena Maleno, directora de Caminando Fronteras: “Luego fueron a por las familias y varias personas fueron detenidas. Desde entonces hay un cambio de actitud. Ahora nos contactan a través de la diáspora por miedo a las represalias.” 

La periodista explica que las autoridades de este país tienen intereses en ocultar la verdad por sus “buenos acuerdos económicos” con España y Francia. En aquellos días aún se podía haber iniciado una búsqueda activa de los cayucos desaparecidos y se habrían evitado muertes, de hecho, como recuerda Maleno, algunos de ellos fueron localizados poco después: “Esta es la política de externalización de fronteras”

Además de las hostilidades en sus propios países, estas familias ven cómo sus hijos, hermanos, primos… que desaparecen en el mar, se encuentran con la pasividad de Europa en la búsqueda e identificación de los cuerpos y una constante falta de transparencia por parte de las autoridades. El informe recoge varios casos fechados, entre ellos un naufragio que ocurrió el dos de octubre en la zona de Tan Tan. Ese día recibieron una alerta y pudieron contrastar que la embarcación había naufragado y ocho personas habían fallecido. En todo momento se les negó información a los familiares, que desconocen si se activaron mecanismos de rescate de los cuerpos, asegura el informe.

Al menos 51 personas muertas en un naufragio en la ruta migratoria hacia Canarias

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El Observatorio ha trabajado junto a otros proyectos que se encargan de ayudar en el proceso de duelo de estas personas. La mayoría de estos grupos están formados por mujeres locales, que están abriendo espacios donde “hablar públicamente de estas pérdidas” y del dolor que produce “la falta de información” y el abandono institucional. “Los datos que hoy publicamos son para las familias de las víctimas que  las recuerdan, para las comunidades migrantes que las tienen en su memoria", afirma Maleno que lamenta que todas estas muertes “son evitables”. 

“Da igual el gobierno que esté al mando en los países europeos, si es más o menos progresista. En la frontera nada cambia. Y este no es un trabajo solo de Interior, todos son responsables: Exteriores cuando niega a las familias tomar muestras de ADN en las embajadas, Sanidad con la deficitaria atención sanitaria en las fronteras, o Presidencia por el abandono de cadáveres en el mar”, concluye.

Sarr también ha querido destacar durante su intervención la dificultad de sus compatriotas para conseguir el derecho de asilo y la importancia de poner el foco en los que llegan y la situación que se encuentran. “La identificación de los menores llegados a Canarias está fallando. Somos las organizaciones quienes tenemos que luchar para que se les reconozca como menores cuando llegan a ciudades como Almería. Hay muchos adolescentes viviendo en la calle”, asegura. 

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