Elena Reinés: “La nueva ola progresista va a ser menos solemne, más diversa y con más humor”

Elena Reinés es una de las integrantes del colectivo Woke up, un perfil en redes que hace activismo a favor de posiciones progresistas. Reinés había estudiado Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad Complutense, un máster en radio y un posgrado en Comunicación digital. Tras años trabajando en la empresa privada, acabó quemada por “pasar jornadas infinitas por un sueldo mísero”. Así pues, lo dejó para preparar oposiciones a Gestión Civil del Estado y hace unos meses decidió invertir el tiempo que le dejaba el estudio en Woke up, “un grupo de cinco jóvenes que se ha ido de madre, se ha hecho grandísimo”. “Me está cambiando la vida muy rápido”, afirma. “A pesar de que el odio suena más, estoy muy agradecida al recibimiento que hemos tenido”, concluye, con una visión alentadora de su labor en internet.

Comunicar el antifascismo con la razón y la emoción

“Yo creo que el mensaje antifascista obviamente tiene que tener y usar la razón. Pero no solamente con la razón se ganan las batallas culturales. Se necesita la emoción y es algo que hace muy bien la ultraderecha, que habla desde el odio, desde la rabia, desde el miedo y apela a las emociones. El mensaje antifascista tiene que apelar a la emoción, a la dignidad y sobre todo a la humanidad, que es algo de lo que carecen los fascistas y así se les puede plantar cara. Hombre, que si hay que hacer ruido, se hace. Pero sobre todo hay que apelar a la emoción y no solo la razón”.

Cómo hablar de política con la gente joven

“Yo creo que no hay que hablarles como una ONG, sino hablarles como si fueran tus colegas con los que compartes unos ideales o causas. Los jóvenes quieren gente, sobre todo en redes sociales, que les hable de tú a tú, gente auténtica. Las redes sociales no están hechas para dar discursos en modo catedrático y yo creo que el humor, sobre todo, es uno de los grandes puntos para comunicarte con los jóvenes y hablarles normal. Hay que alejarse de los discursos súper difíciles y hablarles como lo que son, personas normales”.

Sesgo derechista de las plataformas de internet

“Al final, las plataformas de internet, como todo en esta vida, tienen una ideología y es el dinero. Es obvio que los discursos donde se apela al odio y a la rabia generan más clics, más likes, se comparten más y, si tú eres una creadora de izquierdas y haces contenido político de izquierdas, te arriesgas a que se califique como 'sensible' o a que te lo baneen. Está claro que el algoritmo prefiere a alguien gritando '¡Viva España!' que a una mujer diciendo que pagues tus impuestos o que el fascismo hay que erradicarlo. Yo creo que no hay que culpar a la audiencia, es cómo están gestionadas las plataformas que, con los algoritmos, te muestran lo que quieren que veas. Y es verdad que sí, al final la gente está consumiendo ese tipo de contenidos, pero porque son los que más están mostrando. Es como una pescadilla que se muerde la cola”.

Movilizaciones por Gaza

“No deberían parar. No deberíamos parar de estar en la calle y de protestar por Gaza. Gaza no se merece un día de trending topic y que todos salgamos a la calle [ese día]. Gaza se merece movilizaciones constantes y diarias. Si para algo sirve la historia es para recordarnos que todos los avances sociales, todo lo que hemos conseguido, no se ha conseguido en los despachos, sino en la calle con la gente. Claro que tenemos poder. Todos nosotros, las personas comunes, tenemos el poder de salir a la calle juntos y mirar a la cara a cualquier Gobierno. Ese es nuestro poder y ese es el poder de la calle”.

Valoración del Gobierno de coalición

“Me parece que el Gobierno de coalición ha puesto en marcha medidas sociales importantes en un momento muy complicado, pero también que debería ser más valiente. Yo no quiero un Gobierno de coalición de izquierdas al que le tiemble la voz al decir que hemos subido el sueldo, el salario mínimo interprofesional. Yo quiero un Gobierno que diga alto y claro que lo hemos subido y que lo vamos a volver a subir, y creo que es lo que le falta a este Gobierno de coalición”.

Posibilidad de unidad de la izquierda ante las elecciones 

“Yo espero que sí. Y espero que en estas elecciones se presenten menos siglas que ideologías. Que se presenten como una común, un frente común, y que hayamos aprendido de los errores del pasado. Y que la gente de izquierdas deje sus egos en otro lado, fuera. Que se unan, porque la gente está cansada de la división, yo también, pero no de la izquierda. Espero de verdad que exista de aquí a 2027 una posibilidad de que vayan juntos, se unan como frente común y las siglas se queden fuera. En el momento en el que estamos ahora mismo, las líneas rojas, las purezas ideológicas es mejor dejarlas para debatir entre amigos, entre colegas. Lo importante ahora es simplemente darnos cuenta de lo que nos une, porque nos que nos separan tonterías. La izquierda tiende a fragmentarse y lo entiendo, pero nos unen muchas más cosas que lo que nos fragmenta. Lo más importante es lo que tenemos delante, lo que hay enfrente. Ojalá dejen sus siglas y sus egos fuera y se presenten como frente común”. 

Perspectivas económicas para la juventud 

“Esto es desolador. Es como un escape room en el que te dicen que hagas las pruebas y no consigues nunca salir ni encontrar la salida. O sea, nos dicen de jóvenes que estudiemos una carrera, un máster, que ahorremos, que trabajemos y luego llegas a cierta edad, te quieres independizar y te das cuenta de que tu sueldo no da para pagar un piso. Yo misma estudié una carrera, luego un máster, luego un curso de posgrado y la realidad es que no puedo vivir sola, tengo que vivir con compañeros de piso y sé que soy afortunada por poder vivir en una habitación. Me parece que es increíble. Los jóvenes no están pidiendo una casa, están pidiendo un futuro, porque este precio restrictivo de la vivienda lo que hace es robarnos la posibilidad y el futuro. Queremos un futuro, no una vivienda. Y no lo tenemos ahora”. 

Abordaje del problema de la vivienda

“No se debería especular con la vivienda. Si tienes dinero, inviértelo, no sé, en bitcoin si quieres, pero ojo, no lo inviertas en un bien como la vivienda porque robas el futuro al resto de personas. Y eso es lo que está pasando y lo que nos está pasando a los jóvenes, que nos llaman a veces 'generación perdida'. No somos ninguna generación perdida, sino una a la que le han robado una posibilidad. Se debería regular y aplicar muchas más medidas sociales. Regular el precio de alquiler, el precio de la vivienda y sobre todo controlar tanto a los fondos buitres como a los grandes tenedores que especulan con un bien fundamental para todos, que es una casa para vivir. No una casa para veranear o una casa para pasar los fines de semana, una casa para vivir. Ojalá se limitara el número de viviendas que tiene una persona o si especula con ellas. Es poco factible que ocurra eso, pero poner límite al precio del alquiler yo creo que sí se podría hacer. A ver si lo hacen”.

Reacción a la ola ultraderechista

“Tras los avances sociales siempre vienen olas reaccionarias, totalitarias. Y estamos en una de ellas. Pero hay una generación que está cansada del cinismo y yo creo que estamos viendo otra vez de nuevo el aumento de la ola progresista. Sobre todo, creo que esta nueva ola va a ser menos solemne, más diversa y con mucho más humor. Necesitamos creadores de contenido, comunicadores, activistas, gente que plante cara al fascismo con mucho humor, sobre todo. Porque es algo que ellos no tienen o no saben hacer. No lo dominan y les hace mucho daño cuando haces humor sobre ellos y no son capaces a veces ni de comprenderlo. Yo creo que es una buena herramienta y que la nueva ola progresista va a venir desde ese lado, desde el humor”.

Cómo informar sobre la extrema derecha

“Creo que hay que informar, hay que hablar de ellos, pero no con ellos. Con una persona o un partido que no cree en la democracia, en la Constitución, no hay que hablar. No es como escoger pizza o sushi. Están abiertamente verbalizando que no creen ni en la democracia ni en la Constitución. Y es una paradoja, pero con los intolerantes no se ha de ser tolerante. Obviamente yo creo que hay que informar, pero sobre todo desde el punto de vista de desmentir bulos, de explicar sus estrategias, sus mentiras y, sobre todo, repito, hacer humor. Entiendo que los medios busquen audiencia, pero darle un micro a una persona que grita mucho... Gritar y hacer ruido lo sabemos hacer todos, pero existe el peligro de que los medios quieran ganar audiencia con estos personajes”.

La izquierda y las redes sociales 

“Hay algo que, desde mi punto de vista, la izquierda ha hecho mal: abandonar el mundo de las redes sociales, es decir, el mundo de la comunicación entre los jóvenes. Eso ha sido caldo de cultivo para para ultraderecha, con los grupos de Telegram, X y las barbaridades que se dicen ahí. Y es algo que yo creo que la izquierda está comprendiendo ahora, que es importante también ese terreno: no solo los medios tradicionales y los discursos, sino las redes sociales. Creo que vamos tarde en la izquierda porque la derecha lleva años cultivando a toda esa gente en las redes y difundiendo su mensaje sin que nadie les frene. Pero se están dando cuenta la izquierda y los partidos de que es importante dar una batalla cultural ahí. Es importante frenar esa narrativa, como también es importante hacerlo en los medios de comunicación grandes, los medios tradicionales. Es un todo, un conjunto y hay que hacerlo todos a una, porque lo que hay delante es muy peligroso”.

La fuerza de la izquierda

“La izquierda estamos en el lado bueno de la historia y la derecha siempre hace mucho ruido. La derecha está enferma de odio. Lo que tienes que aprender es a gestionar todo ese odio y que no te afecte en tu vida personal. Animo a todo el mundo que quiera hacer cosas en redes sociales a hablar de izquierda, hablar de lo que quiera. Que no le frenen. Gente cercana a mí también me decía que parase con ese tipo de contenido cuando empecé en las redes. Gente que está más hacia la derecha, o mi familia, que estaban preocupados por todo el odio que recibía. Si les hubiera escuchado, no habría llegado aquí. Si tienes una idea clara, lucha por ella. Ve adelante y no escuches a nadie. Escúchate a ti mismo. Y no te dejes amedrentar por los voceros. Pegan gritos y hacen mucho ruido, pero son tres. Al apoyo a veces no se le oye tanto, y el odio y los insultos se oyen demasiado, pero no son tantos”.

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