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Mónica Oltra y la Generalitat

Keep Calm and Start a Rebellion. “Mantener la calma y comenzar una rebelión”. Ese es el lema con el que una página de Facebook convoca una concentración, en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia, para apoyar a Mónica Oltra en sus aspiraciones para ser presidenta de la Generalitat valenciana.

Desde que se conocieron los resultados electorales la señora Oltra, candidata por Compromís, no ha renunciado a esa posibilidad, cosa que me parece totalmente legítima. Sin embargo, pasan las horas y compruebo, con bastante estupor, que comienza a desplegarse una importante campaña a favor de su candidatura en las redes sociales y en distintos medios de comunicación, campaña que se concreta con esa reunión en la Plaza del Ayuntamiento para apoyar a Mónica Oltra en sus pretensiones. Mi asombro y mi inquietud van en aumento.

Lo cierto es que la señora Oltra aspira a ocupar un lugar que no le corresponde. Así como quiere sumarse de manera un tanto tramposa al carro de Ada Colau y de Manuela Carmena, ahora pretende revertir una situación que han dejado muy claras las urnas. En la citada convocatoria, programada para el viernes 29 de mayo, puede leerse (traduzco): “Evidentemente, sabemos más que cierto quién se postula para alcalde, lo que no sabemos cierto es quién será el presidente de la comunidad”.

El nombre del alcalde de Valencia al que alude el comunicado sin citarlo es el de Joan Ribó, un magnífico político de Compromís que merece ocupar ese cargo sencillamente porque ha sido el líder del partido de izquierdas más votado; eso sí, merece ser alcalde de Valencia siempre y cuando no queramos que el puesto vuelva a ocuparlo la señora Barberá, pues el PP continúa siendo el partido más apoyado en la ciudad del Turia. A nadie se le ha ocurrido cuestionar este hecho.

Ahora bien, parece que la Presidencia de la Generalitat valenciana no está tan clara. Es razonable que haya 452.654 votantes que quieran que Mónica Oltra sea la elegida. Sin embargo hay un problema: Ximo Puig, el candidato del Partido Socialista, ha recibido 505.186 votos para ocupar el mismo sillón. La lógica democrática dice que si ambos quieren efectivamente ocuparlo y no hay ninguna otra posibilidad de pacto más, debería hacerlo quien más votos haya cosechado. Eso parece, en principio, lo razonable. De lo contrario, ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo decidimos quién gobierna? ¿Con el que más presión mediática imponga, o siguiendo la lógica de lo que nos dictan las urnas?

Si el objetivo es sacar al Partido Popular de las instituciones no creo que esta sea la mejor táctica. ¿Qué sentido tiene ofrecer resistencias a algo perfectamente razonable y que además ha sido dictado por una votación democrática? Muy mal empezaríamos si a las primeras de cambio tuviéramos este tipo de fricciones. Entiendo que Mónica Oltra y sus seguidores tengan muchísimos deseos de alcanzar la Generalitat, pero creo que hay que ser muy respetuosos con la lógica democrática, hay que aprender a gestionar la frustración, a controlar un poco el ego.

Ni por un momento dudo de las capacidades ni de los méritos de la señora Oltra. Pero el hecho de haber tenido muchísima visibilidad mediática y de haber luchado duramente contra los corruptos no le otorga más legitimidad que la proporcionada por las urnas. El PSOE también se ha dejado el alma combatiendo la corrupción en las instituciones; Izquierda Unida ha hecho lo propio y ahí tienen ustedes el resultado: IU no ha obtenido representación alguna, y mira que se lo han merecido.

La realidad es que Compromís, pese a su innegable logro electoral, no ha ganado las elecciones a la Generalitat Valenciana; ni siquiera ha sido la fuerza de izquierdas más votada. Me parece legítimo que la señora Oltra presione, que apure sus opciones y juegue sus cartas para tratar de ser la presidenta del conjunto de los valencianos, pero todo tiene un límite. Y me da la sensación de que desde su formación se están acercando muy pronto a él.

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Así que frente a esa llamada a la “rebelión calmada” con la que comenzaba el artículo, yo invitaría a Oltra y a sus seguidores a comer un poco de cacao.

Keep calm and eat chocolate. Es lo mejor para controlar la ansiedad.

Alejandro Lillo es socio de infoLibre

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