Donald Trump anuncia que sacará de prisión al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha dado este sábado una nueva vuelta de tuerca a su posición en relación con el tráfico internacional de drogas, dejando más claro que nunca que su interés no es acabar con el mismo, sino asegurar las posiciones políticas que más le interesan. Eso es lo que está haciendo en el Caribe y en el Pacífico, atacando al escalón más bajo del narcotráfico mediante letales bombardeos aéreos, y eso mismo es lo que ha anunciado ahora, anunciando que indultará al expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, considerado por la Justicia de su propio país como el mandatario que más droga ha permitido pasar hacia su país: 400 toneladas de cocaína. Los 45 años de cárcel que le fueron impuestos pueden quedar en nada por obra y gracia del republicano.
Así, Trump publicó en su propia red social, llamada Social Truth, su idea al respecto de la democracia en el país centroamericano. "Si Tito Asfura gana la presidencia de Honduras, Estados Unidos le brindará un gran apoyo, ya que tiene tanta confianza en él, en sus políticas y en lo que hará por el gran pueblo hondureño", detalla. "Si no gana, Estados Unidos no malgastará su dinero, ya que un líder equivocado solo puede traer consecuencias catastróficas a cualquier país, sin importar cuál sea. Tito será un gran presidente, y Estados Unidos trabajará estrechamente con él para asegurar el éxito, con todo su potencial, de Honduras".
El presidente de Estados Unidos anunció, además, que otorgará "un indulto total y completo al expresidente Juan Orlando Hernández, quien, según muchas personas a quienes respeto profundamente, ha sido tratado con mucha dureza e injusticia. Esto no puede permitirse, especialmente ahora, después de la victoria electoral de Tito Asfura, cuando Honduras se encamina hacia un gran éxito político y financiero".
"Vote por Tito Asfura para presidente y felicitaciones para Juan Orlando Hernández por su próximo indulto", concluye Trump.
Para conocer bien la figura del expresidente hondureño, también llamado JOH, solo hay que analizar las palabras que le dedicó en su momento la administradora de la DEA, Anne Milgram. “El expresidente hondureño Juan Orlando Hernández financió su carrera política con las ganancias del narcotráfico y abusó de su autoridad como presidente de Honduras para traficar cientos de toneladas de cocaína a Estados Unidos. Seamos claros: los actores políticos que utilizan su poder para traficar drogas y corrupción serán llevados ante la justicia en Estados Unidos”.
Damian Williams, fiscal para el distrito Sur de Nueva York, dijo tras conocerse su condena a mediados de 2024 que "Hernández facilitó la importación de la casi inimaginable cantidad de 400 toneladas de cocaína a este país: miles de millones de dosis individuales enviadas a Estados Unidos con la protección y el apoyo del expresidente de Honduras. Ahora, tras años de narcotráfico destructivo de la mayor magnitud imaginable, Hernández pasará 45 años donde merece estar: en una prisión federal”. Sin embargo, Donald Trump acaba de anunciar que saldrá de la cárcel más pronto que tarde.
Según documentos judiciales, desde al menos alrededor de 2004 hasta 2022 inclusive, Hernández, expresidente de Honduras durante dos mandatos y expresidente del Congreso Nacional hondureño, estuvo en el centro de una de las conspiraciones de narcotráfico más grandes y violentas del mundo.
Durante su carrera política, Hernández abusó de sus poderosos cargos y autoridad en Honduras para facilitar la importación de más de 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos. Los cómplices de Hernández estaban armados con ametralladoras y dispositivos destructivos, como rifles AK-47, AR-15 y lanzagranadas, que utilizaban para proteger sus enormes cargamentos de cocaína mientras transitaban por Honduras rumbo a Estados Unidos, proteger el dinero que obtenían de la eventual venta de esta cocaína y resguardar su territorio de narcotráfico de sus rivales.
Hernández recibió millones de dólares provenientes del narcotráfico de algunas de las organizaciones narcotraficantes más grandes y violentas de Honduras, México y otros países, y utilizó esos sobornos para impulsar su ascenso en la política hondureña. A su vez, a medida que Hernández ascendía al poder en Honduras, brindó mayor apoyo y protección a sus cómplices, permitiéndoles transportar grandes cantidades de cocaína, cometer actos de violencia y asesinatos, y contribuir a convertir a Honduras en uno de los países más peligrosos del mundo.
Durante su mandato, Hernández promovió públicamente la legislación y las iniciativas que supuestamente emprendió para apoyar las medidas antinarcóticos en Honduras. Al mismo tiempo, protegió y enriqueció a los narcotraficantes de su círculo íntimo y a quienes le proporcionaron sobornos con cocaína que le permitieron obtener y mantenerse en el poder en Honduras.
Por ejemplo, Hernández confirmó selectivamente las extradiciones al apoyar y atribuirse la extradición a Estados Unidos de ciertos narcotraficantes que amenazaban su control del poder, al tiempo que prometía a los narcotraficantes que lo sobornaban y seguían sus instrucciones que permanecerían seguros en Honduras.
Además, Hernández y sus cómplices abusaron de las instituciones hondureñas, incluyendo la Policía Nacional de Honduras y el ejército hondureño, para proteger y expandir su conspiración. Entre otras cosas, los miembros de la conspiración utilizaron agentes de la Policía Nacional de Honduras fuertemente armados para proteger sus cargamentos de cocaína mientras transitaban por Honduras hacia Estados Unidos para su posterior distribución. Los miembros de la conspiración también recurrieron a la violencia y al asesinato para proteger y hacer crecer su empresa de narcotráfico, atacando y asesinando a traficantes rivales y a aquellos que amenazaban su control sobre el comercio de cocaína hondureña.