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Críticos de UPyD piden que Rosa Díez deje el liderazgo aunque sea candidata

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, durante la presentación de candidatos del partido a las elecciones autonómicas y municipales.

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Una corriente interna de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), liderada por el eurodiputado Enrique Calvet, considera que el partido debe someterse a una "refundación" para volver a convertirse en una opción "atractiva" para los votantes. Para ello, proponen renovar todo su equipo de dirección y que Rosa Díez delegue el liderazgo, aunque vuelva a ser candidata en las próximas elecciones generales.

La iniciativa 'La ciudadanía primero' considera que el actual equipo de dirección de UPyD no ha sabido hacer una correcta lectura del cambio del mapa político español ni está preparado para las sucesivas citas electorales que habrá en 2015. Todo ello en un contexto en el que Ciudadanos está ocupando su espacio electoral y la formación magenta sufre una pérdida "constante" de militantes.

En rueda de prensa este lunes, cuatro de los promotores de esta corriente interna han expuesto las acciones que consideran que debería poner en marcha UPyD a medio y corto plazo para reforzar sus posibilidades electorales y han presentado una propuesta de estatutos alternativos con los que mejorar la transparencia y democracia interna de la formación.

Calvet ha explicado que, a su juicio, la líder del partido, Rosa Díez, volvería a ser una buena "cabeza de cartel" en las próximas elecciones al Palacio de la Moncloa, pero es "imprescindible" otro equipo de dirección que aplique nuevos métodos y estrategias. "Puede seguir siendo un símbolo, pero dirigir el partido y las estrategias tienen que hacerlo otros", ha explicado.

Su objetivo es hacer llegar a los ciudadanos que "votar UPyD no es votar caballo perdedor" porque los objetivos con los que nació la formación hace más de siete años siguen siendo necesarios. De hecho, su aspiración es volver a la esencia del Manifiesto Fundacional y lograr que UPyD sea "un partido de gobierno".

Calvet ha hecho especial hincapié en la renuncia de "decenas de miles" de militantes durante los últimos meses, a los que considera que se debe recuperar y utilizarlos como vía para volver a conectar con la ciudadanía. "UPyD es mucho más que una coyuntura", ha defendido pidiendo que la formación haga "más política".

"Estamos en una situación crítica. Rescatemos la ilusión del principio, utilicemos los cauces para conectar con los ciudadanos a través de los afiliados. Escuchemos a la gente para de verdad ser una herramienta para la ciudadanía", ha añadido otra de las promotoras, Aurora Soto, exresponsable de Estudios y Programas del Consejo Territorial del partido en Madrid.

Esta corriente interna se ha dirigido en múltiples ocasiones a la dirección de la formación para intercambiar posturas, pero de momento sólo han obtenido "la callada por respuesta", según lamentan. De hecho, este mismo domingo enviaron una carta a Rosa Díez invitándola a cenar "para tratar de compartir reflexiones y diferentes puntos de vista, en un ambiente relajado".

El propio Calvet ha denunciado que no habla con Rosa Díez desde abril del pasado año, cuando se reunieron los candidatos a las elecciones europeas para hacerse la fotografía del cartel electoral. "Desde entonces le he pedido por activa y por pasiva hablar de política", ha asegurado.

"A magenta no me gana nadie"

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Pese a todo, ha expresado su intención de no abandonar UPyD. "Y si se me echa probablemente no vuelva a pedir ningún otro carné", ha confesado añadiendo sin embargo que como independiente "se pueden hacer muchas cosas". Calvet ha insistido en su voluntad de trabajar desde dentro del partido. "A magenta no me gana nadie", asegura, pero cree que la formación ha caído en una serie de errores que le han distanciado de la ciudadanía.

En cuanto a Ciudadanos, partido al que perteneció antes de afiliarse a UPyD, considera que es "inevitable" seguir explorando vías de colaboración pese a las diferencias. A su juicio, una de las cosas que se han hecho "catastróficamente mal" en su partido es la política de alianzas, dada la "demanda democrática" que hay en España para la construcción de esa tercera vía.

"Hay una demanda que no entiende que no nos entendamos", ha sostenido acusando a la dirección de UPyD de limitarse a cuestiones legales o estatutarias para vetar cualquier acuerdo. "Hay que hablar con ellos y ver hasta dónde son las distancias porque estamos en un momento crítico", ha dicho rechazando sin embargo "fusión o fagocitación" por parte del partido de Albert Rivera.

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