Torrejón, un modelo mortal Pilar Velasco
Vox dejó julio con el debate abierto sobre cómo encajar un delito de odio en el amenazante “deportarlos a todos, que no quede ni uno” mientras los ultras y sus canales afines pedían perseguir a los mulsulmanes de Torre Pacheco, el grueso de los trabajadores del campo murciano que levantan la economía del municipio. Santiago Abascal, en primera persona, desplegó una batería de amenazas contra quienes criticaron cómo alentaban así las movilizaciones que provocaron la persecución y la violencia contra familias enteras que tuvieron que encerrarse en casa durante los cinco días de concentraciones ultras convocadas por redes. Ahora abren la temporada subiendo la apuesta contra el buque humanitario Open Arms.
El encaje penal de la incitación al odio reposa sobre una frontera que la justicia coloca todavía en la libertad de expresión, aunque por mucho menos se hayan condenado expresiones por incitación y apoyo al terrorismo. La cobardía de Abascal se escuda en un mensaje calculado. Evitar decir que ellos mismos hundirán el barco recién llegado a Tenerife. Se refieren al barco de “negreros” para no decir de “negros”. El mensaje es claramente xenófobo y amenazante. “Que sirva de advertencia del final que les espera a todos”. A políticos y a quienes apoyan la labor humanitaria de la ONG de rescate a refugiados –más de 60.000–. Con el banquillo cerca dirían que hablaban del tráfico de personas. Pero no es lo que dicen en redes, donde dejan desprotegidos a los migrantes y a las mujeres de la violencia.
No hay duda sobre la inconstitucionalidad de los planteamientos de Vox. Ni se pueden hundir barcos, ni volar por los aires 17 autonomías ni han conseguido tumbar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género. Por eso el debate sigue estando en la reacción del PP. En su posición sobre la migración, el asunto más crucial que debe resolver esta legislatura. Y en cómo cala esa ideología en un electorado que crece en las encuestas y los populares evitan confrontar para no perder al posible socio de gobierno. El PP llama gobernar a cualquier precio a las leyes aprobadas por todo el arco parlamentario salvo el PP/Vox y no ven el precio que pagamos todos en la equidistancia con la ultraderecha. Igual que Abascal no dedicó ningún tuit a condenar la violencia en Torre Pacheco, Alberto Núñez Feijóo a estas horas no ha condenado la última salvajada en redes de Abascal.
No hay duda sobre la inconstitucionalidad de los planteamientos de Vox. Por eso el debate sigue estando en la reacción del PP. En su posición sobre la migración, el asunto más crucial que debe resolver esta legislatura
El portavoz Miguel Tellado prefiere difundir que Cataluña y Euskadi quedan fuera del reparto de menores mientras Clavijo lo desmiente: “Es falso. Tienen la cuota que les corresponde”. Una polémica “absolutamente absurda” en palabras del presidente canario. Y una postura que solo sirve para no posicionarse claramente a favor de la reubicación de los niños y niñas que llegan solos a España. “4.000 en un país de 50 millones”, recuerda Clavijo, frente a los más de 250.000 ucranianos que ha acogido España desde la invasión rusa. El rifirrafe del PP negándose a aceptar la reubicación con excusas de escaso recorrido convierte a los menores en mercancía política. El derecho humanitario en una estrategia electoral. Y la equidistancia del PP en una amenaza más real que la copia barata de los Salvini patrios.
Por el reparto de menores Abascal decidió salir de los gobiernos del PP. No al revés. Ni con esas ha habido una acción-reacción contundente. Al contrario, han mantenido a Vox como socio para sacar presupuestos en todo gobierno autonómico donde les necesitan. A estas alturas, siempre hay que empujar al PP a responder a VOX. Ninguna condena les sale sola. ¿Cuántos comunicados ha emitido para condenar el último mensaje racista de Abascal? ¿Qué piensa sobre hundir el Open Arms? Confían en que la radicalidad de Vox les distancie de manera natural sin confrontarles cuando en política el silencio es complicidad. Y la elección, según encuestas, está siendo la versión original.
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