Cine

Por qué los menores sí podrán ver ‘Love’ en España

Secuencia de la película francesa 'Love', de Gaspar Noé.

La película Love ocupa titulares en Francia desde hace semanas. El nuevo filme del director franco-argentino Gaspar Noé, enfant terrible del cine galo, ha sido calificado como prohibido a los menores de 18 años, la categoría más restrictiva por debajo del cine X. Una etiqueta muy poco frecuente en el caso francés que solo han merecido otras once películas desde el año 2000 y que está reservada para cintas con escenas de sexo real o extremadamente violentas. 

Love, como el lector puede imaginar, pertenece al primer caso. Parte de sus numerosas escenas de sexo son reales (aunque el director no ha querido aclarar cuáles, entre ellas hay una eyaculación grabada en primer plano), lo que ya le granjeó cierta polémica y atención mediática (además de malas críticas por la calidad artística de la misma) en su estreno en el pasado Festival de Cannes. Resultado: los 13,9 millones de franceses menores de 18 (el 21% de la población) no podrán acceder a la sala, ni siquiera acompañados por sus padres. Cuando Love llegue a España (la productora francesa Wild Bunch ha asegurado a infoLibre que lo hará, aunque aún busca distribuidor en el país), es altamente improbable que nadie, por joven que sea, se quede sin verla si quiere hacerlo. 

¿Por qué? Aunque la clasificación francesa es bastante más laxa que la española (aquí, solo en lo que va de año, 29 cintas han sido calificadas como no recomendadas para menores de 18 años), en España la categorización es solo una indicación, no una prohibición. Si un adolescente de 17 años quiere ver una película no recomendada para su edad, podrá hacerlo, pero no así en Francia, donde se le exigirá una identificación y donde los cines pueden ser multados si no cumplen este mandato.

La única posibilidad de prohibir la película a menores en España sería calificarla como X, de forma que solo se podría exhibir en las ocho salas especializadas en este género, a las que solo pueden acceder los adultos. Esta etiqueta es muy poco frecuente para las películas con una cierta voluntad artística. En los últimos años, solo un filme sin voluntad pornográfica ha entrado en este grupo: Saw VI, en 2009, por "apología de la violencia". "Esta categoría se aplicará de forma muy restrictiva", advierte el Ministerio de Cultura. Ni siquiera Baise-moi (2000), de Virginie Despentes, se consideró X, pese a contener violaciones, asesinatos, sexo explícito y primeros planos de genitales: la distribuidora batalló legalmente tras recibir esta calificación, y finalmente obtuvo la de no recomendada para menores de 18. 

La prohibición de Love en Franciallegó el 3 de agosto, dos semanas después de que la película fuera estrenada, a través de una orden del Tribunal Administrativo de París a instancias de la organización Promouvoir, cercana a la extrema derecha. El Ministerio de Cultura galo ha aclarado que piensa recurrir esta decisión para reducir el límite a los 16 años.

Francia: ¿una legislación liberal?

"El caso de Francia es extremadamente paradójico", cuenta Agnès Tricoire, abogada del Tribunal de París y portavoz del Observatorio de la Libertad de Creación, integrado por varios sindicatos del sector audiovisual. Se refiere a que, por una parte, son muy pocas las películas que se consideran no aptas para menores de 18, a diferencia de la frecuencia con la que esta etiqueta es asignada en España. Valga como ejemplo que en el país vecino ningún filme ha sido clasificado como X desde 1996. Pero, por otra parte, las restricciones una vez impuesta la calificación son mucho más costosas. "La prohibición tiene graves consecuencias, de distribución y económicas. La protección de la infancia se ha convertido en una forma de controlar lo que los adultos deben ver", opina Tricoire.  

Entre la prohibición a menores de 16 o de 18 no solo están en juego los 1,62 millones de potenciales espectadores que se encuentran entre esas dos edades. Las películas prohibidas a los menores de 18 años solo pueden emitirse en cadenas de televisión de pago o especializadas en cine, y siempre entre las doce de la noche y las cinco de la mañana, lo que dificulta notablemente su distribución. Los tráileres de esos filmes sufren las mismas restricciones. Además, las ayudas del Centro Nacional del Cine caen en picado para las cintas de este tipo. 

Francia es uno de los países más liberales en la aplicación de la clasificación por edades, según un informe elaborado para la Comisión Europea por las consultoras Olsberg SPI, KEA y KPMG en 2003. Ese mismo documento sitúa a España en la sexta posición por la cola, por delante de países como Irlanda e Inglaterra. Pero este estudio, y otros del mismo tipo, atienden al número de películas calificadas como para mayores de 18 años, o X, no a si se trata de recomendaciones o vetos. Irónicamente, Francia, el país soñado por los cinéfilos durante la censura franquista, va por detrás de España en este caso.  

"Preferiríamos el sistema español. En materia de imagen y cine, este país considera que todo el público debe ser vigilado. Es paternalista", considera Tricoire. "La profesión hasta ahora no se había quejado de este sistema. Pero este caso pone de relieve que habrá que reabrir el debate sobre la calificación. Espero que Fleur Pellerin [ministra de Cultura] tenga la valentía política de modificar el Código del Cine", reta. 

El caso 'Love', cuestión de sexo

"En Francia, amar está prohibido a los menores de 18 años", escribía Vincent Maraval, productor de Love, en su cuenta de Twitter al poco de conocer la noticia de la prohibición a menores. La decisión llegaba desde el Tribunal Administrativo, al que había recurrido la asociación Promouvoir, cercana a la extrema derecha. La película se había estrenado el 15 de julio como no apta para menores de 16, aunque había rozado la máxima calificación cuando la ministra de Cultura —responsable última de la decisión, aunque guiada, como en España, por una Comisión de Calificación— había solicitado una revisión. Paradójicamente, ahora el Ministerio ha asegurado que recurrirá el nuevo rango, que él mismo sugirió en un principio. 

El motivo de la prohibición: el sexo. Es la razón más frecuente de veto. De las once películas calificadas como no aptas para menores de 18 años en Francia desde el año 2000, diez lo han sido por contener "escenas de sexo no simuladas". De estos, todos los títulos que se estrenaron en España (entre ellos, Ken Park, 9 songs o Nymphomaniac. Parte 2) fueron calificados como no recomendados para menores de 18 años en este país. Es decir, todos ellos han podido ser vistos por un adolescente de 16 o 17 en España, pero no en Francia. 

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El artífice de la reclamación ante los tribunales es André Bonnet, cabeza de Promouvoir, una organización cercana al Movimiento Nacional Republicano (escisión del fascista Frente Nacional) y que estaba, entre otros grupos, tras las manifestaciones homófobas contra el matrimonio entre personas del mismo sexo. No es la primera vez que la asociación solicita aumentar la edad de veto: lo hizo, por ejemplo, con La vida de Adèle o Nymphomaniac: Parte 1, aunque sin resultado. La primera mantuvo su calificación como no apta para menores de 12, y la segunda para menores de 16.

Entre las razones de Bonnet, que explicó en la web AlloCiné, están que las escenas de Love son "degradantes" y "perturbadoras para los menores" ya que "atentan contra la dignidad humana". Pero hay más: "Este [tipo de] cine tiene como objetivo participar en la destrucción de las estructuras sociales y familiares", asegura. Los anteriores filmes de Noé, Enter the void e Irreversible, fueron prohibidos a menores de 16. 

Numerosos sindicatos de realizadores, distribuidores y críticos de cine, junto con el Observatorio de la Libertad de Creación, se han opuesto a la prohibición con un comunicado. "Es alarmante constatar que un gobierno socialista se pliega a las demandas de la extrema derecha", sostienen. El ministro de Cultura con Mitterrand, Jack Lang, también apoya al director: "[La prohibición] supone un avance de la censura (...). ¿Por qué limitar la libertad de creación de los cineastas franceses?", ha declarado. 

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