Plaza Pública

Ley de lucha contra el fraude fiscal en el Congreso: perseguir un ferrari con un 600

Monedas, euros, billetes, dinero

Miguel Gorospe

Tenemos el doble de fraude que nuestro entorno europeo, unos 60.000 millones de euros, y se estima que el 70% de este fraude está en las grandes empresas y grandes fortunas.

Es evidente que si ponemos a Fernando Alonso a perseguir un Ferrari yendo en un 600, nunca podrá pillarlo, y esto ocurre también con la inspección fiscal en España, nunca podrá “pillar” a los grandes defraudadores. No es por incapacidad del piloto, ni porque no tenga fuerzas, es que le faltan medios.

Tenemos un personal con una formación fantástica en la Agencia Tributaria y con unos sistemas informáticos de los mejores de Europa, pero deben cambiarse muchas cosas para “atrapar” a los grandes defraudadores que van en Fórmula 1. Hay que modificar la inspección en España.

  • Tenemos un equipo en la Agencia Tributaria (AEAT) de unas 25.400 personas (AEAT), lo que representa que, comparado con otros países, a cada persona de esa agencia le tocaría controlar a unos 1.850 contribuyentes, mientras que la media en Europa es que les toca 1.145. O sea que en España cada una de ellas tiene que ocuparse de un 60% más de personas que en el resto de Europa. Claro que si lo comparamos con Alemania tendría que ocuparse de un 150 % más.
  • En estos últimos años, hemos pasado de tener la AEAT de 27.951 (2018) a 25.400 personas(2019), o sea que, a pesar de tener el doble de fraude, con un 60% menos de personas, se ha reducido un 10% el personal de Hacienda.

¿Por qué tenemos el doble de fraude que en Europa?, ¿sólo por eso? Ese es uno de los motivos. Es evidente que las grandes fortunas y grandes empresas pueden ir en Fórmula 1, pero España también podría contar con la potencia necesaria para lograr darle alcance.

  • Tenemos por otro lado al grupo de Técnicos de Hacienda, el personal más numeroso de la inspección (unos 8.000) a los que se les puso un límite de tamaño de empresa que pueden inspeccionar, la de reducida dimensión, que se fijó en 2008 en 4 millones de euros para actuaciones de carácter general. Han pasado 12 años y no se ha cambiado. Si confluyéramos con Europa, se consideraría pequeña empresa a la que factura 10 millones de euros. Ni siquiera existe la posibilidad de que puedan inspeccionar pequeñas y medianas empresas, sólo las más pequeñas. ¿Y por qué seguir teniendo esos límites si hay un problema inmenso de fraude? En Europa la empresa mediana es la que factura hasta 50 millones de euros. ¿Por qué no pueden inspeccionar los Técnicos empresas de esta dimensión? La única solución es que se les asigne un nivel superior en la Administración. Por ello, demandan la creación de un Cuerpo Superior de Técnicos. Gestha considera que si se lleva a cabo ese cambio, se conseguiría un ingreso neto estimado en las arcas públicas de unos 6.200 millones de euros para el próximo año y de 15.800 millones de euros para el siguiente. Es imprescindible encontrar soluciones creativas cuando tenemos 60.000 millones de euros de fraude fiscal.

Es evidente que las inspecciones a las grandes empresas y grandes fortunas son mucho más complicadas que a los pequeños contribuyentes porque cuentan con consultores y asesores de gran nivel, que en muchos casos son antiguos inspectores de hacienda que se han pasado al sector privado. Buscando un símil cinegético prehistórico: un bisonte pesa mucho más que 500 conejos, pero hace falta mucha más gente para cazarlo. Lo mismo ocurre con el fraude en las grandes empresas y grandes fortunas.

  • Además, nos ocurre que, de todos los inspectores, unos 1.800, la mitad se ocupa de trabajos de gestión, lo que impide que estén todos los efectivos posibles investigando.
  • Para llegar a cubrir las necesidades de la AEAT, asimilándose a las inspecciones tributarias europeas, habría que contratar a unas 15.000 personas más. En realidad habría que contratar en 5 años unas 20.000 personas, porque tenemos el personal más antiguo de las agencias tributarias europeas, con una edad media de 52 años, con un 40% por encima de los 55 años, por lo que se van a jubilar unas 5.000 personas en los próximos cinco años.

Hay además que empezar a contratarlos cuanto antes, porque entre las oposiciones y el tiempo que tardan en trabajar eficazmente, pasan varios años. Por ello, es mucho más fácil crear un Cuerpo Superior de Técnicos de Hacienda que, por alguno de los caminos de la administración, puedan ocuparse de inspeccionar medianas o grandes empresas para reducir, de la forma más rápida posible, el inmenso fraude y/o evasión que tenemos. La urgencia se agravará dado que los ingresos de la Agencia Tributaria se reducirán como consecuencia de la crisis económica creada por la pandemia.

En la actualidad se está elaborando en el Congreso de los Diputados el proyecto de Ley Contra el Fraude en el que no se contempla ni la imprescindible ampliación de plantilla ni la de sus competencias.

Si no se modifica ese proyecto de Ley contra el fraude y seguimos con los mismos recursos y los mismos techos de los Técnicos de Hacienda, será imposible reducir el fraude para llegar, al menos, a los estándares de fraude europeos.

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Miguel Gorospe es coordinador de la Plataforma por la Justicia Fiscal

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