Oliú (Sabadell) defiende que no cederá a la opa "a este precio ni a ninguno superior"
La opa del BBVA sobre el banco Sabadell va camino de convertirse en una de las más largas que se han acometido. Después de más de un año en liza, la entidad que preside Josep Oliu se mantiene firme en su decisión de no formar parte del BBVA. "No es buena oferta porque el precio es bajo. Está alrededor de 3 euros y hemos visto con nuestros analistas que el precio es un 30% o un 40% superior", señalaba Oliu, quien además insistía en que no vendería "a este precio ni a ninguno superior" y develaba que ningún cliente había acudido aún a la opa.
Las declaraciones tuvieron lugar este viernes en un desayuno organizado por Nueva Economía Forum y Universidad CEU San Pablo, donde también compareció César González Bueno, consejero delegado del Sabadell. En su exposición conjunta, ambos directivos argumentaron a favor de las posibilidades del Sabadell como banco independiente y atacaron la propuesta del BBVA.
Además, ante las preguntas sobre si el Gobierno había favorecido su posición en este proceso —al imponer la condición de que, tras fusionarse y durante tres años prorrogables a cinco, ambas entidades mantengan personalidad jurídica, patrimonio separados, y autonomía en la gestión— Oliu insistió en que la posición del Gobierno responde al tono de la calle. "No me siento como un banco apoyado por el gobierno, lo que siendo es que ha sido un banco apoyado por el tejido social y empresarial del país", señaló.
Gonzalez-Bueno afirmó que existía una "sensibilidad" de todo el arco político hacia la operación y sustentó esas reservas en el arraigo del Sabadell en la financiación de pymes y en la "cercanía con los clientes". Además, advirtió que una eventual fusión de las dos entidades "sería un desastre" en Cataluña para las pymes.
En sus declaraciones, el consejero delegado ha desgranado las consecuencias que tendrías los distintos escenarios de la fusión y ha insistido en que los plazos que maneja el BBVA, que apuntan a 2029 como límite para completar el proceso, son "cuestionables".
La entidad catalana ha endurecido el tono y también ha atacado al BBVA con cifras. "El 70% de los beneficios y de los ingresos del BBVA provienen de mercados emergentes" y eso, explicó González-Bueno afecta a la distribución de beneficios. "Para llegar al capital distribuible lo primero que hay que mirar es la devaluación de la moneda en esos países provocada por la inflación, eso reduce el capital distribuible", concluyó.
Frente a la vocación internacional de los grandes bancos, el presidente insistió en el argumento de la cercanía a los clientes y las pymes. "Somos un banco español con una misión con respecto a las empresas. Es diferente de un proyecto internacional como el de BBVA", concluyó.
El número dos del banco fue quien atacó con más dureza la propuesta de la entidad bilbaína y llegó a reprocharles que las comunicaciones que iban lanzando al mercado eran, en algunos momentos, contradictorias y que existía una "asimetría de información" sobre si finalmente subiría o no su oferta sobre el Sabadell. También atacó los cambios de posición sobre el porcentaje de aceptación: "Originalmente, habían renunciado a bajar el umbral de aceptación por debajo del 50%, pero después publican un folleto donde aparece que si existe la posibilidad de rebajarlo hasta un 30% a un 50%", lanzó González-Bueno.
Contra la concentración bancaria
Uno de los argumentos que más pronuncian quienes se oponen a la fusión —y que curiosamente han manifestado grupos tan separados como Partido Popular, Sumar, sindicatos o asociaciones de consumidores— es el peligro que supone la concentración bancaria y la reducción de la competencia entre entidades. Sabadell ha recogido el guante y en la comparecencia han puesto el acento en su carácter regional. "Hay un rechazo social que se traduce en un rechazo político", lanzaba González-Bueno.
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El presidente del Sabadell, por su parte, argumentó que el sistema bancario europeo busca entidades más grandes, pero aún mantiene regulaciones dispares entre países que dificultan la operatividad de las entidades: "Los bancos transfronterizos no han terminado de cuajar". También advertía que de consolidarse esta tendencia se crearían "grandes entidades de inversión", pero advertía: "Si resulta que en España acaba habiendo solo dos bancos, los negocios, las pymes y las personas no van a recibir el trato adecuado", concluía Oliu.
Para convencer a sus accionistas, el presidente insistía en el potencial de futuro de su modelo. "Yo creo que en Europa va a haber bancos regionales fuertes con foco en su propia región y para nosotros nuestra región es España".
Por el momento, el BBVA mantiene su intención de seguir adelante. Su oferta, que lanzó hace año y medio, se mantiene sin variación: 0,70 euros en efectivo por cada 5,5483 acciones de Banco de Sabadell, pese a ser uno de los escollos de la operación.