Política cultural

La huelga en el INAEM pone en jaque el plan del PP para unir la Zarzuela y el Real

Asamblea de trabajadores en el Teatro de la Zarzuela el pasado marzo para votar la convocatoria de huelga.

Al Gobierno del PP se le ha atragantado el que, de producirse, sería uno de sus mayores proyectos culturales: la fusión del Teatro Real, dependiente de una fundación del sector público, y el Teatro de la Zarzuela, órgano del Ministerio de Cultura. La propuesta, que la Secretaría de Estado elaboraba con discreción antes de que se filtrara a la prensa el 10 de marzo, se ha encontrado con la oposición frontal de los sindicatos, preocupados por el futuro de los 500 trabajadores de ambos centros y por lo que consideran una "privatización" de la Zarzuela. Con las negociaciones congeladas, el jueves dan comienzo los paros que se extenderán hasta el 26 de abril y que afectarán a la mayoría de teatros y compañías nacionales: a la Zarzuela, pero también al Centro Dramático Nacional, el Centro Nacional de Teatro Clásico, la Compañía Nacional de Danza, el Auditorio Nacional de Música y el Ballet Nacional de España. Se trata de una huelga sin precedentes que podría cancelar hasta 17 representaciones

Con su plan, aún sin fechas concretas, el Ministerio pretendía unir el Real y la Zarzuela bajo el paraguas de una fundación que centralizara toda la producción lírica. Pese a los pocos detalles otorgados por la administración, que no había comunicado su decisión ni a trabajadores ni a sindicatos y que no ha expuesto su plan de actuación, la iniciativa supone en cualquier caso que la Zarzuela abandonará el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del que depende. El Ministerio de Cultura perdería así una de sus unidades de producción y sus 234 empleados dejarían de trabajar para la administración pública, sufriendo a medio plazo un cambio en sus convenios. El Ejecutivo ha asegurado que "se mantendrá la plantilla y las condiciones de trabajo", pero los sindicatos dudan de que esto sea posible bajo la fórmula propuesta. Aunque la Fundación Teatro Real está formalmente controlada por el Ministerio, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento, funciona en la práctica de manera independiente y obtiene el 74% de su presupuesto del mecenazgo y la venta de entradas. Es por esto que Comisiones Obreras y UGT denuncian que esta maniobra supone le "privatización" de la Zarzuela y el "desmantelamiento del INAEM".

Las conversaciones entre el Ministerio y los sindicatos están congeladas. El pasado martes, tuvo lugar una reunión entre los representantes de los trabajadores y Montserrat Iglesias, directora del INAEM, que solo sirvió para tratar los servicios mínimos de cara a los paros. Sus posturas son, por ahora, irreconciliables. "Nosotros nos sentamos a negociar siempre que no nos pongan la premisa de la absorción", zanja Jesús Álvarez, secretario general de CCOO en el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Los sindicatos propusieron en marzo una forma de colaboración entre las instituciones que no implicara su unificación, pero según estos el Gobierno la rechazo. "Ellos piden la retirada del proyecto o nada", critican fuentes de Cultura, "y así es muy difícil negociar. El Ministerio está dispuesto a hacerlo, pero no va a retirar el proyecto". La administración, sin embargo, no baraja fechas —el Real Decreto que arrancaría con el proceso se anunció para abril—, y un portavoz anuncia: "Estamos yendo a buen ritmo. Y si no quieren negociar y la única vía que te dejan es continuar, igual todo se acelera". 

"El secretario de Estado [Fernando Benzo] lo que quería era que entráramos a negociar el Real Decreto, pero esto supone darle el visto bueno y no lo vamos a hacer", asegura Javier Figueroa, secretario general de UGT en la Secretaría de Estado de Cultura. El sindicalista cuenta que han podido saber por "fuentes del INAEM que no tienen nada que ver con todo esto" que el proyecto de absorción "se lleva gestionando un año y hay estudios desde hace seis meses". "Nosotros entendemos", continúa, "que este no es un problema laboral, sino un problema de ciudadanía, de gestión de la cultura, y que por lo tanto tendrían que haber consultado con instituciones y partidos políticos". El representante de los trabajadores da, de paso, una pulla a estos últimos: "Ninguno se ha pronunciado taxativamente, excepto IU. Estamos solos". 

Claude Debussy, "genio radical"

Ante esta situación, los paros en los teatros nacionales comenzarán el 5 de abril con un concierto frente al Teatro de la Zarzuela del coro del teatro junto a la Rondalla Lírica de Madrid Manuel Gil. La concentración tendrá lugar a las 19.30, media hora antes del estreno de Policías y ladrones, de Tomás Marco y Álvaro del Amo, que supone la primera zarzuela de nueva creación estrenada en el teatro en más de 30 años. Los sindicatos cuentan con que se cancele esta y todas las demás representaciones de la obra (7, 8, 10 y 11 de abril). "Es una pena que no vaya a representarse, y demuestra que esto no va de proteger este género lírico, sino de conflictos sindicales", censuran desde el Ministerio. El Ejecutivo ha querido adelantarse a los paros haciendo público este miércoles el inicio del expediente para declarar la zarzuela Patrimonio Cultural Inmaterial, que incluye ya manifestaciones como la Semana Santa o la trashumancia. "La estrategia que tenemos es la de proteger y potenciar la zarzuela", insisten. 

La huelga afectará también a las obras Si no te hubiera conocido y Consentimiento (6 y 14 de abril en el Teatro Valle-Inclán, del Centro Dramático Nacional); La dama duende (de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, el 6 de abril de gira en Valladolid); los conciertos del 7 y el 20 de abril en el Auditorio Nacional; The show must go on (de la Compañía Nacional de Danza, el 8 de abril en los Teatros del Canal); El burlador de Sevilla (de la CNTC, el 13 de abril en el Teatro de la Comedia); las representaciones del Ballet Nacional de España el 13 y 14 de abril, de gira en Las Palmas de Gran Canaria; Una noche con Forsythe (17 de abril, de la CND en gira en Rennes, Francia) y El concierto de San Ovidio (19 y 21 de abril, Teatro María Guerrero, también del CDN). Los representantes sindicales aseguran que "las representaciones se van a conseguir parar en todos los casos". 

Álvarez asegura que no ha visto una huelga como esta en sus 36 años de servicio en el Ministerio de Cultura. Lo cierto es que para encontrar una convocatoria de paros en todos los teatros nacionales hay que remontarse a 2004, cuando los trabajadores pararon para que se les incluyera dentro del convenio único de la Administración, aunque entonces solo duraron dos días. En los últimos años, varios centros del INAEM han llamado a la huelga: el Ballet Nacional en 2016, para reclamar contratos indefinidos; el Coro Nacional en 2014, para denunciar la falta de efectivos; la Compañía Nacional de Teatro Clásico en 2010, contra la dirección del entonces responsable Eduardo Vasco. En ninguno de estos casos se implicaron también los trabajadores de otras unidades de producción, y ninguno de los paros se extendió entonces a más de dos o tres representaciones. 

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