Libertad prensa

2017 es el año con más periodistas en prisión y Turquía lidera la lista de países represores

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, saluda a sus simpatizantes.

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La cifra de periodistas encarcelados por el ejercicio de su profesión en todo el mundo ha alcanzado en 2017 un nuevo récord, con un total de 262 reporteros privados de libertad y con Turquía, China y Egipto como los países con más informadores entre rejas, según el último informe especial elaborado por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ).

"Semejante patrón refleja el rotundo fracaso de la comunidad internacional a la hora de enfrentar una crisis global de libertad de prensa", ha explicado el CPJ en un comunicado, en el que ha denunciado que Estados Unidos, "lejos de aislar a países represivos por su comportamiento autoritario", "se ha congraciado con líderes autoritarios como el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan, y el mandatario chino, Xi Jinping".

La organización de defensa de la libertad de prensa ha asegurado que "la retórica nacionalista" del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, su "obsesión con el extremismo islámico" y su "insistencia" en definir a los medios críticos como productores de "noticias falsas" sirven para "reforzar la estructura de acusaciones y delitos que les permite a tales líderes presidir el encarcelamiento de periodistas".

El informe señala que, a escala global, casi tres cuartas partes de los periodistas presos han sido acusados de cometer delitos "contra el Estado", mientras que la cifra de periodistas presos por acusaciones de "difundir noticias falsas", aunque pequeña, creció a un nivel récord de 21 reporteros entre rejas.

En total, en 2017 hay 262 periodistas en prisión en todo el mundo por su trabajo informativo, un nuevo récord tras los 259 reporteros que había en 2016. Los tres países con más periodistas encarcelados son responsables de encerrar en prisión a 134 informadores, lo que supone el 51 % del total.

Turquía, "el peor historial" por segundo año

El CPJ, que realiza estas estadísticas anuales desde principios de la década de los 90, ha denunciado que Turquía, "pese a haber liberado a algunos periodistas en 2017", "sigue siendo el país con el peor historial" de reporteros presos por segundo año consecutivo, con 73 periodistas encarcelados, en comparación con los 81 en 2016.

Tras señalar que en Turquía hay "decenas de periodistas" afrontando juicios y que se arresta a reporteros "con regularidad", el CPJ ha dicho que en varios casos de detenciones no ha podido establecer la existencia de vínculos con la labor periodística y ha advertido de que otras organizaciones tienen cifras "más elevadas" de arrestos.

Según el informe, "todos los periodistas" encarcelados por su trabajo periodístico en Turquía han sido investigados por cometer "delitos contra el Estado", al igual que los periodistas que figuraban en la relación de 2016.

El CPJ ha asegurado que el Gobierno turco ha mantenido en 2017 el "ritmo" de la "campaña contra la prensa" que comenzó en 2016 y que aceleró tras el fallido golpe de Estado, cuya responsabilidad atribuye al movimiento liderado por el clérigo Fethulá Gulen.

En este sentido, ha denunciado que la campaña del Ejecutivo contra la prensa llega en algunos casos a "circunstancias claramente absurdas", como cuando un periodista fue absuelto del delito de terrorismo tras seis años de un juicio en el que los acusados declararon que habían sido víctimas de la Policía y de funcionarios judiciales vinculados a Gulen y, finalmente, el periodista volvió a ser encarcelado por nuevas acusaciones de terrorismo vinculadas con Gulen y los policías y funcionarios fueron procesados por terrorismo.

"Otros casos demostraron descaradamente las brutales tácticas de censura de las autoridades turcas", ha asegurado el Comité para la Protección de los Periodistas, antes de relatar un caso en el que 19 periodistas fueron absueltos y volvieron a ser encarcelados antes de salir de prisión por un recurso del fiscal que vino acompañado por la suspensión de los jueces que habían decretado su libertad.

En China, la cifra de periodistas encarcelados ha ascendido a 41 en 2017, frente a los 38 del año anterior. Según el CPJ, el presidente chino, Xi Jinping, es otro líder que "disfruta de su posición mundial" sin que otros mandatarios le reprochen su persecución a la prensa.

En este sentido, ha recordado que el presidente estadounidense no hizo mención alguna en público a la situación de los Derechos Humanos durante su visita oficial a China "pese a una sostenida campaña gubernamental que ha llevado al arresto de periodistas, activistas y abogados chinos".

Tras recordar que el ganador del Premio Nobel Liu Xiaobo murió de cáncer en julio en un hospital chino después de que las autoridades le denegaran el permiso para recibir tratamiento médico en el extranjero, el CPJ ha denunciado que hay un periodista encarcelado y en precario estado de salud, Huang Qi, quien sufre de una enfermedad renal y cuyo abogado ha declarado que las autoridades le han suspendido al periodista su dieta especial y su tratamiento médico.

En Egipto, el número de periodistas en prisión ha bajado en 2017 a 20 frente a los 25 del año anterior, pero más de la mitad de los reporteros presentan mal estado de salud. Uno de los informadores es el fotógrafo Mahmoud Abou Zeid, conocido como Shawkan, que fue arrestado cuando cubría la represión policial de una manifestación y que ha pasado más de cuatro años en detención preventiva.

"Shawkan está anémico y necesita transfusiones de sangre, pero se le ha negado el ingreso a un hospital, según su familia. De los 20 periodistas en las cárceles egipcias, 12 no han sido ni condenados ni sentenciados por ningún delito", ha denunciado la organización de defensa de la libertad de prensa.

Delitos contra el Estado, la acusación más habitual

El informe sobre los periodistas encarcelados pone de manifiesto que tanto en Egipto como en China y Turquía la acusación más común utilizada contra los reporteros es la de haber cometido "delitos contra el Estado". "A escala global, 194 periodistas, equivalente al 74 por ciento del total, están en prisión acusados de delitos contra el Estado", ha indicado el CPJ.

En este sentido, ha asegurado que muchos países utilizan leyes contra el terrorismo "con una redacción vaga y excesivamente amplia" para intimidar y silenciar a periodistas críticos. "Tales disposiciones legales con frecuencia mezclan la cobertura de actividades terroristas con la tolerancia de tales actividades", ha señalado.

En todo el mundo hay 35 periodistas que están en prisión sin que se hayan hecho públicos los delitos por los que están acusados. "La falta de debido proceso en algunos países trae como resultado un vacío informativo tal, que se le hace prácticamente imposible al CPJ determinar por qué motivo ha sido encarcelado un periodista, si padece de algún problema de salud y a veces hasta si sigue con vida", ha explicado.

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En países como Eritrea y Siria, ha señalado el CPJ, hay periodistas "de quienes lo último que se sabía era que habían sido detenidos por el Gobierno" y que "nadie" ha vuelto a verlos ni a escucharlos "en años". "Los siete periodistas que están en las cárceles del Gobierno sirio han estado presos por lo menos cuatro años, en medio de versiones no confirmadas de tortura o ejecución", ha añadido.

El informe expone que el 97 % de los encarcelados en todo el mundo son periodistas locales y del total de informadores en prisión 22 son mujeres, lo que supone el 8 por ciento.

Los periodistas freelance representan 75 casos, un 29 por ciento del total, y el 87 por ciento de los periodistas que están prisión se dedicaban a informar de política. En el último año, la labor en defensa de la libertad de prensa del CPJ ha contribuido a la liberación adelantada de al menos 67 periodistas presos en todo el mundo.

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