Israel lanza una nueva operación militar en Cisjordania en pleno “alto el fuego” en Gaza
La oración del alba aún no había despertado a los habitantes el miércoles 26 de noviembre cuando los primeros vehículos blindados del ejército israelí y cientos de soldados invadieron las calles de Tubas y las localidades vecinas de Tammun, Tayasir, 'Aqqaba y el campo de Al-Fara'a. Todas ellas se encuentran entre Nablus y el norte del valle del Jordán, en el noreste de la Cisjordania ocupada.
Los militares anunciaron a continuación que habían lanzado una “amplia operación antiterrorista” en cooperación con el Shin Bet (los servicios de inteligencia internos) y la policía fronteriza, la más importante desde que entró en vigor el alto el fuego en Gaza el 9 de octubre. El ejército prevé que se prolongará durante varios días, y las entradas a varias ciudades y pueblos, entre ellos Tubas, han sido bloqueadas con montículos de tierra.
Se ha informado de disparos desde helicópteros Apache. Los militares israelíes también distribuyeron folletos rojos con el dibujo de una silueta con el rostro oculto por una kufiya: “Su región se ha convertido en un refugio para los terroristas”, se leía en ellos. “Si no toman la iniciativa para cambiar esta realidad, actuaremos con determinación, como lo hicimos en Jenín y Tulkarem.”
Los campos de refugiados de estas dos ciudades fueron desalojados por la fuerza en enero de 2025. Aún no han regresado a sus hogares unos 32.000 palestinos y han sido destruidos varios cientos de edificios, lo que supone el mayor traslado forzoso de población en Cisjordania desde 1967. En un informe publicado la semana pasada, la ONG Human Rights Watch acusó al ejército israelí de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en esas zonas.
El alcalde de la ciudad de Tammun, Samir Bisharat, informó de que algunos habitantes habían sido expulsados de sus hogares, que han sido convertidos en cuarteles. El edil fue detenido el miércoles 26 y puesto en libertad el jueves 27 por la mañana. El jueves a mediodía, el Club de Prisioneros Palestinos anunció la detención de ciento veinte personas en la gobernación del norte del valle del Jordán, cuarenta y siete de las cuales fueron liberadas al cabo de unas horas.
“Más de 220 lugares” registrados por el ejército israelí
La cadena de televisión Alghad TV también informó de la detención de su cámara Shadi Jarara'a mientras se encontraba sobre el terreno, vestido con su chaleco con la inscripción “Press”. También fue detenido un periodista del canal Al-Fajr, Yazan Hamayel. Ambos fueron rápidamente puestos en libertad.
La Media Luna Roja Palestina anunció que había trasladado al hospital a cuatro personas “golpeadas” y mencionó las dificultades para llegar a los pacientes por estar atrapados en las ciudades rodeadas por el ejército israelí. La organización informó de que el ejército israelí detuvo a un hombre que estaba siendo atendido en una de sus ambulancias a la entrada de la ciudad de Tammun. La web Middle East Eye lo identificó como Mohammed Odeh, un prisionero recientemente liberado en el marco de los acuerdos entre Israel y Hamás.
El ejército afirma haber registrado “más de 220 lugares” y haber incautado armas, sin precisar de qué tipo. Dice que busca a palestinos a los que acusa de haber “llevado a cabo ataques terroristas contra civiles israelíes y fuerzas de seguridad”. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, afirmó en una comisión de defensa el 26 de noviembre que el ejército “trabaja con determinación para evitar” un estallido de violencia en Cisjordania ocupada. “Estamos preparados”, respondieron las brigadas Al-Qods, vinculadas a la Yihad Islámica Palestina.
El genocidio en Gaza y el desencadenamiento de la violencia de los colonos israelíes y los militares han reactivado la aparición de células armadas en diferentes zonas de Cisjordania
Los grupos armados surgieron en Cisjordania a partir de 2021, justo después de que la Autoridad Palestina cancelara las elecciones legislativas y presidenciales y de la "guerra de once días" que ensangrentó Gaza en mayo de ese año. Se formaron en varios campos de refugiados de grandes ciudades como Tulkarem y Jenin, y en la ciudad vieja de Nablus, extendiéndose hasta Tubas y el campo de Al-Fara'a.
Tras una serie de ataques en su territorio en la primavera de 2022, Israel respondió con una amplia operación militar, cuando Benjamín Netanyahu aún no había vuelto al poder. El nivel de represión israelí en Cisjordania no hizo más que aumentar a partir de entonces, adoptando la forma de un castigo colectivo para los habitantes de las zonas donde se encontraban los combatientes palestinos.
Desde el 7 de octubre de 2023, los colonos y militares israelíes han matado a más de mil palestinos en este territorio ocupado. Casi una cuarta parte de las 201 víctimas palestinas desde principios de 2025 en este territorio eran menores de 18 años.
Los grupos armados que surgieron en 2021 “atraían a jóvenes desencantados de diferentes partidos políticos, entre ellos Fatah, controlado por la Autoridad Palestina, Hamás, la Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina”, revelaba en marzo un análisis del International Crisis Group.
Sin una dirección clara ni una coordinación real, observaba Tahani Mustafa en ese informe, “su único programa político y sus únicas ambiciones eran la defensa de sus barrios frente a las incursiones israelíes, cada vez más frecuentes. Muchos de sus ataques eran simbólicos, iban dirigidos a edificios o material militar en lugar de a soldados, y solo utilizaban la violencia letal contra los militares israelíes que invadían sus barrios. Esa distinción era intencionada, afirman los militantes, conscientes de la respuesta desproporcionada que Israel daría a cualquier ataque contra colonos o soldados”.
Un objetivo israelí “político y no militar”
A principios de octubre, esos grupos combatientes habían desaparecido casi por completo, debido a la represión israelí y de la Autoridad Palestina; algunos de sus miembros también habían sido reclutados por el poder en Ramala. El genocidio en Gaza y el desencadenamiento de la violencia de los colonos israelíes y los militares han reactivado la aparición de células armadas en diferentes zonas de Cisjordania.
Los habitantes palestinos de Tubas y sus alrededores temen que se repita la violenta represión que se abatió sobre tres campos de refugiados en Tulkarem y Jenín. El ejército israelí los había vaciado a mediados de enero de 2025, justo cuando se había acordado una tregua en Gaza, que se rompió un mes después.
Moustafa Barghouti, fundador y líder de la Iniciativa Nacional Palestina, veterano de la escena política palestina, ha denunciado “una grave agresión destinada a extender el crimen de genocidio, anexión y limpieza étnica en Cisjordania”. Esta “es el resultado”, escribió en la red social X, “del silencio de la mayoría de los gobiernos occidentales ante los crímenes israelíes”. El “objetivo” de esta operación del ejército israelí “es político y no militar”, concluyó el gobernador de Tubas, Ahmed al-Asaad, en una entrevista con el canal Al Jazeera Mubasher, “a juzgar por el contingente militar” desplegado.
Cisjordania sufre el mayor desplazamiento de población desde 1967
Ver más
El reconocimiento de Palestina, anunciado por Francia y otros diez países en septiembre, no ha cambiado nada la situación sobre el terreno. La violencia de los colonos israelíes sigue reduciendo el espacio en el que pueden moverse los palestinos en Cisjordania; la del ejército continúa sin más condena que la de comunicados sin efecto. Sobre el terreno, la anexión de este territorio ya es un hecho. Legalmente, Israel no ha dado el paso aún, pero ha transformado discretamente el sistema de gestión de la ocupación en Cisjordania, transfiriendo a una administración civil algunos poderes que hasta entonces estaban en manos del ejército.
Traducción de Miguel López