Marta Flich: “Entre una verdad y una mentira no puede existir equidistancia”

La periodista y economista Marta Flich (Valencia, 1978) forma parte del equipo de nuevos rostros que ha conseguido revolucionar el panorama televisivo esta temporada. Junto a nombres como Pepa Bueno, Silvia Intxaurrondo, Javier Ruiz, Jesús Cintora o Gonzalo Miró protagoniza un fenómeno histórico de cambio en los hábitos de consumo de contenidos de actualidad en España, acaparado en los últimos años por apuestas de marcado sesgo conservador que inundan la programación de las principales cadenas privadas y la mayor parte de las públicas autonómicas.

Televisión Española 

“Creo que es un momento fantástico para RTVE. Un momento en el que se ha conseguido crear una televisión súper competitiva. La prueba es que la está viendo muchísima gente. Estamos llegando a audiencias que eran impensables hace muchísimos años. Se está consiguiendo una comunicación muy acertada y muy directa. De hecho, hay sectores que parecía que se hubieran abandonado por parte del medio televisivo. Por ejemplo, los jóvenes. Nos hemos dado cuenta de que, en determinados formatos, los jóvenes sí que siguen viéndonos. No era cierto que los jóvenes hubieran abandonado la tele, sino que era la tele, de alguna forma, la que había abandonado a los jóvenes. Creo que estamos en un momento muy fructífero, muy fértil, aunque es normal que existan críticas. Las críticas a la televisión pública son legítimas y son lícitas. Sin embargo, en ocasiones, entramos en otros campos de insultos o de linchamientos. Eso es otra cosa. Eso no son críticas. A mí me parece que la televisión pública española vive su mejor momento”.

Competir con las privadas

“Veo el panorama mediático español en su conjunto muy interesante. Televisión Española está en ese momento tan competitivo y tan bonito de crecimiento y desarrollo que creo que, de alguna forma, todos nos estamos poniendo mucho las pilas para poder estar a un nivel de máxima calidad y eso siempre es una buena noticia para todos los medios de comunicación. Pienso que, hasta ahora, las televisiones privadas se habían reservado el espacio de una comunicación más directa, más dinámica y más divertida. En esta nueva etapa, sin embargo, creo que convivimos todos bien, cada uno con su línea editorial. En los medios privados, cada uno tiene su propia línea editorial a través de sus diferentes profesionales. En mi caso, es un placer y un privilegio poder estar aquí, codeándome y compitiendo con un montón de gente con la que he crecido y que son unos grandes de la televisión”.

Directo al grano

“El objetivo de nuestro programa en La 1 es ir directamente al grano. Tratamos de aprovechar todo lo que está pasando en directo e intentar separar el grano de la paja. Intentamos poner el foco en las cuestiones realmente importantes, sin olvidar nuestras premisas de partida. Intentamos no ser equidistantes. Buscamos ser ecuánimes, ser imparciales, ser plurales. Pero no equidistantes. Es decir, entre una verdad y una mentira no puede existir equidistancia. Nuestra primera premisa tiene que ser la verdad. El hecho tiene que ser la verdad. Y a partir del hecho, de la verdad, ahí se discute. Por eso, muchas veces, tenemos debates muy acalorados para determinar cuál es el hecho y discutir a partir de ahí. Siempre nos decimos: vamos a debatir de lo que es el hecho, no inventemos. Resulta muy interesante. Ese es nuestro objetivo”.

Un Estado del bienestar que funcione 

“El fenómeno de crecimiento económico que vive España en comparación con lo que sucede en otros países creo que tiene mucho que ver con las políticas contracíclicas que tiene un gobierno progresista. El caso del más claro fue en la crisis del COVID, en el momento en el que la gente necesita más Estado de bienestar, el Estado asume ese Estado de bienestar y se impulsa más el gasto. De esa forma, se crean mecanismos para que el Estado de bienestar funcione y para que la gente tenga esas políticas que en ese momento se necesitan. Creo que esa es la gran diferencia con respecto a otros gobiernos de otros países donde la ultraderecha ha irrumpido con muchísima fuerza y se está viviendo una regresión muy importante y muy preocupante”.

Balance del Gobierno 

“Pienso que lo más destacable de la labor desarrollada por el actual Gobierno es que han sido pioneros en muchas cosas. Cabe destacar, sobre todo, cómo han sabido leer situaciones críticas frente a catástrofes como por ejemplo el COVID o todo tipo de complicaciones. Ante estas situaciones, que parece que hemos vivido por primera vez, que no las vimos venir, creo que han sido pioneros y que han arriesgado. También se habrán equivocado en cosas, pero creo que, en términos generales, han salvaguardado el bienestar de la sociedad, con sus errores, insisto. Pero en términos generales, creo que ha sido un muy buen balance”.

PP y Vox

“¿Cómo veo a PP y Vox ahora mismo? Pues a ratos los veo lo mismo, que es lo que más me preocupa, porque desde luego la derecha en este país es muy importante, muy importante. Tiene que ser una alternativa real de gobierno, pero creo que fusionarse y mimetizarse con los postulados de la ultraderecha y asumir parte de su discurso es retroceder en derechos. Ahora mismo, estamos viendo el tema del aborto; el tema de la violencia machista, que parece que ya se resisten incluso a nombrarla; recortes o desinversiones en cuestiones como la sanidad o las políticas sociales. A mí me parece que no se tiene que ir por esa senda, que hay otras señas de identidad de la derecha que son perfectamente asumibles para poder diferenciarse de Vox. A mí me gustaría ver un PP con más identidad, porque se necesita una derecha inteligente, coherente y que sea alternativa de gobierno en algún momento”.

Los casos del PSOE

“En este momento de acaparación mediática de los casos de Koldo y de Ábalos o del hermano o la mujer del presidente o del Fiscal General del Estado, pues veo que hay clarísimas diferencias. Bajo mi punto de vista y mi humilde opinión, hay instrucciones que se han abierto con simples recortes de prensa o con recortes de prensa que en muchas ocasiones se han tenido incluso que desechar o que han sido falsos, y han seguido hacia adelante. Todo esto provoca un enorme impacto emocional en la sociedad. Lo que yo creo es que lo que se persigue de alguna forma es desgastar al Gobierno o intentar hacer ver que hay algo dentro de todo esto e intentar que afecte a la sociedad. Yo no sé si se puede meter todo en el mismo saco. En el tema de Cerdán, de Koldo, de Ábalos, hay unos indicios que me parece que son un poco más sólidos. De todas formas, es instrucción y eso se tendrá que ver en un juzgado y se tendrá que juzgar, se tendrá que investigar, se tendrá que aportar las pruebas pertinentes, porque todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Parece que estamos invirtiendo el cargo de la prueba y ahora las instrucciones nos las sabemos enteras y parece que todos podemos opinar sobre si alguien es culpable. Todavía no se ha juzgado. Entonces, yo sería un poco prudente en eso y, después, que los jueces hagan su trabajo”.

Causas pendientes del PP

“Sobre el tema de los juicios pendientes de la Gürtel, el asunto de las gestiones de las catástrofes de la dana en Valencia, la cuestión de los cribados de las mamografías de los cánceres de mama en Andalucía, etc., creo que todo esto –siendo cosas diferentes– responden a un mismo modelo. De alguna forma, en primer lugar, da la sensación de que se trata de asumir que el Estado te pertenece, de sentir impunidad por absolutamente todo, como en el caso de Gürtel, de aceptar mordidas y de trabajar con una contabilidad B. En fin, todo lo que ya está documentado y todo lo que vamos a seguir viendo desfilar por los tribunales. Esto es una cosa. Y luego, en segundo lugar, dentro del modelo del neoliberalismo, desde la derecha, siempre está el tema de desinvertir en lo público, de privatizar de alguna forma los derechos de los ciudadanos, y eso yo creo que es ineficiente, y a los hechos me remito”.

Gaza

“Respecto a la posición de España ante Gaza como sociedad y como Gobierno, pues a mí me parece que hemos llegado tarde. España y todo el planeta hemos llegado tarde y bajo mi punto de vista ha sido por tener miedo a un recién llegado que era Donald Trump, que era un poco capaz de todo. Creo que hemos sido lentos en todo, pero, siendo lentos, hemos sido los más rápidos de Europa también en tomar el mando a la hora de decir que esto ha sido un genocidio. Por supuesto, la sociedad está siempre por delante. El sentir de la sociedad, la reacción de la sociedad, siempre está por delante y la sociedad, cuando se inflama, cuando reacciona de esta forma, primero es porque tiene buena información, porque si no, estamos adormilados y no nos movemos. Todo cambia cuando se está viendo lo que está pasando. Por eso son tan importantes los medios de comunicación. En esos casos, la sociedad responde y yo creo que esa respuesta ya es imparable”.

Trump

“Para mí, el deterioro de la democracia en Estados Unidos básicamente viene marcado por el aumento de la desigualdad, por la pérdida del poco Estado de bienestar que tenían allí. Cuanta más desigualdad, menos paz social y menos democracia. Estamos viendo cómo las grandes multinacionales tecnológicas son las que están dictando las políticas que se tienen que seguir en base a sus intereses económicos. En este caso, lo que hace Donald Trump es dejar al pueblo totalmente desvestido y todo el dinero se va de un sitio al otro. En consecuencia, creo que están viviendo uno de los momentos más desastrosos económicamente de su historia”.

Tecnofeudalismos 

“Ante el interrogante de qué se puede hacer con los multimillonarios tecnológicos y sus conexiones con el poder político, creo que ahora mismo, desde España, lo que tenemos que hacer es observar el fenómeno con atención y observarlo muy bien y ver claramente cuáles son sus consecuencias, porque ahora mismo no sé si estamos viendo nuestro futuro o viendo lo que podría ser nuestro futuro. Entonces creo que tenemos que estar ojo avizor y ver exactamente qué está pasando allí para, con un poco de suerte, no repetir esto. En Europa ya ha pasado bastante, pero a ver si en España podemos ahorrarnos tanto dolor”.

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