Cartas sin dirección
Cuando llegan las hostias de realidad las ganas de escribir con un solo dedo desaparecen. Sin más. Mientras, 246 periodistas han muerto en Cisjordania asesinados a punta de fusil de asalto IMI Galil. Sus cámaras grabaron a tiempo real los ataques israelís sobre el hospital Nasser el pasado lunes, en el que murieron 20 personas, entre ellas, cinco periodistas. Israel mata a periodistas y civiles en directo. A cara de perro.
Entre las víctimas se encontraban el fotógrafo de Al Jazzera Mohammad Salama, la reportera independiente Mariam Abu Dagga, el fotoperiodista de Reuters Hussam al Masri, el periodista independiente Ahmed Abu Aziz y el fotoperiodista Moaz Abu Taha.
El gobierno israelí llama a filas a 60.000 reservistas para concluir la ocupación de la Ciudad de Gaza, y con ello se dará fin a uno de los mayores genocidios del siglo XXI. El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, dio su aprobación al “proyecto” militar el miércoles por la mañana para finiquitar y tomar por la fuerza la ciudad en la que malviven cerca de un millón de personas. Todo con el beneplácito de la Comunidad Internacional, del Tribunal de la Haya y del “sursum corda”. La estimación del jefe del ejército israelí, Eyal Zamir, sombra de Netanyahu en las puertas del infierno, calcula aproximadamente que el número de soldados en la reserva que serán movilizados en los próximos meses alcanzará los 130.000.
La ONU advierte que la nueva ofensiva traerá consecuencias catastróficas para la población civil. A ver si consigo escribirlo bien: esto no es una nueva ofensiva, es un asesinato de civiles en masa, un vil genocidio
La ONU advierte que la nueva ofensiva traerá consecuencias catastróficas para la población civil. A ver si consigo escribirlo bien: esto no es una nueva ofensiva, es un asesinato de civiles en masa, un vil genocidio, con miles de cartas sin dirección porque no las hay, porque no se les permite tenerla. No mientras viva Netanyahu. Su gabinete de guerra seguirá con el exterminio por más que El Foro exija una reunión con el ministro de Defensa y el jefe del ejército para que les den garantías de que sus familiares no correrán peligro ante el avance de las tropas israelíes. No deben de haberse enterado aún de que sus exigencias son imposibles, de que esto es una matanza con el único fin de mantener a flote el Ejecutivo del asesino Benjamín Netanyahu.
Los “Carros de Gedeón” no van a desmantelar a Hamas, por más que Dios tome partido en Tierra Santa.
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Pako Martí es socio de infoLibre.