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Ronaldo evita un proceso judicial con un documento falso

Cristiano Ronaldo, junto a su pareja, a su llegada este martes a la Audiencia Provincial de Madrid.

Yann Philippin (Mediapart)

El exdelantero del Real Madrid Cristiano Ronaldo, condenado este martes a 23 meses de cárcel y al pago de una multa de 18,8 millones de euros por fraude fiscal tras las revelaciones de Football Leaks, se ha podido beneficiar de una condena clemente gracias a un contrato de fecha falseada, elaborado por sus asesores.

El 22 de enero de 2019 permanecerá, como una mancha indeleble, en la carrera de Cristiano Ronaldo. A las 10 de la mañana, la estrella portuguesa, traspasada el pasado verano a la Juventus de Turín, tras nueve años en el Real Madrid, comparecía en la Audiencia Provincial de Madrid para declararse culpable del delito de fraude fiscal. El tribunal ratificaba el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía, la Abogacía del Estado y los abogados de Ronaldo. El cinco veces ganador del Balón de Oro aceptó las condiciones impuestas por las acusaciones: una pena de 23 meses de prisión, que no implica su entrada en prisión, y el pago de una multa que asciende a 18,8 millones de euros.

Sin embargo, Cristiano Ronaldo había jurado y perjurado que nunca había tenido intención de defraudar al fisco. "Hay muchas personas inocentes en prisión. Y yo me siento un poco así", declaraba. Si finalmente ha aceptado declararse culpable se debe únicamente a las investigaciones basadas en los documentos de Football Leaks, publicados en diciembre de 2016 por Mediapart, socio editorial de infoLibre, y sus socios de la red EIC (European Investigative Collaborations), que demostraron que Ronaldo ocultó 150 millones de euros en paraísos fiscalesocultó 150 millones de euros en paraísos fiscales.

Sin embargo, tras de este veredicto nos encontramos ocn un escándalo y una paradoja. La paradoja es el arresto, el pasado miércoles en Hungría, de Rui Pinto, el denunciante portugués vinculado con Football Leaks. En parte gracias a él Cristiano Ronaldo pagará 18,8 millones al Estado español. Sin embargo, se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario a la espera de su extradición a Portugal, donde se le acusa del robo de datos y de "tentativa de extorsión".

El escándalo es que este veredicto es, en realidad, una gran victoria para Cristiano Ronaldo. Si no hubiese alcanzado un acuerdo y hubiese optado por ser juzgado, podría haberse enfrentado a una pena de hasta siete años de prisión. Pero la Fiscalía prefirió negociar un acuerdo amistoso. Una fuente judicial española asegura que la solución menos arriesgada era llegar a un acuerdo, ya que habría sido muy difícil demostrar en un juicio que Ronaldo había defraudado de manera voluntaria.

En junio de 2017, Mediapart y sus socios del EIC revelaron que se había falseado la fecha de un documento crucial, que debía probar la buena fe de Ronaldo. Los documentos inéditos de Football Leaks, que revelamos este martes, demuestran que dicho documento, firmado oficialmente en 2008, fue redactado en realidad en 2014. En resumen, se trata de una falsificación, manifiestamente destinada a engañar al fisco.

Y después están todos los que ayudaron a Ronaldo. Al igual que en el terreno de juego, el delantero no se hizo solo con la victoria. Tenía un equipo a su lado: su agente Jorge Mendes, uno de los más poderosos del mundo, pero también contables, testaferros y prestigiosos abogados españoles y portugueses. Siete miembros de este equipo fueron investigados por complicidad –incluido Mendes–, antes de ser absueltos por los tribunales españoles.

Sin embargo, los documentos Football Leaks muestran que algunos de ellos conocían las estructuras offshore de Ronaldooffshore. Otros miembros del equipo, abogados y dos de los colaboradores más cercanos de Mendes participaron en la elaboración del documento, cuya fecha fue falseada, destinado a demostrar la inocencia de Ronaldo.

Justicia indulgente con Ronaldo

Lo mínimo que se puede afirmar es que la Justicia española se ha mostrado poco interesada. Cuando se conocieron las primeras informaciones en diciembre de 2016 y junio de 2017, no se realizó ningún registro en las viviendas de los miembros del equipo Ronaldo. Y los fiscales no intentaron contactar con  John, el delator anónimo que transmitió los documentos de Football Leaks al semanario alemán Der Spiegel. En resumen, la Justicia española se ha mostrado sorprendentemente indulgente con Ronaldo y sus asesores.

El fraude de Ronaldo estaba relacionado con sus derechos de imagen, es decir, con los millones que recibía de sus patrocinadores. Este dinero aterrizaba en los arcas de Tollin, una empresa pantalla registrada en las Islas Vírgenes británicas. El sistema fue diseñado por los equipos del agente Jorge Mendes, quien hizo que muchos de sus representados se beneficiaran del mismo, incluidos José Mourinho, Angel di Maria y Ricardo Carvalho. La mayoría de ellos se declaró culpable de evasión fiscal tras las revelaciones de Football Leaks.

Entre su llegada al Real Madrid en 2009 y el año 2013, Ronaldo no declaró ningún ingreso en concepto de patrocinioa las autoridades fiscales. Pero a partir de 2014, Hacienda lanzó una amplia serie de controles fiscales dirigidos a futbolistas, incluidos varios jugadores de la escudería de Mendes. De la noche a la mañana, Ronaldo incluye en su declaración de la renta correspondiente a 2014 sus ingresos sometidos a gravamen en España desde 2009. Sin jamás mencionar la existencia de un montaje fiscal relacionado con Tollin, ni la suma total de 150 millones que depositó en Suiza y en las Islas Vírgenes británicas.

Para ayudarle a hacer frente al fisco, el abogado portugués de Jorge Mendes, Carlos Osorio, pide ayuda al prestigioso bufete de abogados español Senn Ferrero, entre cuyos asociados aparece Julio Senn, ex director general del Real Madrid.

Hacienda descubre la existencia de Tollin en la declaración patrimonial de Ronaldo y pregunta en 2016 quién es el propietario. Los abogados fiscalistas de Ronaldo responden dando el nombre de la sociedad pantalla que servía de testaferro al jugador. Curiosamente, el fisco se conforma con dicha información y considera que Tollin no pertenece a Ronaldo. En los documentos confidenciales de Football Leaks, los abogados de la firma Senn Ferrerro se felicitan por esta victoria, que consideran inesperada.

Antes de crear su propia firma, Julio Senn y Javier Ferrero trabajaron para otro bufete de abogados español, Garrigues. En 2010, Carlos Osorio, el abogado portugués de Jorge Mendes, pidió a Garrigues que evaluara el montaje fiscal de Ronaldo y sus riesgos potenciales. Julio Senn y Javier Ferrero recibieron un correo electrónico confidencial del bufete sobre este análisis en junio de 2010. A preguntas del EIC, un portavoz de Garrigues indicó que nunca brindó asesoramiento sobre la situación fiscal de Cristiano Ronaldo.

Una presentación confidencial de Garrigues, elaborada dos meses después, muestra que el bufete sabía que Tollin pertenecía a Ronaldo, a través de una fundación registrada en Panamá. Seis años más tarde, Senn y Ferrero no proporcionaron esta información a las autoridades fiscales españolas. Interrogados por Der Spiegel sobre su conocimiento de la relación de Ronaldo con Tollin, optaron por no responder.

 

Presentación de 2012 del despacho Garrigues que indica que la sociedad en las Islas Vírgenes (Tollin) es controlada por Ronaldo a través de una sociedad registrada en Panamá. © EIC

Pero la estratagema de los abogados fracasó. En diciembre de 2016, Mediapart y sus socios del EIC revelaban que Tollin pertenece a Ronaldo. Tras la publicación de nuestros artículos, Hacienda vuelva a solicitar información a los abogados del jugador, que se ven obligados a reconocer que el delantero del Real Madrid es el propietario de la sociedad en las Islas Vírgenes.

Así, gracias a Football Leaks, Ronaldo fue acusado formalmente de fraude fiscal. Tras esta confesión, las autoridades fiscales españolas consideraron que Tollin, que no tenía empleados ni actividad alguna, era una mera sociedad pantalla destinada a ocultar los ingresos del jugador. Por lo que, entre 2009 y 2013, Ronaldo debería haber declarado cada año el dinero recibido a través de su empresa offshore y haber pagar los impuestos correspondientes.

Ronaldo parece en ese momento K.O. Pero sus asesores revierten la situación gracias a un documento clave: el contrato firmado en 2008 entre el jugador y Tollin que establece que la compañía cobra el dinero fruto de los contratos de patrocinio, pero no rembolsará estas cantidades personalmente a Ronaldo hasta 2014. Por lo tanto, según sus abogados, es normal que Cristiano esperara a 2014 para declarar dichos ingresos. De modo que, según ellos, no hubo intención de cometer fraude.

Documento para engañar a Hacienda

El problema es que este contrato databa de seis años antes. En realidad, el documento se firmó a finales del año 2014 o principios de 2015. En definitiva, se trata de un documento falso destinado manifiestamente a engañar a Hacienda.

La fecha de su redacción no es casual. A mediados de 2014, la Agencia Tributaria pone en marcha una oleada de controles dirigidos a futbolistas. Varias estrellas de la escudería de Mendes, incluido el entrenador José Mourinho, se encuentran en el punto de mira. Y es muy probable que Ronaldo se encuentre muy pronto en el centro de la diana, dado que no ha declarado ni un céntimo de las decenas de millones de euros fruto de sus contratos de sponsoring acumulados a través de la sociedad offshore Tollin.

 

El contrato entre Ronaldo y su sociedad offshore Tollin, datado oficiamente el 20 de diciembre de 2008. En realidad fue firmado, como muy pronto, en diciembre de 2014. © EIC

Entonces el equipo de Ronaldo entra en escena. En el centro de la operación se encuentra Carlos Osorio, el abogado de Jorge Mendes, en el corazón de los montajes fiscales. Cuenta con la ayuda de dos abogados españoles del gabinete King Wood & Maleson (KWM).

Una primera versión del contrato se redactó a finales de 2014. El 11 de diciembre, Carlos Osorio envía una nueva versión, aún sin firmar, a la mayoría de los miembros del equipo de Ronaldo: Luis Correia, sobrino y principal colaborador de Jorge Mendes; el contable irlandés Andy Quinn, líder del grupo Mendes y gerente de sociedades irlandesas que reúnen los beneficios publicitarios de Ronaldo para enviarlos, a continuación, a las Islas Vírgenes; y dos abogados españoles del grupo KWM.

Por lo tanto, Cristiano Ronaldo firmó el documento después del 11 de diciembre de 2014, seis años después de la fecha del 20 de diciembre de 2008 que figura en el contrato. Este documento fue mencionado en julio de 2017 durante el interrogatorio del delantero ante el juez de instrucción del Tribunal de Pozuelo de Alarcón, en Madrid.

Durante la audiencia, el fiscal citó un artículo del diario El Mundo, que había revelado, junto a Mediapart y al EIC, los primeros documentos que sugerían que la fecha del contrato había sido falseada. El juez pregunta a Ronaldo sobre la fecha en la que firmó el documento. Por primera vez, el abogado del jugador protesta porque estima que los documentos citados en el artículo "pueden haber sido obtenidos ilegalmente". Ante la insistencia del magistrado, el abogado del jugador se queja: las preguntas deben basarse en pruebas, no en artículos periodísticos. El fiscal se dirige entonces a Ronaldo: "¿No recuerda las fechas precisas?". "Sí, tengo muchos problemas con las fechas", responde el jugador.

Durante esta audiencia, en efecto, Ronaldo no recordaba nada. Simplemente declaró que había pedido a sus asesores que se ocuparan de sus impuestos respetando las reglas. ¿Quiénes eran estos asesores? El delantero tampoco lo recuerda…

Este contrato, firmado con seis años de retraso, podría haber tenido graves consecuencias para Ronaldo y su equipo. "Antedatar documentos presentados a las autoridades fiscales puede considerarse una falsificación", indica al EIC Carlos Cruzado, presidente del sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha). "Esto podría ser considerado un fraude", confirma el abogado de negocios germano-español Rafael Villena.

Interrogados por el EIC, ninguno de los asesores de Cristiano Ronaldo implicados en este escándalo del contrato falsificado han respondido a nuestras preguntas. Tampoco tuvieron que responder a la Justicia española. Contactados los fiscales y la Agencia Tributaria para entener por qué no intentaron obtener más información, especialmente con la realización los registros pertinentes, se negaron a realizar cualquier comentario.

Así, después de tres años de batalla contra el fisco y la Justicia, el equipo de Ronaldo ha ganado. El delantero estrella se libra con una pena de 23 meses de cárcel –que no implica su ingreso en prisión al no llegar a los dos años y no tener antecedentes– y una multa de 18,8 millones de euros, un montante más que soportable para uno de los tres futbolistas más ricos del mundo, cuyo patrimonio supera los 200 millones de euros. El espectáculo puede continuar.

  Traducción: Irene Casado

Edición: M.M.

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  Tras la publicación inicial de los primeros documentos en noviembre de 2016, una decena de diarios europeos pertenecientes a la red de medios de comunicación European Investigative Collaborations (EIC), publican nuevas informaciones en el marco de Football Leaks, la mayor filtración de información de la historia del periodismo. Se trata de 70 millones de documentos obtenidos por Der Spiegel, es decir, 3,4 teraoctetos de datos, que han sido analizados por casi 80 periodistas, infografistas e informáticos. Corrupción, fraude, dopaje, traspasos, agentes, evasión fiscal, explotación de menores, compra de partidos, influencia política: los Football Leaks documentan de manera inédita la cara negra del fútbol. Estas revelaciones de interés público, difundidas por Mediapart (socio editorial de infoLibre), se basan en documentos oficiales.

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