España se convierte en uno de los principales mercados europeos para la industria armamentística israelí

España se ha consolidado como uno de los principales mercados europeos de la industria militar israelí. Una tendencia que ni siquiera han revertido los bombardeos contra Palestina. Desde que se empezó a reducir de nuevo a escombros la Franja de Gaza, nuestro país ha importado del Estado hebreo armamento por más de 36 millones de euros, según los datos recogidos por el Centro Delás de Estudios por la Paz en Beneficio Colateral, informe presentado este mismo miércoles. Y se ha convertido en punto estratégico para el envío a Israel de material de defensa en plena guerra en Oriente Próximo. Sobre todo, desde Estados Unidos.

Las estadísticas de comercio exterior recopiladas por el organismo reflejan que la práctica totalidad de los Estados miembro de la Unión Europea han continuado importando de Israel material del código arancelario 93 –"armas y municiones"– desde los ataques de Hamás del 7 de octubre y la posterior campaña de bombardeos de Israel. Lo han hecho por 238,6 millones de euros. Los tres principales compradores fueron Estonia, Países Bajos y República Checa. Y luego, Suecia y España. Nuestro país importó, en concreto, este tipo de productos por 15,08 millones de euros.

A esto hay que sumarle, además, otros 21,6 millones de euros de material ubicado en el código arancelario 8710, que engloba "tanques y demás vehículos automóviles blindados de combate", incluyendo sus partes. En total, entre unas cosas y otras, las importaciones de este tipo de productos militares al Estado hebreo superaron los 36,6 millones de euros. "Nunca España ha importado tanto como tras el 7 de octubre", recoge el Centro Delás en su informe, en el que deja claro, no obstante, que esos dos códigos arancelarios mencionados apenas representan "una parte menor" de todo el comercio de material de defensa con Israel.

El portal DataComex, que recoge las estadísticas de comercio exterior, justifica parte de esas importaciones. En concreto, las que aparecen reflejadas bajo los códigos arancelarios que se refieren a "revólveres y pistolas", "bombas, granadas y torpedos" o "partes y accesorios de armas de guerra". En algunos casos, habla del "retorno a España de material del Ministerio de Defensa, previamente enviado a Israel con carácter temporal, con el fin de ser objeto de reparaciones". En otros, de "operaciones para cubrir las necesidades de defensa nacional" o de "programas estratégicos" del departamento que dirige Margarita Robles para uso del mismo ministerio.

El Centro Delás asegura que las importaciones de sistemas de armas desde el Estado hebreo "pueden ser tan cuestionables" como las exportaciones. "Las operaciones militares israelíes son, en la forma en las que las conocemos, muy caras, probablemente inviables sin abaratarlas. Para poder reducir el gasto y tener costes relativamente asequibles, la industria militar de Israel necesita producir mucho más allá de su demanda interna, por lo que se defiende como razón de Estado fomentar las exportaciones de armas y el acceso a nuevos mercados internacionales", explica el organismo. De ahí que el país exporte más del 70% de su producción de material de defensa.

Tecnología militar de vanguardia que no dudan en publicitar como "probada en combate". Así lo hace, por ejemplo, Elbit Systems, que presume de que sus sistemas han sido clave en los ataques sobre la Franja de Gaza. "El Hermes 450 es un UAS maduro y de eficacia probada en combate, con más de 300.000 horas de vuelo operativas y un historia de seguridad y fiabilidad líder en su clase", recoge la firma sobre uno de sus drones. O Rafael Advanced Defense Systems. Ambas compañías acumulan, de hecho, más de la mitad de los contratos adjudicados desde el 7 de octubre a las firmas israelíes. Un pastel de alrededor de 1.000 millones de euros del que también comen Guardian Homeland Security SA o Netline Communications Technologies Ltd.

Punto estratégico para las armas que van a Israel

El estudio también dedica un capítulo a la utilización de nuestro país como punto de tránsito de material de defensa con destino final Israel. Algo que sucede de cuatro formas distintas. Por un lado, están los barcos militares estadounidenses que hacen escala en la base naval de Rota, como hizo el MV Sagamore a finales de 2024, según una investigación de Progressive International y Palestinian Youth Movement. Buques que se benefician de la regulación establecida en el Convenio de Cooperación para la Defensa entre España y EEUU, que establece que las autorizaciones de escala se otorgarán por las autoridades españolas "sin solicitar información sobre el tipo de armas a bordo" de los barcos.

A estos se le suman los buques militares o comerciales adscritos al "Programa de Seguridad Marítima" que, por lo general, realizan escala en Algeciras, barcos asiáticos que acceden al Estado hebreo a través del estrecho de Gibraltar o navíos comerciales de la israelí ZIM que conectan Estados Unidos e Israel. "En los doce meses siguientes al 7 de octubre, 'agentes del GOI/MOD' (siglas en inglés de 'Gobierno de Israel/Ministerio de Defensa') habrían transportado al menos 8.618 toneladas de material desde EEUU hasta Israel tras hacer escala en Valencia y Barcelona. Esos envíos incluyeron material del código 8710 ('tanques y otros vehículos blindados de combate' y sus partes)", recoge el informe, que también sitúa a España como "país de tránsito aéreo" de estas armas.

Algunas empresas también utilizan España para esquivar las restricciones establecidas en sus países de origen. "Noruega tiene prohibida la exportación de armas a Israel, pero estas transferencias se producen desde filiales de empresas noruegas en Estados Unidos o en España", sostiene el Centro Delás. Este es el caso de la multinacional noruego-finlandesa Nammo. En noviembre de 2023, Nammo Palencia exportó desde nuestro país 987.000 euros en municiones a Israel. La Secretaría de Estado de Comercio aseguró entonces que lo que se había mandado era "munición sin explosivo", pero la propia multinacional reconoció después que dos centenares de esos cartuchos eran completos.

Desde el reinicio de la guerra, Israel ha reportado importaciones desde España por valor de 5,3 millones de euros bajo el código arancelario de "armas y municiones" en 88 envíos distintos, cantidad que, sin embargo, quintuplica la registrada en la base de datos de comercio exterior del Ministerio de Economía bajo ese mismo código.