Fraude

El expresidente de Pescanova se enfrenta a 28 años de cárcel y 22 millones de multa por maquillar las cuentas

El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa (d)

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La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional juzgará a la antigua cúpula de Pescanova por maquillar las cuentas a partir del 2 de diciembre, con la perspectiva de que se celebren más de 40 sesiones y el procedimiento quede visto para sentencia en marzo de 2020, tal y como especifica el auto de señalamiento de juicio oral.

Así, a partir del día 2 de diciembre se sentarán en el banquillo el expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, su hijo Pablo Javier Fernández Andrade y otras 17 personas acusadas de maquillar los estados financieros de la compañía entre los años 2009 y 2012 con el objetivo de ocultar las pérdidas millonarias que la acabaron abocando a un concurso de acreedores.

La investigación se inició en el año 2013 y ha corrido a cargo del Juzgado Central de Instrucción número 5, cuyo actual titular, José De La Mata, cerró las pesquisas en junio de 2018 y propuso juzgar a 19 ex altos cargos de la pesquera y 12 sociedades por presuntos delitos de falseamiento de cuentas anuales, falseamiento de información económica y financiera, falsedad en documento mercantil, estafa, insolvencia punible, alzamiento de bienes, delito de uso de información privilegiada y de impedimento de la actuación del organismo supervisor.

La Fiscalía pide para el expresidente de Pescanova 28 años de cárcel y multa superior a los 22 millones euros; 13 años y medio con multa de 504.000 euros para su hijo, y para el que fuera consejero delegado Alfonso Paz Andrade, 12 años y seis meses de cárcel y multa de más de 5 millones de euros por estos hechos.

Mientras, para la empresa matriz la acusación solicita una multa superior a los 348 millones de euros por los delitos de falseamiento de información económica, estafa e insolvencia punible, mientras la auditora BDO afronta 45 millones de euros en concepto de responsabilidad civil y subsidiariamente respecto de su socio auditor Santiago Sañé Figueras, 161 millones de euros.

Beneficios de 15 millones y pérdidas de 223

Conforme explicaba De La Mata en el auto de apertura de juicio oral, las cuentas anuales de la pesquera en 2010 y 2011 no se correspondían con la realidad de la situación económica y financiera de la sociedad y su grupo. Por ejercicios, en el año 2010 el grupo declaró un resultado de 15.448.000 euros cuando en realidad el importe real era de -222.910.000 euros, mientras que un año después, se declararon unos beneficios superiores a los 16 millones de euros aunque las pérdidas rondaban los 300.000 euros.

"La situación motivó que Pescanova, en lugar de presentar la situación real, se decidió alterar los estados financieros que periódicamente presentaba al mercado, mediante determinadas prácticas contables irregulares, con el fin de que las consecuencias económicas derivadas de esas operaciones comerciales irregulares no quedaran registradas en su contabilidad, ni afloraran en sus cuentas anuales, ni en los informes y documentos que venían obligados a presentar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)", rezaba el auto.

En lo que respecta a la operativa de ampliación de capital de la vieja Pescanova, el magistrado explicaba que el Consejo de Administración de la pesquera aprobó la emisión de 9.290.464 nuevas acciones por cerca de 125 millones de euros "utilizando una vez más para convencer a futuros inversores la información financiera de contenido falso que venían tiempo haciendo pública". Un año después, la multinacional suspendió la cotización el Bolsa, tras detectarse irregularidades en su contabilidad. Ése fue el punto de inicio de un largo proceso, que ha incluido un concurso de acreedores, y que ha desembocado en la refundación de la empresa, ahora en manos de la banca como Nueva Pescanova, separada y enfrentada judicialmente con la vieja Pescanova (convertida en una mera sociedad de cartera).

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