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A la coalición no le cuadran los números

Liliana Marcos Barba

A mí no salen las cuentas. Y si a mí no me salen, seguro que a la ministra de Hacienda tampoco. El acuerdo de coalición con el que ha empezado a rodar este Gobierno se compromete con algunas grandes, necesarias y tristemente pospuestas medidas. Solo para destacar tres de ellas: un ingreso mínimo vital capaz de llegar a todos los hogares en pobreza, incluido ese medio millón que carece de ningún tipo de ingresos, reducir las listas de espera del sistema de atención a la dependencia en un 75% y elevar la inversión en educación hasta el 5% del PIB.

Si hacemos números y según estimaciones de distintas instituciones, la renta garantizada costará unos 6.000 millones, lo planteado en dependencia requeriría aumentar el presupuesto en torno a unos 1.200 millones y llegar a ese 5% en inversión en educación supone 9.000 millones adicionales. Vamos ya por 17.200 millones. Suma y sigue. Hay que añadir el coste de las medidas planteadas en vivienda, digitalización, despoblación…

Sin embargo, si analizamos las propuestas en fiscalidad, la recaudación adicional que puede lograrse es exigua. Lo incluido en el pacto de Gobierno en materia recaudatoria supera en muy poco lo ya planteado en los malogrados presupuestos de 2019 y la estimación entonces era de recaudar 5.654 millones adicionales. Como dirían los ingleses, peanuts. Siempre se puede reestructurar partidas y ganar en eficiencia de gasto para rascar unos millones más; pero grandes políticas como las planteadas requieren aumentar presión fiscal.

A la Plataforma por la Justicia Fiscal, la mayor red del Estado de organizaciones que trabajan en este tema y que engloba a grandes sindicatos y a entidades como Oxfam o Attac, el acuerdo le ha sabido a poco, a muy poco. Y, sobre todo, le ha sabido muy poco realista para los objetivos planteados en expansión del gasto. El actual Gobierno no ha equilibrado su ambición en gasto con una equiparable ambición en ingresos.

Hay que recordar que nuestra presión fiscal y nuestro nivel de riqueza como país no van parejos. Países europeos con economías de tamaños similares al nuestro recaudan mucho más. Si nos comparamos con la media europea de presión fiscal estamos a años luz. Recaudamos entre 6 y 7 puntos menos y eso equivaldría a unos 70.000 millones de euros con los que, a buen seguro, sí nos saldrían las cuentas.

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Liliana Marcos Barba es miembro de la Plataforma de Justicia Fiscal.

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