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Una modesta proposición

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Guillermo Sánchez Martínez

La Comunidad Autónoma de Madrid posee, aproximadamente, 10 veces más población que la Comunidad Foral de Navarra. Algo que facilita hacer comparaciones entre ambas comunidades autónomas en asuntos y tasas relacionados con la población, como es el caso de la evolución de la pandemia del coronavirus que nos afecta.

Por ejemplo, entre el 2 y el 8 de abril, ambos incluidos, en Madrid murieron por covid (cifras facilitadas por su gobierno autonómico), 117 personas. Cabría pensar que en Navarra habrán muerto 11 o 12 (un 10%), pero no, murieron 4 personas.

En Navarra, del 2 al 8 de abril, fueron hospitalizadas 75 personas. En Madrid, en cambio, no fueron 750, sino 1.403, casi el doble. 

Esta curiosa circunstancia, podría deberse a que en Madrid el coronavirus sea mucho más agresivo que en Navarra, pero no hay ninguna constancia científica de que en Madrid y en Navarra se den variantes tan diversas que una suponga que los casos que requieren hospitalización sean el doble con una que con la otra.

Puesto que no cabe esa hipótesis, cabría pensar que el sistema sanitario navarro es mucho menos cuidadoso y que en Madrid se hospitalizan casos con una gravedad menor de lo que lo hacen en Navarra. Pero es bien conocido que, en todo caso, la situación es la inversa, porque la actuación de prevención y la dotación de medios y servicios del sistema sanitario público navarro son mucho mayores que en el madrileño.

Cabe, finalmente, una tercera hipótesis mucho más razonable. Las cifras de contagios que facilita la Comunidad de Madrid están muy infraestimadas: detecta muchos menos contagios porque hace muchísmas menos pruebas y prácticamente no hace rastreos. De ese modo, no se detectan contagios y puede intentar vender que disponer medidas muy laxas tiene el mismo resultado que imponer medidas muy restrictivas, ya que la tasa informada de incidencia es semejante a la de lugares como Euskadi o Navarra, donde estas imperan. Lástima que esa comunicación solo sea una estafa publicitaria.

Puesto que no tienen nada que ver ni el número de test realizados ni la política de rastreo de contagios seguidas en la Comunidad de Madrid con las de las demás, para poder comparar tasas de incidencia entre comunidades autónomas no queda más opción que deducirlas del número de hospitalizaciones, bajo la hipótesis nada peregrina de que la proporción de casos que requieren hospitalización, respecto del total de contagios, tiene que ser muy similar en todas ellas. La capacidad de afección del coronavirus sobre las personas contagiadas es la misma.

Del 2 al 8 de abril, ambos días incluidos, en Navarra se detectaron 1.380 contagios, lo que supone una tasa de incidencia a 7 días de 213 casos por 100.000 habitantes, de los que se hospitalizó a 75 personas. Es decir, se hospitalizaron el 5,4% de los casos.

En ese mismo periodo, Madrid declaró haber tenido 11.743 casos, que supone una tasa de incidencia a 7 días de 176 casos por 100.000 habitantes, pero requirieron hospitalización 1.403: el 12,54% de los contagiados. Es decir, Madrid hospitaliza a más del doble de contagiados que Navarra (el 12,54%, frente al 5,4%), cuando publica que tiene una tasa de incidencia mucho menor. ¿Qué falla? Está claro que el número real de contagios y, con él, la tasa de incidencia.

Supuesto que en Madrid solo se hospitalizase el 5,4% de los casos, como en Navarra, eso significaría que en Madrid, con 1.403 hospitalizados, habría habido, no 11.743 casos, sino 27.278, con lo que la tasa de incidencia a siete días (a 7, que no a 14) sería de de 409. Y que, como los nuevos hospitalizados entre el 26 de marzo y el 8 de abril (14 días) fueron 2.745, los contagios habrían sido 50.833 y la consecuente tasa de incidencia a 14 días en Madrid sería 763, más del doble de lo que publica.

Seguramente, la media de hospitalizaciones en el resto de España (sin Madrid ni Navarra) ronde más el 8% de los casos, porque en Navarra la política de cribados y rastreos es especialmente intensa, detectando una proporción mayor de asintomáticos, mientras que en Madrid son prácticas, por decirlo suavemente, muy relajadas. Es un hecho que ninguna otra comunidad autónoma ofrece esa tasa de hospitalización de contagiados superior al 12% que ofrece Madrid.

De este proceso abductivo (que no inductivo), la primera consecuencia es que la tasa de incidencia que ofrecen las autoridades madrileñas es mucho más baja de la que realmente tienen; una tasa aparente y no una tasa real. Y las siguientes consecuencias son que la tasa de España es más alta de lo que se dice (por el peso de la tasa de Madrid en el conjunto); que no es verdad que con medidas laxas como las arbitradas en Madrid pueda estarse en el mismo nivel de incidencia que las demás comunidades autónomas (porque la tasa de incidencia en Madrid es bastante más alta de lo que dicen); y que, desgraciadamente, en Madrid seguirá falleciendo mucha gente cuya muerte podría evitarse si no se engañara voluntaria o involuntariamente (no sé que es peor) al informar de cuál es la tasa de incidencia de la pandemia en la Comunidad de Madrid.

Nos dijo Ayuso que con ella no contáramos para destrozar la hostelería. Suena a que no contemos con ella para reducir el número de madrileños muertos por covid (¿porque los muertos no votan?). Con las cifras facilitadas por la propia Comunidad de Madrid, solo en el primer trimestre de 2021 murieron por covid más de 3.210 personas (el 6 de enero no publicaron los datos del día 5). En cifras redondas, en solo un trimestre ha muerto por Covid uno de cada 2.000 madrileños.

PD: en Navarra no han muerto 321 personas en ese trimestre, que sería el 10% en equivalencia con Madrid. Han fallecido 163, la mitad.

Guillermo Sánchez Martínez es socio de infoLibre

Nota: después de su publicación, en la tarde del lunes 12, este texto fue modificado por su autor y algunas cifras corregidas.

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