Descubriendo a...

Descubre quién está detrás de la voz de Siri

Lucía Díaz

La vida da muchas vueltas, y quién le diría a Iratxe Gómez que las vueltas darían tanta vida; o que diría tantas cosas en la vida, ya que se reconoce en multitud de dispositivos electrónicos, desde GPS hasta el servicio telefónico de hospitales e incluso fotomatones: “Mi voz aparece en gran cantidad de aplicaciones que no son solo navegadores, ni GPS. Me voy encontrando en muchos sitios, traductores de voz, la citación para hacer la declaración de la renta o para pedir cita en el médico, pero normalmente nunca sé para quién estoy grabando”, señala Iratxe.

Su historia queda lejos de lo habitual; La casualidad se encargó de elegir a esta profesora vasca como la primera voz del asistente virtual de Apple en España, sin ella saberlo. Nos cuenta cómo recibió la llave que le abriría la puerta a esta nueva identidad trece años atrás: “En aquel momento era profesora de una academia y un día llegó la madre de una de mis alumnas buscando un nativo que pudiera grabar en castellano e inglés para un servicio de banca telefónica. Los nativos con los que contábamos tenían un español con un acento demasiado marcado. Me acabaron cogiendo a mí porque podía hacer las locuciones en los dos idiomas con un acento muy neutral”.

Comenzó a trabajar en la empresa no sólo para hacer las locuciones sino llevando el departamento de voz. Utilizaban el llamado TTS (Text To Speech), un sistema de conversion texto-voz, que sirve para gran cantidad de servicios de voz automática.

La Siri española empezó por una sugerencia técnica

Nos cuenta Iratxe una de sus experiencias en aquella época, donde lo que comenzó como una sugerencia de mejora, terminaría por ser su nuevo destino. Debido a su formación, localizó una serie de incidencias en el programa informático con el que trabaja; pero, sin embargo, el machismo de aquel momento hizo que el departamento de informática no quisiera enviar el informe que había redactado, alegando que “qué iba a saber yo, que era una niña de letras, mujer, que acababa de llegar a la empresa”, recuerda Iratxe. Manifestaron que seguramente se trataba de una cuestión de no saber manejar la herramienta informática antes que aceptar que realmente hubiera detectado una anomalía en el programa: “Me dijeron que, si quería enviarlo, lo hiciera desde mi correo personal, que no involucrara a la empresa porque les dejaría en ridículo. Como soy terca, testaruda y nunca he permitido que nadie me haga sentir inferior ni por ser mujer ni por ser de letras, ni por ser joven, ni por ahora no serlo, lo envié”. Sorpresas de la vida, el mismo día que dejó de trabajar para dicha empresa, recibe una llamada de uno de los directivos del departamento creador de aquel programa desde Canadá, pidiendo más información sobre la incidencia. Iratxe le contó todos los problemas que encontró: “Por qué tengo que pelearme con el programa que lo dice todo robótico, que tiene imperfecciones y cuando yo me coloco detrás del micro lo digo como quiero decirlo, con la entonación adecuada, la velocidad correcta y sin peleas”. Es entonces cuando se produce la magia y le formularon la pregunta adecuada en el momento correcto: “‘Ah, que además de conocer la parte informática y la parte fonética, ¿también locutas? Y dije: ‘Sí’. Y dijeron: ‘Perfecto, pues hazlo tú’”.

Las interminables sesiones de grabación

Desde aquel momento, emprendió una fase de desarrollo de tres intensas semanas de grabación en las que de media producían unos 2500 takes por sesión. Un total de 12000 frases y textos completos que posteriormente se transforman en fonemas, monemas y alófonos que el algoritmo del programa recompone para elaborar las respuestas finales: “No grabamos todas las posibles respuestas de Siri. Se trata de reproducir todos los posibles sonidos que componen el idioma en todas sus realizaciones, contextos y entonaciones. Algunas frases que grabamos eran titulares de prensa, otras eran trozos de documentales, otras directamente eran frases inconexas”. Continuaron puliendo y perfeccionando el acabado final durante cinco años más en diferentes partes del mundo: “Una parte se grabó aquí en Vitoria, otra parte en Estados Unidos cuando vivía allí, otra parte en Hong Kong, otra en Alemania…”.

Si hay algo que llama la atención de la historia de Iratxe Gómez es la manera en que se enteró que su voz fue la escogida para Siri: viendo la televisión. Según nos cuenta, se enteró de casualidad durante su estancia en China: “El paso ese de convertirme en Siri fue algo que me salté, no tenía ni idea de que lo era hasta que lo descubrí de casualidad. La fase final de posproducción se realizó en Europa y Apple nunca llegó a notificarme que fui la escogida aquí en nuestro país. Me enteré viendo un truco de magia del Mago Pop en el programa de Buenafuente mientras vivía con mi familia en China en 2013, siete años después de haber hecho las grabaciones. Me reconocí en la voz de la mujer que salía del teléfono y nos quedamos alucinados: ‘¡Pero si suena como yo!’ y dijimos: ‘No, no, que soy yo’. Imagínate la cara de mema que se me quedó”. Entre risas Iratxe nos hace ver que el suyo no es un caso aislado. La voz americana (Susan Bennett) se vio en la misma situación: “Muchas veces tenemos así el complejito de que en España somos los bobos del planeta y que todo el mundo se aprovecha, pero no es así. En su caso, está el agravante de que a ella le habían regalado el iPhone sin saber que incluía su voz. Imagínate si a mí se me quedó cara de mema viendo la tele, la cara que se te tiene que quedar siendo Susan Bennett, que además es una mujer con una trayectoria profesional dilatadísima no solo en la locución, sino que había cantado y recibido premios. Que a una persona como ella le pase lo mismo que a mí es una locura. Como mínimo en ese momento te sientes estafada, luego lo vas encajando y lo superas”.

Siri no se ha hecho rica

Otro matiz que sorprende de la historia de Iratxe es que, a pesar de su omnipresencia en dispositivos digitales de todo tipo, no se ha hecho rica. En anteriores entrevistas con otros medios bromeaba tras charlar sobre si le habían pagado poco o no, zanjando: “No, yo como buena vasca a esta ronda de iPhone invito yo. Eso no me preocupará jamás”. Afirma que si tuviera que vivir ahora mismo exclusivamente de eso estaría muerta de hambre hace mucho tiempo: “Me liquidaron los derechos de autor por esas grabaciones de 2007 y luego he hecho alguna cosa puntual. Que tampoco piense nadie que han sido unos rácanos y me pagaron como si fuese tonta. Se me pagó bien de acuerdo con lo que era en ese momento, no con la repercusión que ha llegado a alcanzar”. Nos anima a hacer el cálculo de lo que habría ganado si hubiera recibido un solo céntimo por unidad de iPhone vendido con su voz: “Ahora mismo os estaría contando esto desde Malibú en mi Jet privado”.

Cuando llamaron a Iratxe para presentar un evento de tecnología en Madrid, tuvo la ocasión de conocer a uno de los creadores de Siri, Adam Cheyer: “Fue genial conocerle. El hombre estaba aburrido tragándose los rollos de los CEOs (consejeros delegados) de todas las empresas y me acerqué a hablar con él. En España sigue habiendo muy poca gente que hable inglés y quien lo hace prefiere evitarlo, y el pobre hombre estaba super agradecido cuando me acerqué. Charlando, le dije que era la voz de Siri. Me contó quien era él y con muchísima alegría empezamos a contarnos batallitas. Me hizo la gracia de: ‘yo soy tu padre’ y la verdad es que aún sin conocernos de nada teníamos una vinculación fuerte y fue muy emocionante conocerle”. La charla con su creador derivó hacia la falta de equilibrio entre popularidad e ingresos económicos por este trabajo y Adam Cheyer le dijo: “Consuélate, las primeras Siris os hacéis famosas y las siguientes se hacen ricas”, a lo que Iratxe respondió: “Está genial, pero me podríais haber dado a elegir si quería fama o dinero”.

Una vida marcada por un trabajo

Ha habido un antes de Siri y un después de Siri en la vida de Iratxe y durante el camino ambas han compartido sentido del humor: “Hasta mi familia lo dice. La verdad que, por lo menos en la original, tenía un sentido del humor muy parecido al mío. Esa ‘retranquilla’ vasca, esa inaccesibilidad de ‘soy tu amiga, pero no te acerques’, sobre todo con los hombres que intentan ligar contigo y tú dices: ‘no, no, yo solo vivo en la nube’ (risa)”. Añade que la última sesión de grabación fue la más divertida porque grabaron aquello que es más difícil que aparezca en Siri pero tiene que estar, ya sean insultos o palabras malsonantes: “El comando que me dieron para esa grabación era que tenía que esbozar una sonrisa pero sin materializarla. Voz alta en mi mente, pero que no se manifestara en la voz. Tenía que estar neutra, cortante, pero sin llegar a ser borde. Tu imagínate con la complicidad que ya tenía con el equipo. Verle la cara al técnico, mientras tenía que mantenerme seria, al grabar: ‘eres un maldito hijo de puta’, ‘eres un grandísimo gilipollas’. El técnico, doblado de la risa y yo sin poder reírme manteniendo la misma naturalidad que estaba leyendo el día anterior: ‘150 muertos en un atentado’”.

Posteriores trabajos de Iratxe han quedado un poco en segundo plano tras el mega hit que fue ser Siri, pero como ella dice, “por desgracia, esto es como los artistas de un solo éxito que cada vez que me buscan profesionalmente, buscan a Siri. He hecho muchas otras cosas, he hecho videojuegos, documentales… La pregunta más graciosa es cuando me dicen: ‘¿pero tú puedes imitar a Siri?’ Pues hombre, ‘¿y tú puedes hablar como tú?’ (risas)”.

Las anécdotas de Siri en la vida no virtual

La vida de Iratxe post-Siri está repleta de anécdotas divertidas. Asegura que cuando salió a la luz pública que era Siri, fue una auténtica locura: “Vivo en un pueblo muy pequeño y no podía ni tomarme unas cañas porque los críos me perseguían: ‘¡Siri, Siri, grábame!’. Tocando al porterillo de casa, poniéndose debajo de la ventana…”. Confiesa que alguna que otra vez ha aprovechado “sus poderes” para quitarse las llamadas comerciales: “pues sí, lo he aprovechado en el momento siesta cuando te llaman para ofrecerte ofertas, yo salto con: ‘ha llamado al 670…’ (risa)”. Incluso su hijo, hace algunos años creía que al escuchar a su madre en el teléfono y reconocerla, pensó que en las familias de sus amigos también sonaba la voz de sus respectivas madres en los terminales.

Le pedimos que nos contara alguna de sus anécdotas favoritas y no dudó en recurrir a un clásico para ella: “Entrar a un taxi, decir la dirección y que luego lo repita el GPS que también va con mi voz y el taxista quedarse loco diciendo: ‘Uy, si se parece’ y le digo: ‘No, no se parece, soy yo’ y bueno, locura. Otra cosa que me hace especial ilusión es al comprar el cupón. Si hay alguien que tiene los oídos muy desarrollados por que su vida depende muchas veces de ello, son los invidentes. El voiceover (voz superpuesta) que les sale a ellos al leerles los WhatsApp y estas cosas, funciona con mi voz. Entonces se quedan unos segundos pillados, y el primer gesto es coger el móvil como si se les hubiera activado y les digo: ‘No, no, que soy la persona no la máquina’. Eso sí que es una ilusión brutal para ellos. Me parece que hacen una gran labor, que no cuesta ningún trabajo ayudar con tan poquito y tener ahí ese pequeño gesto. Ellos sí que reconocen muy rápidamente quién eres y me parece muy bonito”.

Los gustos reales de la verdadera Siri

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A estas alturas conocemos bien a Siri, pero no tanto los gustos de Iratxe; se puede saber mucho de una persona según lo que ve, lee y escucha e Iratxe es una cinéfila, melómana y lectora empedernida. Se pasa el día conectada escuchando música, “cuando no estoy con mi guitarra dándole la tabarra a los vecinos”, admite entre risas: “Ahora mismo estoy metida como medio país en leer a Juan Gómez Jurado y su serie de Reina Roja, Loba negraReina Roja, Lobanegra y esperando a que termine el último: ¡Venga Juan a ver si sacas ya el tercero! Durante el confinamiento volví a Fortunata y JacintaFortunata y Jacinta, Sister Carrie de Theodore Dreiser y mira, sé que puede sonar muy friki pero una de mis tres películas favoritas es Lo que el viento se llevó: me dio mucha pena cuando la acusaron de racista. Creo que es un error juzgar la historia del pasado por los ojos actuales. Soy una enamorada de esa película, la he visto en inglés y castellano más de 49 veces, me sé los diálogos y Escarlata O’Hara es mi líder espiritual” confiesa Iratxe. Entre sus preferidas, enamorada del cine clásico, escoge Drácula de CoppolaDrácula dentro de su TOP 3, alegando que no se parece nada al libro, el cual ha leído y releído “millones de veces”: “No es una adaptación fiel, pero sigue teniendo una estética cuidadísima, unos planos bellísimos, unas luces y una delicadeza en las interpretaciones estupendas. Quizá no sea la mejor actuación de Keanu Reeves, pero bueno, como tampoco es mi actor favorito pues ahí tengo a Anthony Hopkins para quitarme el mal sabor de boca. Y la tercera, para mi es El libro de la selvaEl libro de la selva, el clásico de Disney. Soy una enamorada de los dibujos animados. Que nadie se crea que es porque tengo un hijo, me encanta la animación y creo que es uno de los trabajos con la voz más complicados. Mientras que con un actor físico tienes ya un apoyo visual de cómo es la expresión corporal y poder adaptarla, también tienes una voz original. Sin embargo, con un dibujo animado tienes un trabajo creativo y actoral inmenso. O lo haces muy bien, y queda genial, o lo haces a medio gas. Además, el público infantil es un gran crítico despiadado. O los enamoras o no los enamoras, pero no los convences”.

Respecto a sus gustos musicales, nos habla del amor de su vida, Freddie Mercury: “No hay nadie mejor para mí, soy viuda de Mercury (risas), pero luego me gustan muchos tipos de música diferentes. En lo que yo escucho, te puede salir lo mismo Rocía Jurado que Mónica Naranjo, Mozart, música infantil, José Zapata, que me parece maravilloso como profesional y como persona, y ya te digo, escucho de todo. Que vamos a contar de la gran Rosalía, que canta como quiere de bien y un poquito mejor; que te puede gustar o no el estilo que tiene, pero no se le puede negar el talentazo que tiene. En mi juventud empecé siendo muy gótica, era muy de The Cure, Lacrimosa y estas cosas un poco más siniestras, pero he ido recorriendo todo, hasta Beret y la rumba catalana. Me gusta todo”.

Iratxe se despide de infoLibre compartiendo una pequeña reflexión sobre los tiempos que corren: “Creo que todavía no somos conscientes de lo que tenemos, de lo que nos va a sobrevenir cuando pase este pequeño paso de tiempo que tenemos en verano, cuando se acabe ya veremos cómo estamos realmente de salud y económicamente. Creo que tenemos que aprender a ser todos un poco más solidarios. No pensar tanto en la bendita monetización– que es una cosa que me espanta– lo de: ‘¿No has pensado en monetizar tu voz?’ ‘No, prefiero utilizarla para hablar que no para sacar pasta de ella’. Yo no tengo 50.000 seguidores, tampoco los necesito; prefiero tener cinco y que sean buenas personas. Es como los amigos de Facebook, no quiero tener 9000 amigos que no conozco. Si estás en mi Facebook es porque te conozca de algo, que te ponga nombre, apellido y que sepa quién eres y a qué te dedicas. Lo demás, me da igual. Yo no vendo nada, y sobre todo no me vendo a mí. Tenemos que aprender a ser más generosos y solidarios, a no darle tanta importancia al quién eres, sino al qué eres”.

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