Estados Unidos utiliza algoritmos para identificar a extranjeros que apoyan a Palestina
Amnistía Internacional alerta sobre el uso de dos herramientas de vigilancia automatizada contra personas extranjeras por parte de los servicios de inmigración americanos. Estas herramientas permiten analizar, en tiempo real, una gran cantidad de datos, incluidos los mensajes publicados en las redes sociales, con el fin de identificar a activistas pro palestinos.
Los programas Babel X e Immigration OS, basados en la inteligencia artificial (IA), permiten “reconocer patrones y automatizar el análisis de datos mediante algoritmos”, escribe Amnistía Internacional. “Además, estas herramientas recopilan datos de diversas fuentes públicas y privadas, entre ellas varias bases de datos gubernamentales”.
La ONG ha obtenido numerosos documentos públicos —contratos, documentos de compra, de evaluación y documentos obtenidos gracias a la ley de libertad de información — que detallan el uso de herramientas de inteligencia artificial por parte de los servicios encargados de la inmigración dentro del Departamento de Seguridad Nacional, en particular el Servicio de Inmigración y Aduanas de los Estados Unidos (ICE) y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Su investigación muestra que Babel X e Immigration OS “tienen capacidades automatizadas que permiten el seguimiento, la vigilancia y la evaluación masiva, con el fin de identificar a ciudadanos no estadounidenses”. Y existe un “alto riesgo […] de que se utilicen en el marco del programa Catch and Revoke [atrapar y revocar, ndr]”.
Este programa, puesto en marcha por el secretario de Estado Marco Rubio y revelado el 6 de marzo por la web Axios, tiene como objetivo utilizar la inteligencia artificial para identificar a los extranjeros con visado que publiquen en las redes sociales mensajes de apoyo a Hamás o a cualquier otro grupo terrorista, con el fin de revocarles inmediatamente el visado.
Automatizar la vigilancia
Como señala Amnistía Internacional, las autoridades americanas no limitan su represión a los internautas que apoyan a Hamás, sino también a quienes simplemente defienden la causa palestina. De hecho, muchos estudiantes extranjeros ya han visto revocado su visado tras manifestar su oposición al genocidio que se está produciendo en Gaza.
Amnistía cita en particular el caso de Mahmoud Jalil, “exestudiante graduado por la Universidad de Columbia, portavoz de los manifestantes en el campus y residente permanente en Estados Unidos”, que fue “detenido ilegalmente” por los servicios de inmigración el 8 de marzo de 2025, para luego ser puesto en libertad el 20 de junio. Poco después de su detención, “nueve estudiantes extranjeros que participaron en manifestaciones o denunciaron el genocidio israelí en Gaza vieron revocados sus visados o su estatus de residentes.”
Los dos programas informáticos analizados por Amnistía Internacional fueron adquiridos para automatizar esta vigilancia. Babel X fue desarrollado por la empresa americana Babel Street, especializada en el análisis de datos recopilados en fuentes abiertas en Internet. El CBP lo utiliza al menos desde 2019.
El software “realiza un análisis de sentimientos asignando un sentimiento y una intención probable a las publicaciones compartidas por los usuarios en función de su comportamiento en la red”, explica Amnistía. “Permite, por ejemplo, rastrear rápidamente las plataformas de redes sociales en busca de contenidos relacionados con el ‘terrorismo’ gracias a la inteligencia artificial”.
Este tipo de software desempeña un papel esencial en la capacidad del gobierno estadounidense para aplicar sus métodos represivos
Babel X “puede recopilar enormes cantidades de datos a partir de un solo identificador, como el nombre, la dirección de correo electrónico o el número de teléfono de una persona”, detalla Amnistía. El algoritmo “también puede acceder a publicaciones en redes sociales, direcciones IP, historial profesional e identificadores únicos generados para publicidad en aplicaciones móviles, que pueden utilizarse para rastrear la ubicación del dispositivo”.
Immigration OS es una creación de la empresa americana de análisis de datos de vigilancia, cofundada por el multimillonario de extrema derecha Peter Thiel, cercano a Donald Trump. Este software es producto de un contrato por valor de 30 millones de dólares firmado entre Palantir y los servicios del ICE en abril. Pero, en realidad, se trata de una actualización de otro software, el sistema integrado de gestión de expedientes (ICM), utilizado por los servicios de inmigración desde 2014.
Este les permite “crear un expediente electrónico que organiza y vincula todos los expedientes y documentos relacionados con una investigación concreta [en materia de inmigración], de modo que sean fácilmente accesibles desde un único lugar”, explicaba la web 404 Media en una investigación publicada en marzo y recogida por Amnistía. “También permite al personal vincular los expedientes a varias investigaciones para establecer conexiones entre los casos y da acceso a una amplia gama de datos personales procedentes de agencias y fuerzas del orden americanas”.
La actualización realizada por Immigration OS añade varias funciones: una “racionalización de la selección y detención de personas en función de las prioridades”; una “vigilancia en tiempo real de las auto-expulsiones e integración en los sistemas de establecimiento de prioridades” y una “gestión integral de la inmigración, desde la identificación hasta la expulsión, haciendo hincapié en la eficacia de la expulsión”.
Una represión más rápida y masiva
Como señalaba Mediapart en marzo, el gobierno de Trump dispone de muchas otras herramientas de vigilancia, geolocalización o reconocimiento facial para rastrear e identificar a los migrantes, muchas de las cuales fueron desarrolladas bajo el mandato de su predecesor, Joe Biden.
En este dispositivo tecnológico y de seguridad, Babel X e Immigration OS “permiten rastrear y localizar rápidamente a los estudiantes extranjeros y otros grupos de inmigrantes marginados a una escala y con una amplitud sin precedentes. Esto se traduce en detenciones ilegales y expulsiones masivas, lo que crea un clima de miedo y exacerba el efecto paralizante sobre los inmigrantes y los estudiantes internacionales en las escuelas y los campus”, explica en un comunicado Erika Guevara-Rosas, directora general de Investigación, Promoción, Políticas y Campañas de Amnistía Internacional.
Estos programas informáticos “desempeñan un papel esencial en la capacidad del gobierno americano para aplicar sus métodos represivos, facilitando decisiones automatizadas rápidas que se traducen en expulsiones masivas llevadas a cabo a una velocidad sin precedentes, en detrimento de un procedimiento regular adecuado y con importantes riesgos para los derechos de todos los inmigrantes, incluidos los estudiantes que no son ciudadanos estadounidenses”, añade Erika Guevara-Rosas.
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Amnistía concluye pidiendo al “Congreso americano que tome las medidas necesarias para reforzar sus mecanismos de supervisión y regulación con el fin de garantizar que esas empresas tecnológicas no contribuyan a vulnerar los derechos humanos”.
La ONG precisa que, “según informaciones más recientes, se han revocado los visados de entre 1.800 y 4.000 estudiantes. Muchos de ellos afirman no haber sido informados de esta cancelación y no haber participado nunca en manifestaciones, aunque algunos pudieron haber tenido interacciones con las fuerzas del orden durante su estancia, por motivos menores, como una multa. Según una denuncia presentada en nombre de dos estudiantes en California, los estudiantes fueron seleccionados por ser de origen africano, árabe, asiático, medio-oriental o musulmán”.
Traducción de Miguel López