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Los libros

Sueños de emancipación y buena literatura

Hijas de un sueño, de Gerardo Rodríguez Salas.

Ioana Gruia

Hijas de un sueñoGerardo Rodríguez Salas Prólogo de Ángeles MoraEsdrújulaGranada2017 Hijas de un sueño

 

El volumen de cuentos Hijas de un sueño, el primer libro de ficción de Gerardo Rodríguez Salas, profesor titular de Filología Inglesa de la Universidad de Granada, es un ejemplo de excelente escritura a partir de una lograda combinación entre temas clásicos y temas de reciente visibilidad social, a la espera de ser transformados en buena literatura.

El complejo registro Hijas de un sueño mezcla lo mejor de la tradición popular y de la impronta de nombres como Mansfield, Woolf o Lorca. La atmósfera de los cuentos es deudora asimismo del cine y en muchos momentos recuerda a Almodóvar. En la peculiar y lograda síntesis entre lo popular, la vanguardia y lo cosmopolita Rodríguez Salas parece seguir los ejemplos tutelares de Lorca en la poesía y el teatro y de Morente en la música.

Un pueblo ficticio, Candiles, con muchos elementos del espacio rural andaluz, es el escenario de casi todos los relatos. Se trata de una geografía literaria muy viva, de un personaje más en una variada galería. Los cuentos están protagonizados por mujeres que han conocido la Guerra Civil y la posguerra («Hijas de un sueño»), por Federico García Lorca (al que se le rinde homenaje, igual que a Poeta en Nueva York, en «No duerme nadie»), por un transexual padre de una niña fruto de una violación colectiva («Babel»), o por mujeres forzadas a abandonar sus casas y a esconderse para escapar a la violencia de sus maridos («Babel» o «Doce mariposas»). Temas durísimos –y precisamente por eso difíciles de tratar en la literatura– encuentran en Hijas de un sueño un tratamiento particularmente conseguido a nivel estético, igual que temas como la homosexualidad o la transexualidad.

La primera y escalofriante escena de «Babel», las palabras de los agresores en una violación colectiva, nos sonará por desgracia familiar después del proceso de «La Manada». En el mismo cuento asistimos a la ternura de Onofre, el transexual que antes fue la mujer víctima de la violación, para con su hija pequeña Nayla, y a su amor con Manolo en una Barcelona presentada como refugio de libertad. En «A vuelta de los sueños» se trenzan de manera muy sutil las voces y las huellas de Virginia Woolf, Rimbaud, Orlando e incluso Cortázar, por la especial meditación sobre el sueño y el otro lado de las cosas: «El sueño no soy yo a este lado; eres tú en el tuyo». En «La lámpara» hay un magnífico homenaje al cuento extraordinario de Katherine Mansfield «Casa de muñecas».

Katherine Mansfield: la vida de la vida

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Hijas de un sueño es una apuesta, ética y estética, por la buena literatura, por la literatura que nos acompaña y nos ilumina.

*Ioana Gruia es escritora y profesora de Literatura. Ioana Gruia

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