RECICLAJE

El sistema de devolución de envases al súper se retrasará tres años y no entrará en vigor hasta 2029, según los expertos

Foto de archivo de dos personas devolviendo sus envases a una máquina del sistema SDDR.

Hace un año que el Ministerio de Transición Ecológica activó el calendario para imponer en España un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), un mecanismo de reciclaje basado en que cada botella y lata vendida cuesta unos céntimos de más que se recuperan al devolver el envase vacío al supermercado. La ley obliga a implantarlo en todo el país antes del 22 de noviembre de 2026, pero nadie en el sector espera que esté listo antes de 2029, lo que forzaría a saltarse la ley de Residuos o a modificarla antes de que llegue la fecha.

La culpa es principalmente de la Comunidad de Madrid, que debe autorizar a las asociaciones del sector que se postulan a coordinar ese nuevo sistema, que será organizado y controlado por las empresas privadas que produzcan y vendan los envases, bajo supervisión del Ministerio de Transición Ecológica. Aunque el sistema de reciclaje será nacional, las organizaciones deben estar avaladas por la comunidad autónoma donde se encuentra su sede social, y las más importantes –Asociación SDDR España y Procircular– están en Madrid.

Fuentes del sector culpan también al Ministerio de Transición Ecológica, el autor del marco normativo nacional que regirá la implantación del SDDR. Según afirman, la Comunidad de Madrid "está pidiendo aclaraciones jurídicas" al ministerio de Sara Aagesen y las dos administraciones no terminan de ponerse de acuerdo. La realidad es que el sector sabe poco sobre lo que pasa en esas conversaciones. "Lo que pedimos es un impulso político general porque tanto las asociaciones sociales como la industria coincidimos en que todos saldríamos beneficiados de implantar el SDDR", opina César Sánchez, portavoz de Retorna, una ONG que defiende la implantación de este sistema de reciclaje.

El sistema SDDR garantiza que los hogares, los bares y las oficinas se molesten en separar las botellas, las latas –y posiblemente también los briks– del resto de la basura, porque si los llevan a una máquina de depósito reciben un incentivo económico. Esto permite recuperar los envases mucho más limpios para facilitar su reciclaje y evita que una parte importante acabe en la naturaleza o en los vertederos, como ocurre ahora.

Tal y como está montado el sistema actual de reciclaje, monopolizado por Ecoembes, los municipios tienen que hacerse cargo ahora de los envases que se reciclen incorrectamente –del resto se ocupa Ecoembes–, y eso supone un sobrecoste de cientos de millones al año para los alcaldes. Sánchez subraya que cuanto antes se implemente el SDDR en España, mayor será el ahorro de los ayuntamientos: "Si seguimos con el sistema actual durante más tiempo, solo recogemos por separado el 40% de las botellas, un sobrecoste que pagan los municipios y los contribuyentes".

Todo el sector del reciclaje se ha reunido este martes en Madrid para meter presión a las administraciones, aunque tanto las empresas como los activistas son muy pesimistas. "Tenemos un calendario muy exigente y cada vez somos más los que sabemos que no se va a poder cumplir. Lo que no entendemos es por qué, ya que el calendario lo conocíamos desde hace tiempo y es responsabilidad del Ministerio de Transición Ecológica que se cumpla", afirmó durante una mesa redonda Ignasi Puig, de la consultora ambiental ENT.

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Según el calendario que dicta la ley, las comunidades autónomas tenían seis meses desde mayo de 2025 para autorizar a las diferentes asociaciones el permiso para coordinar el sistema SDDR. Ese plazo termina el 22 de noviembre, pero la Comunidad de Madrid ya ha avisado al sector de que el proceso se pospone otros seis meses, porque las consejerías tienen la posibilidad de extender el plazo hasta un año. "Acaban de darnos una prórroga de seis meses argumentando que hay dificultades en el procedimiento, y la dificultad es que no hay una regulación jurídica segura [desde el ministerio]", opinó también Arancha Bengoechea, consultora jurídica de reciclaje. "No podemos mover un dedo hasta mayo de 2026, y en teoría debería estar funcionando el 22 de noviembre. Ni por asomo", añadió.

Además del sobre coste para los ayuntamientos, implementar el sistema SDDR en 2029 significa que será prácticamente imposible para España cumplir la Directiva europea de Resiudos, que marca que en 2029 todos los países de la Unión Europea deberán recoger por separado el 90% de sus botellas de plástico y sus envases metálicos de menos de tres litros, fundamentalmente latas. Esto expondría a los ayuntamientos y a las comunidades autónomas a eventuales multas de Bruselas, por mucho que la responsabilidad de recogerlas sea de las empresas que los ponen en circulación.

El establecimiento de un sistema de devolución de botellas se fijó hace un año, cuando el Ministerio de Transición Ecológica publicó los primeros datos independientes sobre la recogida de botellas de plástico en España. En 2023 solo se recogieron por separado el 43,1%, una cifra muy inferior al objetivo de Bruselas para ese año (al menos un 70%). Pero eso no es todo. Ese número es muy inferior a los datos que había dado en años anteriores Ecoembes, que estimaba una recogida separada del 74,4%, una cifra artificialmente inflada, como denunciaban expertos del sector. Ese maquillaje de los números, que se produjo durante años, permitió a las compañías evitar la implantación de un SDDR durante años, más caro para la industria que el sistema actual.

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