España y la UE se comprometen a acelerar su gasto militar en un ambicioso plan de rearme

El unilateralismo de Donald Trump, sus desprecios a la UE y la voluntad de negociar bilateralmente con Vladimir Putin la paz en Ucrania sin contar con Kiev ni con los países europeos están provocando movimientos tectónicos en el continente. Alemania abandona la austeridad y pide flexibilidad en las reglas fiscales europeas para impulsar su gasto militar. La atlantista Polonia recela de Estados Unidos y busca más que nunca a Bruselas para garantizar su seguridad. Francia ofrece su arsenal nuclear al continente para crear un paraguas de disuasión que no necesita al norteamericano.
Y España reforzara sus fuerzas armadas como hacía décadas que no se veía. Durante la Cumbre, fuentes del Gobierno reconocieron que se trabaja para llegar lo antes posible al 2% del PIB en gasto militar, como exige la OTAN. España se había comprometido para 2009, pero el objetivo marcado hace años por la OTAN y que no cumple, de hecho es uno de los dos países de la UE que menos invierte porcentualmente —en torno al 1,3%— ya se queda corto. El Gobierno aprovechará los nuevos recursos ofrecidos por Bruselas para acelerar estas inversiones.
El secretario general de la Alianza, Mark Rutte, habla ya de un 3 o 4% del PIB en gasto militar y la nueva cifra debe pactarse en junio en La Haya, durante la Cumbre de la OTAN a la que acudirá Donald Trump. Las espadas estarán por todo lo alto y los aliados europeos intentan impulsar sus inversiones militares para restar argumentos al estadounidense al tiempo que estar preparados si deben intervenir en una misión de paz en Ucrania.
Al inicio de la Cumbre Europea extraordinaria la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, aseguró que “la cuestión más importante es rearmar Europa y no creo que tengamos mucho tiempo... gastar, gastar, gastar en defensa y en disuasión. Es el mensaje más importante”. Y la Alta Representante Exterior, Kaja Kallas, insistía que “tenemos que tomar decisiones y realmente no tenemos tiempo."
La Cumbre del rearme
La reunión de urgencia convocada por el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, entre los 27 se centraba en dos cuestiones básicas, las inversiones militares a corto plazo y el refuerzo de la seguridad europea, por un lado; y por el otro, mantener la ayuda a Ucrania.
El frente militar europeo se sufragará a corto plazo gracias a los 150.000 millones ofrecidos por Úrsula von der Leyen. Los 27 han validado ese nuevo fondo de propuesto por la presidenta de la Comisión, fondos que explican fuentes diplomáticas “estarían vinculados a proyectos concretos” de armamento o sistemas de defensa, tanto para los Estados Miembros como para Ucrania. Préstamos a ingresar en las Haciendas o Tesoros nacionales pero condicionados a contratos armamentísticos.
España ha presionado porque ese dinero se amplíe a futuro con eurobonos ex profeso para inversiones militares, porque los 150.000 millones serían para ahora, a corto plazo. Fuentes del Gobierno insisten que los bienes públicos europeos se financian con fondos europeos comunes, y que la defensa y la seguridad lo son.
En la Cumbre hubo también acuerdo para aprobar otra de las patas del plan RearmEurope de Von der Leyen: activar la cláusula de escape para no contabilizar durante varios años el gasto militar dentro del déficit. La clave que se cerrará en los próximos días es que será activada por la propia Comisión Europea de modo general, para que no sean los Estados Miembros quienes lo pidan a título individual.
En Alemania, adalid de la austeridad y el país que como primera potencia europea impuso recortes y ajustes a otros socios comunitarios durante la pasada crisis, el futuro canciller Friedrich Merz habla ya de flexibilidad en las reglas fiscales europeas y que esa cláusula de escape pueda activarse durante más tiempo que los cuatro años inicialmente planteados por la Comisión.
Hungría se queda sola sobre Hungría
La Cumbre europea empezó con buen pie porque a primera hora de la mañana en una reunión previa entre los embajadores de los 27 ante la UE se acordó pedir a Ucrania que permitiese el tránsito de gas ruso por su territorio, actualmente bloqueado. Una demanda que levantó el veto del primer ministro eslovaco Robert Fico al apoyo militar a ese país.. La Hungría de Viktor Orbán se quedaba sola.
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Finalmente los 26 países de la UE decidieron firmar a título individual una declaración como Estados Miembros de la UE en la que se comprometen a seguir ayudando militarmente a Ucrania. Fue un texto anexo, “con más fuerza que si lo firmase a título individual sólo el presidente del Consejo, porque son 26 países”, aclara una fuente europea. Importancia legal y también gestual porque a la Cumbre acudió presencialmente el propio presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, quien entró acompañado de la presidenta de la Comisión, Úrsula von der Leyen, y el del Consejo, Antonio Costa.
Los 26 países de la UE, sin Hungría, remarcaron que “no puede haber negociaciones sobre Ucrania sin Ucrania” y que el resultado de esas conversaciones “afecta a la seguridad europea”, por lo tanto no se les puede excluir como quiere la Casa Blanca. Los socios comunitarios, menos Budapest, insistieron en la declaración en una doctrina que se impone en Bruselas, “adquirir la paz a través de la fuerza exige que Ucrania esté en la posición más fuerte posible”. De la Cumbre en la capital comunitaria sale el compromiso de seguir armando a Kiev, aunque Washington no lo haga. “Esto”, recoge el texto, “se aplicará antes, durante y después de que las negociaciones finalicen la guerra”.
Zelensky quiso reconocer el esfuerzo europeo en público delante de ambos mandatarios europeos y ante las cámaras. “Estamos muy agradecidos” por ese apoyo, “lo apreciamos porque han estado con nosotros desde el primer momento”, reconocía el presidente ucraniano. Un gesto muy simbólico tras la explosión vivida hace sólo unos días en el Despacho Oval delante de Donald Trump y la plana mayor de la administración norteamericana. Por el momento, la UE no está dispuesta a ceder ante Trump y dejarle que imponga a Ucrania una paz negociada sólo con Vladimir Putin.