Francisco Miguel, el vanguardista “olvidado” con el que hay que “hacer justicia”
El 19 de septiembre de 2023 fueron exhumados en el cementerio de Bértoa (Carballo) los cuerpos de cuatro hombres que habían sido asesinados por los franquistas en septiembre de 1936 y dejados en una fosa común. Uno de ellos era el pintor y grabador Francisco Miguel Fernández Díaz, nacido en A Coruña en 1897 y que se había afianzado como una personalidad central en el arte gallego anterior a la Guerra Civil, ligado a las vanguardias artísticas. Sin embargo, su figura como creador quedó sepultada igual que su cuerpo y en las décadas siguientes permaneció falto de conocimiento y reconocimiento.
El pintor y grabador vanguardista coruñés fue asesinado en 1936. Su asesinato a manos de los franquistas sepultó también su figura como creador, falto de conocimiento y reconocimiento durante décadas
El próximo 29 de septiembre recibirá un homenaje público en A Coruña que incluirá la entrega a sus familiares de sus restos mortales en una ceremonia institucional en el salón de plenos del Pazo de María Pita, semejante a la que en abril se realizó para la entrega de los restos de los otros tres asesinados. Posteriormente, Francisco Miguel será enterrado en el cementerio de San Amaro, acompañado de un cortejo público.
Durante el otoño tendrán lugar otras actividades que buscan homenajear su figura y la de su esposa, Syra Alonso, cuyos emocionantes Diarios acaban de ser reeditados por Alvarellos, y también devolver a Francisco Miguel la consideración y el conocimiento público que su obra merece. En este contexto, este miércoles el Consello da Cultura Galega publicó la entrada en el Álbum de Galicia dedicada al pintor y anunció la organización de la jornada Francisco Miguel. Tiempo de hacer justicia, que el miércoles 24 revisará su dimensión artística en la sede de la institución.
El Consello da Cultura Galega acoge el 24 de septiembre una jornada alrededor de su obra y trayectoria vital y publica una entrada en el Álbum de Galicia, realizada por el crítico y comisario de arte Carlos L. Bernárdez
¿Quién fue Francisco Miguel? Como destaca el crítico y comisario de arte Carlos L. Bernárdez en la entrada publicada en el Álbum de Galicia, “fue un pintor de notable interés” que inicialmente colaboró en los años veinte en importantes proyectos vanguardistas como la revista lucense Ronsel (1924) y, especialmente, la revista coruñesa Alfar —de la que fue director artístico— “fundamental para la divulgación de la plástica renovadora en Galicia, no solo por las obras reproducidas sino por la difusión del pensamiento artístico modernizador en nuestro país”.
En esos años, en los grabados de Francisco Miguel “se percibe un esquematismo primitivista muy del gusto de la vanguardia del momento, algunos con un manifiesto interés por la plasmación del ritmo y del dinamismo y otros de un marcado planimetrismo casi constructivista”, destaca el crítico.
Durante el otoño tendrán lugar otras actividades que buscan homenajear su figura y la de su esposa, Syra Alonso. El 29 de septiembre sus restos serán entregados a sus familiares en una ceremonia pública, para posteriormente ser enterrados en el cementerio de San Amaro
Francisco Miguel, que ya había realizado estancias en París entre 1920 y 1923, marcha con Syra Alonso a América, primero a Cuba y después a México. Allí desarrolla una gran actividad ligada a la obra de artistas como David Alfaro Siqueiros y al grupo de escritores denominados los Contemporáneos, viviendo en un ambiente de compromiso del arte con la causa revolucionaria y con las preocupaciones sociales, y entrando en contacto con Diego Rivera o el cineasta Serguéi Eisenstein.
Francisco Miguel “fue un pintor de notable interés” que inicialmente colaboró en los años veinte en importantes proyectos vanguardistas en Galicia. Posteriormente residió en México, donde entró en contacto con Siqueiros, Rivera o Eisenstein
Allí la pintura de Francisco Miguel refleja una estética virada hacia posiciones análogas al retorno al orden posvanguardista, de fuerte cromatismo. Y, posteriormente, en sus lienzos de motivos marinos de la década de 1930 parece más cercano al realismo mágico con sus naturalezas muertas de brillantes conchas, caracolas y mejillones.
A finales de 1933 Syra y Francisco Miguel salen de México y, tras vivir unos meses en Madrid, en 1935 regresan a Galicia, viviendo en Liáns (Oleiros), en la que denominaron Casa da Felicidade, un lugar que actúa como contrapunto del dolor vivido a partir del verano de 1936.
En 1935 regresó a Galicia. En agosto de 1936 después fue detenido por la Guardia Civil y un mes más tarde fue asesinado, apareciendo su cuerpo con las manos amputadas en una fosa común
El 3 de agosto, Francisco Miguel fue detenido por la Guardia Civil, acusado de actuar contra el régimen militar golpista de Franco. Posteriormente liberado gracias a la mediación de su esposa, fue de nuevo secuestrado el 19 de septiembre, capturado por cinco agentes de la Brigada Social en la pensión de la calle Mariño en A Coruña. Fue llevado a la comisaría, a la comandancia militar y después a la cárcel, apareciendo su cuerpo diez días después con el rostro destrozado y las manos amputadas, y siendo posteriormente enterrado en la fosa común de Bértoa.
Un nombre “olvidado” al que hay que “hacer justicia”
“La figura de Francisco Miguel es uno de esos nombres olvidados de una tierra que acostumbra a no mirar hacia atrás en la recuperación de aquellos que hicieron de su propia vida un salvoconducto de nuestra dignidad como pueblo”, se destaca en la presentación de la jornada que el 24 de septiembre acogerá el Consello da Cultura Galega y que llama a “hacer justicia” con una figura “alejada de los discursos oficiales de nuestra plástica”.
“La figura de Francisco Miguel es uno de esos nombres olvidados de una tierra que acostumbra a no mirar hacia atrás en la recuperación de aquellos que hicieron de su propia vida un salvoconducto de nuestra dignidad como pueblo”, destaca el CCG
Durante décadas fue un gran desconocido no solo para el público general, sino incluso para creadores y expertos. Luís Seoane le habló de él a Isaac Díaz Pardo en dos cartas en las que instaba a que en el futuro Museo Carlos Maside, Francisco Miguel tuviese un espacio destacado.
Posteriormente, Manuel Rivas lo incluyó en su novela O lapis do carpinteiro (1998) y, sobre todo, la publicación de los Diarios de Syra Alonso (A Nosa Terra, 2000) llevó al inicio de la recuperación de su memoria. Sin embargo, “su obra sigue estando aún necesitada de una revisión a la altura de la importancia que tiene en el contexto del arte gallego, mexicano e internacional de las décadas de los veinte y treinta del pasado siglo”, destaca Carlos Bernárdez.
“Su obra sigue estando aún necesitada de una revisión a la altura de la importancia que tiene en el contexto del arte gallego, mexicano e internacional de las décadas de los veinte y treinta del pasado siglo”, subraya Carlos Bernárdez
El propio Carlos Bernárdez, que destaca la voluntad de subrayar “el valor de su trayectoria vital y artística” y “la necesidad crucial de recuperar nuestra memoria colectiva”, abrirá la jornada del Consello da Cultura Galega, que también contará con las intervenciones de Manuel Rivas y Ramón Rozas, que analizarán la relación entre arte y memoria, y con una mesa redonda en la que estarán presentes Rosario Sarmiento, gestora cultural, y Carmela Galego, vicepresidenta de la Agrupación Cultural Alexandre Bóveda, además de Rivas y Bernárdez.