Si el PSOE puede pagar el precio de la abstención, España no

La abstención del PSOE ante una eventual investidura del sospechoso presidente en funciones, es considerada por la cupulilla –que mangonea en la gestora puesta bajo la batuta del asturiano Javier Fernández– como la menos mala de las opciones para el PSOE, dadas las penosas circunstancias en las que ha dejado el partido la desastrosa acción encabezada por las seis baronías (Asturias, Aragón, Valencia, Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura), más quienes desde la sombra manejan el cotarro a través de obedientes admiradores de la vajilla oriental de la almoneda de la calle de Ferraz.

Las instrucciones impartidas ponen los pelos de punta a la militancia. Los responsables de la decapitación del PSOE en la persona del secretario general elegido por la militancia han demostrado su incapacidad de prever los resultados de sus acciones. Véase la muestra: revolcamos al secretario general y candidato a la presidencia de gobierno para hacer inviable la opción de unas terceras elecciones. Ahora el PSOE está en manos de la decisión del PP, que decidirá si prefiere las terceras elecciones o el apoyo abstencionista del PSOE. El PSOE considera que aupar al gobierno al presunto cabecilla de la trama Gürtel, es mejor que una abrumadora victoria electoral del PP. Este comportamiento, claramente traidor a las aspiraciones de las bases, conlleva la pena accesoria para el PSOE de ser definitivamente desalojado del segundo lugar en número de votos, en beneficio de Podemos, para continuar su descenso a los abismos, ganado a pulso, por los dirigentes promotores de la operación Defenestremos; el no es no”.

Lo peor es que después de años ejerciendo de partido con vocación de gobierno capaz de situar en lugar preferente los intereses de España sobre los del partido, ahora los intereses de España y los del PSOE son contrarios. Para el nuevo partido es preferible ayudar a que el PP pueda gobernar con su abstención o mediante unas terceras elecciones, a impedir el acceso al gobierno del PP, formando una coalición negociada con Podemos y los partidos nacionalistas de derechas e izquierdas, que la acción provocadora del gobierno del PP llevó a pedir la independencia…

Así votaron los 235 dirigentes en el Comité Federal del PSOE que dio luz verde a la investidura de Rajoy

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Es posible que al PSOE le beneficie una legislatura en la oposición con 85 diputados, antes que un nuevo y merecido revolcón electoral que le reduzca el número de escaños, pero a España no la favorece en absoluto otra legislatura gobernados por gentes manchadas por la sospecha más que confirmada de corrupción y la certeza de que los intereses de España serán postergados ante las ambiciones personales de los propietarios de ciertos grupos empresariales nacionales e internacionales.

Si el PSOE puede pagar el precio de la abstención, España no puede. La alternativa propuesta por el PP y el PSOE es continuar enfangados bajo un gobierno que no sabe o no quiere cortar con las malas prácticas políticas, mientras que el país reclama una legislatura regeneradora que ponga fin de una vez por todas a las fórmulas corruptas que han debilitado a la nación llevándola al borde de la desaparición aprisionada entre el resurgir de los nacionalismos independentistas, la creciente presión de las multinacionales extranjeras mediante los tratados TTIP y la menguada soberanía española que el imperialismo teutón impone vía UE.

Fernando Pérez Martínez es socio de infoLibre