Opositores de la Policía denuncian ante la Fiscalía irregularidades en la última convocatoria de exámenes

Un grupo de aspirantes al Cuerpo Nacional de Policía ha denunciado ante la Fiscalía General del Estado las irregularidades en la última convocatoria de oposiciones a la escala básica que han supuesto la anulación de la prueba de ortografía y la eliminación de cuatro preguntas en el examen teórico, con la subsiguiente rebaja en la nota de corte. También han presentado una denuncia ante el Defensor del Pueblo.

Los opositores, que tachan de “confuso y desvirtuado” el examen de este año, aseguran que todo el proceso no está siendo “ni justo ni transparente”. La prueba teórica, que se realizó el pasado 14 de enero, incluyó preguntas ambiguas, otras estaban mal redactadas y unas cuantas más tenían dos soluciones, explican los denunciantes. Al menos una decena de las 100 preguntas de que constaba la prueba son, a su juicio, impugnables. Pero la División de Formación de la Dirección General de la Policía, la encargada de diseñar y corregir los exámenes, sólo eliminó cuatro, “elegidas al azar entre todas las preguntas que fueron impugnadas por los opositores”. A continuación, rebajó la nota de corte: del cinco que establecen las bases de la convocatoria, a un 4,4. “Se han dado por válidas soluciones erróneas”, explican los denunciantes.

La prueba de ortografía, 100 palabras para las que hay determinar la grafía correcta en sólo ocho minutos, no sólo entrañó una una gran dificultad este año, sino que, además, el tribunal incurrió en tantos errores al corregirla –de nuevo se dieron por buenas respuestas que no lo eran– que terminó siendo anulada. Es la primera vez que se toma una decisión de estas características.

Este año también va a ser el primero en que las oposiciones al Cuerpo Nacional de Policía no incluyen análisis de sangre y orina como parte del reconocimiento médico. Según los opositores, la razón esgrimida por el Ministerio de Interior ha sido el ahorro de costes. Los denunciantes creen que se corre el peligro de que aprueben personas que tomen drogas o hayan utilizado anabolizantes u otras sustancias dopantes para pasar las pruebas físicas.

Con este conjunto de incidencias, se ha disparado el número de recursos de alzada ante el director general de la Policía presentados por los opositores. Las notas de las dos primeras pruebas se conocieron el pasado 26 de enero. Para interponer un recurso de alzada los aspirantes tienen un mes de plazo. Mientras, se están llevando a cabo los reconocimientos médicos, que empezaron el 20 de enero y concluirán el próximo 3 de marzo. Para contestar a los recursos, la Administración tiene un plazo de tres meses. Para entonces, estará a punto de realizarse el último examen de la oposición, el psicotécnico. Es decir, los plazos no corren a favor de los opositores que se sienten perjudicados.

Preguntada por infoLibre sobre las irregularidades denunciadas por los opositores, la Dirección General de la Policía no ha querido hacer ningún comentario al respecto.

Preguntas fuera del temario, americanismos

La convocatoria de oposiciones para la escala básica de la Policía de 2016, cuyos exámenes se están celebrando este año, ofrece 2.615 plazas, el doble que en 2015. Al primer examen se presentaron casi 20.000 aspirantes. Después de años en que la oferta de plazas quedó reducida al mínimo –sólo 153 en 2011–, se ha recuperado el interés por entrar en la Academia de Policía de Ávila.

El examen teórico incluye 41 temas, detallados en las bases de la convocatoria. Son los que desarrollan después las academias para preparar a los aspirantes. “Normalmente, entre el 10% y el 15% de las preguntas del examen se salen del temario, pero este año ha superado el 40%”, se quejan los responsables de elrincondelpolicia.com, una academia que ha enviado una carta a la Dirección General de la Policía para denunciar el perjuicio causado a los opositores.

Así, la prueba comprendía preguntas sobre leyes autonómicas –“no hay posibilidad material de abarcar todas las normas de todas las comunidades autonómas”, arguye la academia–, o preguntas extraídas de reportajes o entrevistas publicados en periódicos –que no se pueden incluir en los temarios–, o sobre programas informáticos que tampoco figuran en las bases de la convocatoria.

En el examen de ortografía se preguntaba por términos como azua, una bebida alcohólica obtenida del maíz en Ecuador y Perú; bes, un peso de ocho onzas o dos tercios de la libra romana; bribión, “hombre que halaga con buenas palabras para engañar”; bago, término que usan en León para pago; yuyo, una mala hierba en Argentina, Bolivia, Paraguay; acosigar, atosigar en México; champurrear, u obtener algo con facilidad tal y como lo dicen en Nicaragua, y carriño, el juego delantero de los carruajes en la milicia antigua. “Otros años el tribunal ha jugado con la nota de corte de la prueba de ortografía, subiéndola o bajándola en función de la dificultad del examen, pero no pueden eliminar una prueba”, advierten desde elrincondelpolicia.com.

Si, además, resulta que en los últimos años la División de Formación “está cometiendo muchos errores a la hora de corregir”, apuntan, “se siembra el desconcierto en el opositor”. “Parece que el proceso está diseñado para favorecer a unos pocos”, protestan los opositores, que se han organizado para presentar su denuncia ante la Fiscalía y el Defensor del Pueblo. Pese a que temen haber quedado “señalados” por sus impugnaciones y recursos: “Estamos abocados al fracaso en la entrevista personal que nos hará el psicólogo, casualmente fijada en la fase final de la oposición”.

Denuncia de filtración de los psicotécnicos

No es la primera vez que las suspicacias saltan sobre las oposiciones a la Policía Nacional. Hace sólo unas semanas el Ministerio del Interior archivaba la investigación que había abierto sobre una posible filtración de los tests psicotécnicos realizadas en la convocatoria del año pasado.

Estos exámenes son la última prueba de la oposición, tienen un nivel medio/alto y, hasta ahora, eran la prueba más temida por los aspirantes.

Interior archiva la investigación de una filtración en el examen a policía pese a la similitud con las pruebas de una academia

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El pasado diciembre un opositor había denunciado de forma anónima, mediante una carta dirigida al entonces titular del departamento, Jorge Fernández Díaz, que los mismos tests psicotécnicos que él suspendió el 4 de junio de 2016 habían sido repartidos “cuatro días antes” como ejercicio de preparación en una academia de Madrid llamada LegispolLegispol. En los cuatro tests con los que practicaron los alumnos de la academia se incluían “el 80% de las preguntas” de los dos exámenes oficiales. En algunos casos el enunciado era idéntico, en otros no sólo la respuesta correcta sino también las opciones erróneas.

Sin embargo, Interior cerró la investigación porque considera muy difícil que los exámenes oficiales no se “asemejen” a los de las academias. Éstas, aseguró a este periódico, se “proveen de cuestionarios diversos de tests habituales para medir perfiles de selección de personal”.

Legispol es propiedad de la esposa de Pedro Agudo Novo, que trabajó como jefe de gabinete del exdirector de la Policía Ignacio Cosidó, entre enero y septiembre de 2012. Pedro Agudo tuvo que dimitir tras descubrirse que su mujer poseía la academia.